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31/08/2015: Rodolfo Ratto y Carlos Tomassino: Cómo nació el Bit 40



Esta historia  la escribimos entre Tomassino y yo.
Un día empezamos a darle vuelta de reunir a los viejitos informáticos. Carlos Tomassino, Jorge España y yo. Era una tarde de 1992 en la oficina de España en la avenida Callao. Nos dijimos "y si juntamos a todos los pioneros?"
Entusiasmados, empezamos a buscar algunos nombres para el grupo que debían tener varios años en la actividad. "X en 80" (y así se llamaba en el primer tiempo, pero no todos habían pasado por las tarjetas perforadas), "la /*", "Last Card",... hasta que  surgió “El Bit 25”, el bit, obvio y 25 porque los integrantes teníamos que tener por lo menos 25 años en informática.
Rodolfo Ratto: Soy el más joven del grupo,
"tengo 10 millones de años menos"
Lo imaginamos como algo grande, como una colaboración con los jóvenes informáticos aportándoles nuestra experiencia, deliramos conque podíamos funcionar como algo parecido a una mutual. Soñamos que armaríamos comisiones de distintos temas: Bases de Datos, Teleproceso, Educación, Gestión, Lenguajes y qué sé yo cuántas cosas más. 
Arrancamos con los que sabíamos que estaban en esa condición en particular,  aquéllos que tenían algún lugar en el desarrollo informático. USUARIA, SADIO, CESSI y CICOMRA eran las cámaras representativas del sector y ahí apuntamos la búsqueda.
Para ese entonces nuestra experiencia servía, piensen que eran más de 20 años atrás y estábamos muy activos.... no éramos aún Dinos, sino "Viejitos Piolas",  la evolución de tecnologías no era tan vertiginosa como lo es hoy (no existía Internet....!!!) con lo cual podíamos estar actualizados y muchos de los paradigmas con los que trabajábamos anteriormente estaban aún vigentes.
Para la segunda reunión ya pensábamos en estatutos, y reunidos en el mismo lugar con otros amigos que se sumaron a la iniciativa, la 1ra moción fue cómo iban a ser los estatutos, quiénes lo iban a redactar;  una comisión directiva,  etc. etc.
Ahí levantó la mano Basso Dastugue, que ya no estaba en informática, y dijo, "yo tengo una propuesta para el primer artículo del estatuto y es "que no haya estatutos...".
Y "nos pinchó el globo", lo gracioso fue que Jorge casi no vino más a ninguna reunión, siempre  viajero....

Fuimos a la 1ra reunión en La Factoría, Blanco Encalada y
Arribeños, 
muy entusiasmados, éramos como 15 o 20 (sería injusto mencionar a quienes fueron y olvidarse de algunos…), había funcionado como primer administrador del grupo (y llamador a las reuniones) Oscar Buzón que en ese entonces estaba como Gerente en la CICOMRA. Piensen que en ese tiempo al no existir el mail la convocatoria era por teléfono...
Casco Vélez
Uno de los recordados incitadores a reunirnos era el recordado Casco Vélez, quien se apoltronaba en su mesa en el viejo Belgrano Plaza de Lacroze y 11 de setiembre  (donde terminó de  escribir La Historia de la Aviación Argentina) y esperaba temprano en las mañanas a Tomassino que estaba en la UB para decirle cuándo nos reuníamos...
Así que el Bit 25 se convirtió en un grupo que nos juntábamos solamente a cenar cada 3 meses, ahí en La Factoría durante aproximadamente 8 años...
Luego La Factoría cerró y nos trasladamos a la Cantina de Arnoldo en Cabrera y Bulnes. Era un lugar cómodo para llegar y con no demasiada gente.
Trascurrió el tiempo... algunos se fueron por ley de la vida... y ya casi no había nadie que tuviera 25 años de Informática, a pesar que otros más modernos se acercaron.... Muchos  teníamos 40 años de profesión así que pasó a llamarse “El Bit 40”, sugerencia del amigo Conrado Estol.
El tiempo siguió pasando y Carlos acuñó el Dinos y Dinas en las convocatorias por mail, y ese nombre hace relativamente poco, fue excelentemente tomado por Hernán Huergo para armar su blog...  y acá estamos con el nombre que va cambiando con la vertiginosidad de la informática, jeje.

Tomassino en Club Palermo
Al cerrar Arnoldo el grupo intentó reunirse en cenas en varios distintos lugares sin demasiado éxito. Ya muchos invocaban que las noches eran inseguras, otros, problemas de traslados y de vista... El Club Palermo fue una oportunidad para reunirnos al mediodía. Justo allí se habían ubicado algunos de los mozos de Arnoldo que nos habían contactado y el lugar parecía adecuado por su sencillez para llegar. El lugar es muy amable....
Confieso que no he ido a las últimas reuniones, pero a la siguiente voy a asistir....en realidad "quiero demostrar que soy el dinosaurio más joven del grupo", tengo 10 millones de años menos, jeje, ya lo comprobarán. 
Un abrazo Dinos

Blogger Andres Pino dijo...
menos mal que pusieron una referencia extemporánea, al menos es tan lejana que decir que tenemos +40 años de profesión no asustaría a ningún Dinosaurio !!

Un gran abrazo a todos, espero poder asistir a las próximas reuniones.

andy
andresp@itcollege.com.ar
http://ar.linkedin.com/in/andrespino 
31 de agosto de 2015, 15:54
Blogger Liana dijo...
Liana dice

Ademas del nombre que me gusta mucho, la oportunidad de estar en contacto cada vez con la gente que de una u otra mnanera hemos tenido contacto es muy gratificante.
la verdad es que Carlos y Rodolfo han realizado una muy buena tarea, mas la actual recopilacion de comentarios realizada por Hernan nos tiene muy unidos con una frecuencia diaria. Excelente amigos!!!!
2 de septiembre de 2015, 17:00

2015.08.31: Juan Carlos Angió: Mi introducción al ambiente de las telecomunicaciones y la computación – Parte 1

Juan Carlos Angió - 1964
Ingresé en ENTEL en 1952 (uso ese nombre para simplificar ya que tuvo varios a lo largo del período) cuando tenía 17 años y cursaba 5° año del Industrial. Luego de 2 meses de capacitación en la Escuela Técnica de la empresa me desempeñé durante 2 años como electricista de mantenimiento de centrales telefónicas automáticas.
Habiendo obtenido el pase a la Dirección de Ingeniería, trabajé durante aprox. 4 años en el proyecto de centrales telefónicas automáticas. Posteriormente gané por concurso un puesto en la División Planes Fundamentales, donde realicé tareas de planificación de la red telefónica de Larga Distancia.
Fue en esa época (1959/60) donde se produce mi acercamiento a la computación naciente, en el que  reconozco 3 pasos.
El primero fue la lectura de un libro de autor francés que me introdujo a los nuevos términos “cibernética” y “cerebro electrónico”. El siguiente se produce al enterarme por el diario de la llegada de la primera computadora electrónica al país  (la Univac Solid State 90) para la empresa estatal de ferrocarriles EFEA.  En función de mi pertenencia a ENTEL pude visitarla una vez instalada.
El tercer paso se produce cuando, habiendo recomenzado mis estudios de la licenciatura en Física, veo en la cartelera de la Facultad de Ciencias Exactas el aviso de un curso sobre el lenguaje de programación para la computadora próxima a instalarse. En mis comentarios en este blog del 19-7 y del 28-7 se explica detalladamente como fue esta etapa.
Completada la actividad relacionada con el curso e iniciado el funcionamiento de Clementina quedé  ligado a la actividad del Instituto de Cálculo, habiendo realizado la programación en lenguaje Convencional del procesamiento por muestreo del Censo Nacional de Población 1960 bajo la  dirección estadística del Prof. Sigfrido Mazza. Esto me permitió avanzar con mi formación en programación y adquirir experiencia en el manejo de grandes volúmenes de datos.
Paralelamente dentro de ENTEL elevé un informe sobre la computadora instalada en la Facultad y las posibilidades de su uso en procesos de la empresa. Como fruto del mismo -con una visión de futuro que no es frecuente encontrar, por lo que deseo citar sus nombres - el Jefe de la División Planes Fundamentales Ricardo Pontoriero, con la anuencia del Director de Ingeniería Moisés Benjamín, dispuso que estuviera abocado exclusivamente al tema y realizara un relevamiento dentro de los organismos técnicos de la empresa a efectos de detectar procesos factibles de ser llevados a la computadora.
Es así que durante algunos meses visité distintos sectores pertenecientes a la Dirección de Ingeniería (responsable del proyecto y planeamiento de los sistemas de conmutación y las redes de transmisión), Dirección de Plantel (mantenimiento de equipos y redes) y Dirección de Tráfico (operación de conmutadores manuales y estadísticas de tráfico telefónico).
Como fruto de ese relevamiento se definió que la aplicación a implementar sería el procesamiento estadístico de llamadas de Larga Distancia, que se realizaba manualmente cada año en base a una muestra de 10 días. En aquella época el tráfico interurbano nacional e internacional se cursaba mediante conmutadores manuales donde las operadoras establecían las conexiones entre abonados a través de uno o varios enlaces sucesivos. La operadora de origen generaba una boleta por comunicación con indicación de destino y horas de inicio y finalización (también se registraba la tasación).
El procesamiento partía de la información de cada boleta (varios centenares de miles) y de la configuración de la red (en el orden de 1000 localidades y un número similar de enlaces entre ellas) y tenía en cuenta el tránsito por diversos enlaces para cada origen-destino, generando cuadros estadísticos horarios por localidad y por enlace. Estos datos servían de base para el redimensionamiento y ampliación de los centros de conmutación y las redes de trasmisión.
Definido el objetivo se formalizó un convenio entre ENTEL y el Instituto de Cálculo, que incluía entre otras cosas el aporte transitorio por parte de ENTEL de aprox. 10 teleimpresoras para la generación de la cinta perforada con los datos de las boletas y de la configuración de la red..
Para la ejecución del trabajo ENTEL armó un equipo que integré juntamente con 2 ingenieros de la Dirección de Tráfico especialistas en tráfico telefónico, sumando como ayudantes otras 3 personas, uno de ellos un ingeniero proveniente de Organización y Métodos. Casi todos ellos asistieron a los cursos de programación del Instituto de Cálculo e incluso alguno participó en la programación de la aplicación. Debo destacar que 4 de los miembros de ese equipo tuvieron participación fundamental en la puesta en marcha del Centro de Procesamiento de Datos de ENTEL varios años mas tarde (a relatar más adelante).
Superado el problema de definir el camino de una comunicación mediante tablas de enrutamiento que indicaban el primer tramo a seguir para cada destino, la programación fue realizada mediante el lenguaje Convencional y en la misma participó también Victoria Bajar.
El relevamiento de la configuración de la red, el análisis y programación de la aplicación, la generación y control de la cinta perforada con los datos y el procesamiento en si insumió más de 1 año de trabajo, pero finalmente se obtuvieron los resultados esperados. Durante todo ese tiempo el personal de ENTEL trabajó en comisión dentro del Instituto de Cálculo.
Tal vez por esto último ciertos documentos históricos sobre el Instituto de Cálculo incluyen este equipo como dependiente de los grupos de estadística o de lingüística computacional, lo cual es inexacto ya que el equipo funcionó en forma totalmente independiente. El apoyo estadístico lo brindaban los 2 especialistas en tráfico telefónico y la participación de Victoria Bajar en la programación fue a título individual.
En la misma época y paralelamente cursé las materias de la carrera de Computador Científico, que incluso se habían comenzado a dictar como optativas de la Licenciatura en Matemáticas antes de su creación oficial. El 30 de Julio de 1964 aprobé la última materia de la carrera, casualmente el mismo día que Victoria Bajar.

Continuará

2015.08.30: Juan Carlos Angió: Acerca del proyecto “114” de ENTEL mencionado por Draier

He leído con mucha atención algunas historias acerca de la “influencia” de IBM en las empresas (por ej. Tomassino el 21-08), así como la de Enrique Draier que en la entrada del 24-08 hace un comentario sobre el proyecto del servicio “114” para ENTEL.
Dado que ambos aspectos están interrelacionados y tanto ENTEL, el Instituto de Cálculo e IBM han tenido mucha incidencia en los primeros 20 años de mi vida profesional (positiva y negativamente según el caso) me he propuesto hacer un relato de los mismos,
Antes de comenzar ese relato, que seguramente vendrá dividido en varias partes, deseo adelantar algo sobre el Proyecto Olivetti para el “114” mencionado por Enrique, a quien envió un afectuoso saludo ya que es un placer reencontrarlo después de muchos años.
Decía Enrique:
Estando en Italia me pidieron que formulara un proyecto para ENTEL para la gestión de las llamadas del 114 (pedidos de reparación) y el Sistema de Control de Tráfico  para la Fuerza Aérea, todos con Vector 5000. Curiosamente, de todos estos proyectos, este último fue el único que se implementó, y funcionó durante 30 años en Ezeiza. 
A finales de la década del 60, un esquema de funcionamiento automático interactivo para el servicio de atención del “114”  fue planteado a diversas empresas proveedoras, entre ellas IBM y Olivetti, con vistas a una propuesta de implementación tecnológica . Fue así que ambas empresas elaboraron soluciones que diferían entre sí, IBM con un esquema descentralizado basado en múltiples ejemplares de un dispositivo electrónico diseñado expresamente y conectados al mainframe y Olivetti con un esquema centralizado basado en el centro de conmutación de mensajes Vector 5000 (citado por Enrique). Esta última solución era la que parecía más interesante.
Cuando ambos proyectos estuvieron maduros y estando yo a cargo del CPD de ENTEL se realizó una licitación pública, pero ante el asombro de todos nosotros y sin previo aviso, Olivetti no ofertó su solución y solo presentó una propuesta de terminales que acompañaba la propuesta de IBM. De hecho una única oferta.
¡Un ejemplo de la “influencia“ de IBM aún en empresas eventualmente competidoras!
Por supuesto y en una muestra de independencia respecto a los proveedores ENTEL anuló la licitación.
Poco tiempo después me alejé de ENTEL (ampliaré en el relato prometido), pero el proyecto se implementó finalmente a fines de los 70 (el sistema funcionó durante años), cuando una tercera licitación fue ganada por NEC con una solución del tipo centralizada como la de Olivetti. Hubo una segunda licitación también anulada (no es el motivo pero lo imagino), donde COASIN había presentado una similar solución centralizada basada en minicomputadores DEC.
Así fue como el proyecto elaborado por Enrique perdió la oportunidad de su posible puesta en funcionamiento.

Hecho este comentario, comenzaré a describir como me inicié profesionalmente en el ambiente de las telecomunicaciones y la computación, así como mis experiencias con las 3 organizaciones anteriormente citadas. Pero lo dejaré para otra entrada en el blog para no cansar demasiado.

(Continuará)




2015.08.29: Victoria Bajar: Mis comienzos en los comienzos... (Parte 2 de 2)

Vienen a mi mente algunos recuerdos jocosos: cuando Luis Marzulli y yo nos dimos cuenta de que el procesador  del lenguaje ensamblador de la Mercury sólo consideraba el primer carácter de las directivas, empezamos a escribir programas en los cuales, en lugar de poner Sector, poníamos Sadosky, en vez de Routine escribíamos Rebeca; y les decíamos: “Dr. Sadosky, Dra. Guber: vean lo que hemos hecho, ¡modificamos el software en honor a ustedes!”. Obviamente era broma.Y así, el Dr. Sadosky, el siempre inquieto visionario que buscaba cómo solucionar problemas reales que sirvieran invariablemente para aprender, porque si no, no servían, es decir era “no” a lo rutinario; y la Dra. Guber, sagaz conocedora del quehacer del IC, que más de una vez nos llamaba a la realidad, nos miraban preguntándose qué hacíamos.

Lo que hacíamos era que nos interesaba conocer las entrañas de la Mercury desde el punto de vista funcional y su software de base, que no conocíamos con ese nombre en aquel entonces; pero así comenzó mi aproximación a esta área de conocimiento y desarrollo que habría de ocuparme muchas décadas en mi vida.

Aunque las herramientas de expresión a nuestra disposición eran limitadas, empezamos a vislumbrar la importancia de la Algorítmica y la vastedad de los caminos que empezaban a abrirse ante nosotros, gracias a que contábamos con elementos para estudiar y avanzar; por ejemplo, las publicaciones periódicas de la ACM (Association for Computing Machinery) y del IEEE (Institute of Electrical and Electronics Engineers) que se recibían en la Biblioteca de Matemáticas, Física y Meteorología. Tuvimos además una iniciación a las bases formales de la Computación con la llegada del Prof. Bernard Vauquois de la Université de Grenoble, Francia al IC, visitante por unas semanas. Sus clases nos dieron una visión panorámica formal importante; ¡conocimos así la Máquina de Turing!, entre otras cosas. Haber vislumbrado “la importancia de la Algorítmica”, constituye un hecho fundamental que a lo largo de transformaciones, evolución y bajo diferentes pautas, nos ha acompañado a lo largo del tiempo, constituyéndose en pilar de procesos amplios de enseñanza-aprendizaje.

Para realizar los trabajos de tratamiento lingüístico (análisis morfológico, búsqueda de prefijos,  búsqueda de sufijos, análisis de terminaciones verbales y algo de análisis sintáctico) con el objetivo que llegamos a alcanzar de traducir frases sencillas del ruso al castellano,  había que programar algoritmos relativamente complejos en lenguaje Convencional, naturalmente, y además de los programas correspondientes a los algoritmos, que eran de tamaño considerable, había que almacenar en memoria mucha información. Y también teníamos los problemas de transliteración del alfabeto cirílico al latino, y la codificación de los caracteres ¡en las cintas perforadas de cinco bits de la Mercury!

La Mercury tenía   ¡4KH (1 H: palabra de 10 bits) de memoria interna y 64 KH entre ambos  tambores magnéticos de memoria externa!, por lo que había que esmerarse para que programas y datos cupieran y había que hacer procesamientos parciales. Estudio, ingenio y creatividad eran necesarios para poder resolver los problemas. Las dificultades de localización de información implicaban problemas delicados de direccionamiento en la Mercury, que había que resolver por software para ampliar los alcances del hardware. Por eso, en la novel carrera de Computador Científico, al impartir -conjuntamente con Julián Aráoz- la materia de Programación, formulábamos ejercicios de cierta envergadura en cuanto a direccionamiento, lo cual era importante en aquel entonces.

Conjugábamos trucos y artimañas (un ejemplo: el programa que se traía del sector un segmento para continuar, superponiéndolo físicamente sobre sí mismo), y aunque nos resultaba divertido y desafiante, recuerdo que en el transcurso de 1965 empezamos a valorar la importancia de la expresión por medio de primitivas que permitieran mayor claridad, consistencia y completitud, para centrar la atención en la complejidad del algoritmo y en la pureza del mismo, más que en el ahorro de lugar, por ejemplo.  Luis Marzulli y yo, desarrollando y experimentando, llegamos a “sentir” la necesidad de segmentar, de programar con estilo, de evitar saltos, de trabajar con rutinas, y a demostrar que más valía aumentar el código que generábamos, aún con las consiguientes dificultades para que éste cupiera en memoria, superponiendo segmentos con autollamados, con el fin de hacer una programación más clara. Para esas fechas ya había reflexiones y pronunciamientos formales en este sentido de Donald Knuth, NiklausWirth, Edgard Dijkstra,  hacedores de la Computación, que marcaron derroteros señeros.

El conocimiento y el dominio de la arquitectura de la Mercuy, me permitieron trasladar la experiencia a la Universidad del Sur y ser parte del grupo que dirigía el Ing. Jorge Santos, para la construcción dela computadora CEUNS (Computadora Electrónica de la Universidad Nacional del Sur) cuyo software de base elaboré. CEUNS fue un proyecto de gran valía.
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Lo que hicimos en esa época fue importante, fue gratificante y fue lindo. El IC significó una punta de lanza generadora de cambios y avances, que en su corta vida fue modelo de llevar a buen puerto la triple misión de investigación y desarrollo, contribución a la educación superior  y servicio a la comunidad por medio de la resolución de problemas de interés nacional. Con razón dijo el Dr. Sadosky años después, en 1992: “la traumática intervención de 1966  terminó con ‘el milagro’  del  que era parte el Instituto de Cálculo”.  Para mí, haber estado en ese “milagro” fue un privilegio de formación y aprendizaje.

Raíces que se originaron en esa época, se desarrollaron y crecieron hasta dar frutos importantes en diferentes  lugares. Más allá de la evolución y los cambios en los que todos hemos estado y estamos, ha habido líneas directrices gestadas y nacidas en aquella época que se constituyeron en sólidos paradigmas que norman el andar por los caminos académicos y profesionales de todos los que estuvimos en el Instituto de Cálculo.
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Visto a la distancia, a través del tiempo, al terminar estas notas, me entero de algo que celebro grandemente:El Consejo Federal de Educación declaró de importancia estratégica a la enseñanza y el aprendizaje de la Programación en todas las escuelas durante la escolaridad obligatoria”, Resolución CFE Nº 263/15, Buenos Aires, 12 de agosto de 2015. ¡Enhorabuena!
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2015.08.28: Victoria Bajar: Mis comienzos en los comienzos... (Parte 1 de 2)

MIS COMIENZOS EN LOS COMIENZOS DEL
INSTITUTO DE CÁLCULO DE LA
FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES DE LA UBA

Victoria Raquel Bajar
México D.F., agosto de 2015

Ingresé a la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales en 1960, a la carrera de Matemáticas. Desde los comienzos oí hablar de computadoras. Concretamente, el Dr. Manuel Sadosky muchas veces lo hacía al terminar sus magníficas clases de Análisis I, magníficas e inolvidables porque era un maestro extraordinario que conjugaba sus conocimientos profundos, con la claridad, la sencillez y la modestia del maestro de escuela primaria que era. Se enorgullecía de serlo y me decía que nunca olvidara que yo también lo era. Y no lo olvidé ni olvido. Entre otras cosas, eran notables su forma de escribir y dibujar en el pizarrón, su emoción contagiosa al explicar, su admiración por la geometría de los griegos, su visión de la Computación y las computadoras al enseñar métodos de cálculo aproximado. A veces también la Dra. Cora Ratto  hablaba de lo que ella y Manuel habían visto en el ámbito de la Computación en sus años de estancia en Europa. Aunque no quedaba claro de qué se trataba, estos comentarios hacían ver un camino nuevo, sumamente interesante y acuciaban la curiosidad.

Alumna de la Ing. Eugenia Fisher en los cursos de Ruso, pronto empezamos a hablar de algo tan interesante a la vez que misterioso: ¡la traducción automática! Corría el año 1961, acababa de llegar la Mercury, empezaba a conformarse el Instituto de Cálculo (IC).  La Ing. Fisher,que era unapersona, intelectualmente muy inquieta, culta, amante de la lingüística y profunda conocedora de cuatro lenguas naturales, bregó para que el IC abordara problemas computacionales no numéricos. En general, en esa época, esto no era algo totalmente aceptado, había resquemores, había dudas; sin embargo hacía más de un siglo que Ada Augusta, Condesa de Lovelace (1844) ya lo había anticipado.Y así nació el grupo de Lingüística Computacional, que integramos Alberto Rivas y yo bajo su dirección. Aprendí a programar, mi primer curso fue de Autocodey el Prof. Ernesto García Camarero fue mi maestro de Programación.

Expresarse en un lenguaje de programación era algo absolutamente nuevo. Lograr, siguiendo las reglas de juego que ese ente llamado computadora ejecutara aquello que entendíamos que debía  hacer fue algo que dio un giro totalmente nuevo a nuestras actividades.

Las maravillas del Autocode  para cálculo en general y en particular para el cálculo matricial eran eso: maravillas, que hasta el día de hoy me parecen increíbles. Constatábamos que  cálculos imposibles de realizar por otros medios o que podían llevar semanas o meses de trabajo, con posibilidad de errores además,  se lograban en horas o minutos. Los físicos y los meteorólogos se emocionaban al recibir los resultados de los cálculos que se les realizaban en el Instituto de Cálculo. Recuerdo que un día llamamos a un físico para avisarle que ya estaban invertidas las matrices que nos había dejado y su emoción fue tal que en lugar de caminar por los pasillos para ir a buscarlos, cruzó corriendo en diagonal el patio-azotea del segundo piso,  no se dio cuenta de que la puerta de vidrio de acceso al hall del Instituto de Cálculo estaba cerrada y la atravesó. Afortunadamente no se hizo nada.

Pero el Autocode no servía para tratamiento de tipo lingüístico. Con el Prof. García Camarero, aprendí el lenguaje ensamblador de la Mercury, el Convencional. Cabe recordar que siempre, ya como asesor, ya como coautor, Ernesto García Camarero estuvo en nuestro equipo de trabajo lingüístico, como en casi todos los demás equipos del IC.

Si programar en Autocode, cosa que hice intensa pero brevemente, fue interesante, hacerlo en Convencional lo era mucho más. Era apasionante. Y más allá del Convencional, es decir de lenguaje ensamblador, más de una vez trabajábamos algunos de nosotros a nivel del lenguaje máquina, leyendo, escribiendo y “hablando” en binario (Ernesto García Camarero, Alberto Rivas, Juan Carlos Angió, Julián Aráoz, Wilfred Durán y por supuesto los compañeros del grupo de hardware, encabezados por Jonás Paiuk).

Desde los comienzos sentí gusto y  mucho respeto por la programación y puedo decir que en los comienzos de la década de los 60 algunos -sólo algunos que  más de una vez éramos destinatarios de comentarios o críticas acres- entendíamos que programar bien, con estilo, con rigurosidad constructiva y metodología era importante y que con el devenir histórico habría de serlo cada vez más. Y no nos equivocamos.


Luis Marzulli y yo éramos estudiantes en aquella época, él hacía cálculos para los físicos y yo lingüística computacional. Prontamente el gusto y el respeto a la programación se perfiló de manera muy formal en nosotros. Por ello empezamos a estudiar  más y más y llegamos a ser profundos conocedores del hardware, del lenguaje máquina, de toda la arquitectura de la Mercury, de su lenguaje (macro)ensamblador  y analizando post mortems (vuelcos de memoria):del traductor del mismo,  así como de ciertas técnicas formales de ensamble y de macroensamble. Avanzamos y llegamos a descubrir cómo las sentencias de Autocode se traducían a lenguaje máquina; en  particular, el conocer y entender la traducción de las Ѱ  nos emocionaba. ¡Todo eso fue una revelación!, y nuevamente un nuevo mundo ante nosotros. Por otra parte, ésa era la época en que se podía llegar a saber todo, absolutamente todo de la máquina, lo cual ya no fue posible con las computadoras siguientes. Aprendimos después a trabajar en equipo, así como a compartir y complementar conocimientos.

(Continuará)
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Blogger Liana dijo...

Por haberte acompañado tantos años en el IC, y posteriormente, siempre recuerdo a tu grupo y tarea con gran admiración, Que lindo leerte en este espacio, donde gracias a mucha gente los DINOS Y DINAS nos cuentan experiencias cada día. Muy lindo!!!!!!Parece que se va a publicar un cuadernillo de Eudeba sobre un trabajo de Wilfred sobre el COMIC, ojala!!!!
28 de agosto de 2015, 11:15
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El 28/08/2015 a las 13:26, Eduardo Molinero escribió:
Me encantaron estos dos relatos. El 1° porque conozco el estilo de Rodolfo. El 2° porque Victoria Bajar me hizo evocar a Manuel Sadosky con quien tuve el honor de trabajar aunque mi formación es humanística, no soy informático. Estoy agradecido a Uds. -los informáticos- que ayudaron a que yo pueda "espiar" su universo dinámico.
   Nuevamente: ¡¡¡ Gracias !!!
     Eduardo
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 El 28/08/2015 a las 15:51, roberto iglesias escribió:
Notable la descripción (etapa I) de Victoria.

Pareciera de su relato que fueren los equipos informáticos quienes nos transmitieran esos recuerdos fundacionales de lo que después resultó, por distintos caminos, lo que nos permitió desarrollarnos profesional y personalmente.

Es encantadora la descripción que con tanta naturalidad hace Victoria de esos comienzos del comienzo de nuestra actividad, como si la cosa, además de atractiva, hubiere sido sencilla.

Quedamos a la espera, con ansiedad, de los próximos capítulos.

Un cariño. Pipi Iglesias 

2015.08.28: Rodolfo Ratto: Nobleza obliga: brindando con whisky con Gustavo Pollitzer

Nobleza obliga , gracias a Gustavo, llegué a jubilarme de informático y  quiero compartir con ustedes lo gran tipo que fue para mí y supongo para todos.
Entré en el tema de una manera seguramente distinta al resto de los Dinos.

Corría aproximadamente el año 65 cuando un profesor de matemáticas de la escuela industrial que había vivido en el exterior​​, nos cuenta (sintetizo)  de unas maravillosas máquinas que funcionaban con unas tarjetas perforadas que luego se leían con unas escobillas, que llamaban IBM y que hacían cálculos estrambóticos, primera vez que escuchaba hablar del tema.

Ese año durante las vacaciones trabajé en un taller mecánico, donde los Pollitzer arreglaban su auto, el que se le había quedado sin batería y había que cambiársela. Íbamos charlando con la esposa, yo empujando el carrito con la batería de repuesto, mientras me iba contando que su marido trabajaba en IBM. Ahí entró en mi radar, así que sin dudar le pedí tener una  charla con su marido. Me miró con cara de "para que habré hablado" (un mocoso de casi 15 años, con overall, sucio de grasa y con cara de bebe), pero tanto insistí que no pudo decirme que no. 
Ahí fui nomás con mi único  trajecito que usaba para las fiestas de 15, parecía más que iba a tomar la comunión que a hablar con el Gerente de Ingeniería de IBM. 

Y el whisky con Gustavo? ....viene esperen...

Me sacó echando flit, pero tanto le picoteé la cabeza con llamados  y la ayuda de la pobre Lola (una institución en la IBM de aquellos tiempos), a la que le había caído simpático, que al final accedió a que hiciera el test de ingreso a los cursos de Máquinas de Registro Unitario, pensando que iba a servir de filtro, pero no fue así, lo di bien (dada mi base matemática del industrial).

Qué hacemos con este pibe? le preguntó a Allievi, Gerente  de Escuelas de la calle Lavalle. 
Y bueno, lo metemos, total probablemente no va a pasar los cursos (filtro 2). 

Así que después de hacer 407 y el resto  (077, 519, 602 -milagrosa 
calculadora electromecánica  con un acumulador electrónico de 10 posiciones, fuaaa!!!) con el resultado que salí bien en todas. 

Ahí me empezó a mirar diferente, el cambio fue notorio: pasé de pescado a delfín. 

Entonces yo quería pasar a computadoras de programa almacenado (/360).

Allievi, tenemos que hacer algo con este pibe? Anduvo bien!!!
Bueno, le hacemos el test de computadora y vemos (filtro 3). 

Para preocupación de los IBM boys tuvieron que resignarse y hacerme hacer los cursos DOS, Assembler, COBOL, RPG, PL/1 etc., y los pasé (filtro 4)​.

Ahora sí estoy en un problema, qué hago con este pibe?
Forno, te lo mando al Test Center como cadete. 

No sé si Forno se acuerda de aquel mocoso (ya tenía 17 y traje nuevo), lo que yo sí me acuerdo es de Evelin su secretaria (una belleza, seguro que todos se acuerdan!!! jeje) la que me ayudó a hacer mi primer CV de un 1/4 de carilla.

​​Y el whisky con Gustavo?....esperen un poco...

Estuve con Orcoyen , Salamanca, Gladys Rizzo (OS), Casal, Díaz , Castro (CADICA), Page, Pontnau, Mendivelzúa, Rial, Castells, Carini y 20 más que usaban la máquina. También estaba revoloteando Hernán (que tampoco se debe acordar de mi cara de aquella época, yo "era" un pibe de secundaria y él flaquito y con anteojos también "parecía" un pibe de secundaria, aunque ya era ingeniero). Los miraba con admiración porque eran "los" Ingenieros de Sistemas (ahí tengo muchas anécdotas que son para otra historia).

Hice un Master en: colocar cintas, cambiar discos, cambiar papel de la impresora, limpiar todo con alcohol isopropílico, cuidar la 40 amarilla mientras Page y Pontnau se iban a tomar café al bar, etc.

Y el whisky con Gustavo?.... ya viene....

Y aproveché para pasar mis programas en Assembler que sorprendían a todos hasta que me detectó Quique Chierasco, su secuaz Poloni, y me ofrecieron  trabajo en el CUPED con Mendiburu (no hace falta que explique quién era). Ahí obviamente lo conocí a Bauer y Pipi y quién no!!! (otra anécdota para otra historia y muchísimas  anécdotas más del CUPED).

Empieza la carrera en serio hasta que llega mi primera Gerencia de Sistemas en Molinos Río de la Plata, con mis jóvenes 33 años. Nunca di un paso en mi carrera sin analizarlo con Gustavo, un orientador nato con sus estudiantes y un generador de confianza también único. Es más, creo que mis primeros errores en el gerenciamiento de mi propia carrera  comenzaron cuando él ya no estuvo.

Un día recibo una invitación de Gustavo para ir a la casa!!! Yo incómodo porque para mí era como entrar a la casa de un Premio Nobel.

Y entonces.... acá sí viene el brindis.... sirve un par de vasos de Whisky (importado por supuesto, él no tenía nada berreta, jeje)  y me dijo "brindo porque tu esfuerzo  y mi paciencia dieron buenos resultados, ahora hablamos de igual a igual", y ahí casi me desmayé. Igual le costó 19 años de lucha.

Anita Piccin, si no me equivoco, fue testigo del hecho.

Voy a compilar unas cuantas anécdotas  que tienen que ver con nuestra profesión, algunas muy simpáticas y las publico más adelante.
Abrazo de Dino.
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El ago. 28, 2015 11:03 AM, "roberto iglesias" <riglesias@aldeaglobal.net.ar> escribió:
Querido Rodolfo:

Más allá de que nos seguimos viendo de vez en cuando, tengo muy presente el momento en que ese “mocoso pintón y caradura” (además de laburante) ingresó en el CUPED y sobrevivió a “mis manejos” en aquella maravillosa fabrica de talentos que construyó el Mendi (José Luis Mendiburu) y como siguió tu formidable carrera después.

Compruebo que ha sido entonces Gustavo Pollitzer (un prócer para nosotros en aquellas épocas) el que te habría iniciado en el arte que nunca más abandonaste de la bebida (siempre de calidad); lo que te pido por favor que no cuentes por lo menos en este foro, como te iniciaste en tu otra debilidad congénita mantenida a través del tiempo y el espacio: LAS MUJERES.

Resulta ahora que gran parte de los GERONTES de SISTEMAS (vos estás todavía y por edad, entre nuestros “pequeños sucesores”) han resultado NOTABLES CUENTISTAS porque el desarrollo de tu primer anécdota es de excelencia.

Te mando un gran abrazo. Pipi (no te librarás tan fácil de mi).
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Blogger Ricardo Forno dijo...
¡Rodolfo Ratto! Me acordaba de tu apellido, pero ni idea de cómo te había conocido, y de vez en cuando en los últimos años estuve recibiendo mails tuyos, pero la verdad es que tenía dudas sobre quién eras. Así que acabo de descubrir que fui tu jefe en el Centro de Pruebas!
Me hiciste revivir los viejos tiempos. Pollitzer fue mi jefe durante algunos años. Y recordé a Poloni, Allievi, Chierasco, Pontnau, Page, Evelyn George(¡!), Mendivelzúa,, Lola (Dolores Rodríguez Bolaños, con las increíbles anécdotas sobre ella), Gladys Rizzo, y tantos otros.
Un gran abrazo!
28 de agosto de 2015, 16:16
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Blogger Rodolfo E. Ratto dijo...
Ricardo pasaron muchos años es dificil ser reconocido despues cuarenta y pico de años. Un abrazo.
3 de septiembre de 2015, 18:58

2015.08.27: Victoria Bajar: Una contribución desde México

México D.F.,  26 de agosto de 2015

Ing. Hernán Huergo

Apreciable Hernán:

Hace un mes comencé a recibir y a leer las  historias de vivencias y experiencias que tiene a bien enviarnos y que conforman un mosaico singular, en el que en algunos casos nos vemos un poco reflejados y eso nos identifica.  No me fue posible contribuir a la factura del mosaico con anterioridad, lo hago ahora, rememorando una vez más mis comienzos en los comienzos del Instituto de Cálculo. En los últimos años, dado que ha habido jornadas, encuentros, entrevistas, reportajes, documentación de sucesos, videos y demás, ya dije o escribí textos con elementos comunes al que ahora le envío; pero una vez más, quiero rememorar esa época fundamental en nuestra historia y de la que recogemos una herencia al día de hoy. Además, los destinatarios pueden constituir grupos diferentes, no lo sé. Como soy un poco habladora, resultó un texto largo, usted dice si lo puede incorporar, seguramente seccionándolo.

Como comentario: dado que siempre abro y leo lo que manda, no sé por qué México no aparece en las estadísticas por países. 

Creo que no tengo el gusto de conocerlo personalmente, me gradué en la carrera de Computador Científico el 30 de julio de 1964; Juan Carlos Angió y yo somos del mismo día, los dos primeros graduados. Así empezó la historia. Mi historia es un poco disjunta de la de muchos de los que cuentan sus experiencias; yo salí de Argentina en enero de 1966.

Valoro y agradezco, y lo felicito por el trabajo que está haciendo, que al paso que va, puede derivar en una muestra editorial muy particular.

Saludos cordiales,
  
                    Victoria Raquel Bajar
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Querida Victoria,

Muchísimas Gracias!!!


Ante todo, pido permiso para tutearte, aunque efectivamente nunca nos hemos conocido personalmente, opinión unánime mía y de dos famosas neuronas, o sea que muy poco segura. 


Sin embargo, sin embargo...


Quizás vos estabas allí el el día que, segundo trimestre de 1966, yo recibido de ingeniero y sin otro trabajo que ser docente de la Facultad en varias materias, fui invitado para una oportunidad de trabajo en el Instituto de Cálculo. Éramos muchos los que nos presentamos, nos hicieron pasar a un aula, y sin mediar peroratas ni contemplaciones, nos entregaron una hoja llena de preguntas matemáticas o no recuerdo bien qué eran. 


Imagino que las habrá preparado Julián Aráoz. Hice mis malabarismos y me divertí bastante con los acertijos. Unos días después alguien se comunicó con el bicho raro que se había presentado -"el ingeniero"- para decirle: "Si usted cree que sus respuestas son correctas le avisamos que tiene varios errores". En fin, me dio la impresión que no me amaban demasiado y poco después me confirmaron en Techint.


Pero luego de leer tu mail de nuevo descubro que te fuiste del país en enero de 1966, o sea que eso confirma que nunca nos conocimos.


Claro que sí sabemos que sos la primera Computadora Científica de la Argentina, hay una entrada en este blog con un video dedicado al tema,


2012.10.04: Juan Carlos Angió, el primer Computador Científico de la Argentina


en donde aparecen Juan Carlos y vos comentando el tema. 


México no aparece en las estadísticas del blog, tampoco Venezuela, según me comentó Liana, porque sabe que Wilfred está allí y ha entrado en él, como tu caso. Son algunos de los misterios para mí de este bicho llamado Blogger, que es "duro de domar", aunque no me quejo demasiado, es bastante bueno y aprendo poco a poco. Sólo lista 10 países, eso averigüé, pero me parece que esa no es la explicación.


Empiezo aportando al blog tu mail y esta respuesta mía. Mañana continuaré con lo que me enviaste como texto, que da para más de una entrada.


De nuevo muchísimas gracias!!!


Saludos cordiales.


Hernán Huergo