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2016.12.30: SADIO- Rosita Wachenchauzer: La muerte de un grande de la informática argentina Esteban Di Tada (1932 - 2016)

No podíamos terminar el año sin despedir a uno de los grandes de la informática argentina, Esteban Di Tada, que falleció a fines de octubre.

Se formó como ingeniero aeronáutico (especializado en control) en la Escuela Superior de la Aeronáutica en París, Francia, después de lo cual se especializó en informática mediante una Maestría en Ingeniería Eléctrica de la Universidad Purdue, en Indiana, Estados Unidos.

A partir de la década de 1960 y hasta
Esteban Di Tada
(imagen tomada de su Facebook)
comienzos de los años '70, de vuelta de Purdue a Argentina, tuvo destacada actividad industrial (en particular como Gerente de Sistemas de Bull) y también actividad académica (como profesor en ITBA y en CAECE, y como miembro del Centro de Cómputos de la Facultad de Ingeniería de la UBA). En el Centro de Cómputos de Ingeniería, Esteban y su grupo, entre los que se contaba Luis Trabb, experimentaron con nuevas técnicas de enseñanza de la informática, en particular con la definición de lenguajes orientados a la didáctica, tales como ALFA, un assembler de una máquina genérica; LEDESCOM, un lenguaje de descripción de computadoras; y LEAL, un lenguaje de descripción de algoritmos.

Y es en 1971 cuando sucede un hecho que lo convierte en centro de una transformación radical para la enseñanza de la computación:

Luego de la Noche de los Bastones Largos, la carrera de Computador Científico de la UBA había comenzado a sufrir una fuerte injerencia de IBM: en Programación I, por ejemplo, se enseñaba la cartilla de Assembler de la IBM/360. En 1971 los estudiantes de Programación I se negaron a seguir cursando lo que consideraban que constituía más una materia de un curso profesional de programadores de mainframes IBM que parte de una carrera universitaria: levantaron el curso y se negaron a seguir concurriendo a clase. Los profesores de la materia (que además eran ingenieros de IBM) presentaron sus renuncias. Dado el prestigio que tenía el grupo del Centro de Cómputo de la Facultad de Ingeniería dirigido por Esteban en cuanto a lo avanzado de sus experimentaciones y a la independencia respecto de empresas, las autoridades del Departamento de Matemáticas de Exactas lo invitaron a dictar Programación I a partir del segundo cuatrimestre de 1971. Lo que Esteban y su colaborador Luis Trabb organizaron en Exactas fue un curso en el que se veían las construcciones estándar de un lenguaje usando ALFA para expresar su semántica operacional (cómo representar los distintos pasajes de parámetros, por ejemplo), también estructuras de datos y ¡hasta máquina de Turing! Posiblemente estos contenidos, pensándolo retrospectivamente, fueran demasiado avanzados para una segunda materia de programación, pero era tal el entusiasmo y el aire fresco que transmitieron que nadie dudó en ese momento en abrazar calurosamente la iniciativa, era realmente un emprendimiento audaz. Esteban y Luis dieron ese curso y además organizaron clases para docentes, a quienes incitaban a estudiar lenguajes formales y autómatas. También trabajaron en la propuesta de un nuevo perfil para la carrera de Computador Científico. En 1973 Luis Trabb viajó a Stanford a estudiar con Donald Knuth. Todos estos experimentos renovadores se terminaron en 1974, con la misión Ivanissevich en la Universidad de Buenos Aires (el desplazamiento de las autoridades de la Universidad por parte del gobierno y su reemplazo por Alberto Ottalagano).

Volvió a la academia a partir del año 2000. Ahí Esteban se destacó como Decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Palermo, primero, y como Secretario de Investigación, Desarrollo e Innovación de la misma Universidad a partir de 2013. Creó un centro de emprendedores, articuló con las empresas del software, y poco antes de morir se preguntaba cómo hacer para incluir más mujeres en las carreras de informática. Era un amante de la ópera y de las bellas artes, y un promotor de la interacción permanente entre humanidades y ciencias duras.

En 2014 la Universidad de Palermo fue co-organizadora de las 43ª JAIIO, y Esteban pronunció la conferencia inaugural “La Investigación Operativa y la Inteligencia Computacional”.

Lo recordaremos siempre por su inteligencia, su generosidad y su audacia.  ¡Chau Esteban, se te va a extrañar!


Rosita Wachenchauzer
Presidenta de SADIO

2016.12.28: Hernán Huergo: Hola señor! me llamo Alfredo Antonio Martínez y soy hijo de José Antonio Martínez


José Antonio Martínez con su hija Carolina
Queridos Dinos,

Este Blog produce algunos resultados sorprendentes. Como el que paso a contarles en seguida. La historia que comparto nació con un mail del 15/12/2016:

Diploma de mi papá.

Hola señor! me llamo Alfredo Antonio Martínez y soy hijo de Jose Antonio Martínez, quien en el año 1964 hizo un curso de programación de Univac SS90 en la academia Univac, trabajo en Ferrocarriles del Estado y luego en Intercontinental Data Services que le hacían la contabilidad al banco de Londres, le adjunto la foto de su diploma, porque tal vez le interese sumarlo al material que posee, si conoce a alguien que haya conocido a mi papá, me gustaría que me hablaran de él, ya que no tuve mucho contacto con él y falleció en el año 2003 en Brasil, para armar los pedazos de historia que faltan de él, un abrazo y gracias por el blog,

Atte
Alfredo A. Martínez

Difundí el mensaje en el grupo Bit40 dinos de la informática.

-En 1964 yo ya había renunciado a UNIVAC y estaba en otra empresa- contestó rápido y atento Alfredo Pérez, el mismo 15/12.

Pero cuatro días después un famoso sabio Bulliano, Enrique Simón, me escribió:

Hernán, te paso unas líneas de alguien que conoció a José Antonio Martínez, para que se la envíes al interesado. Son de Juan Carlos Idaberry, cuyo apellido seguramente te resulta familiar. Quedan en contacto, por si sigue el diálogo.

Felices Fiestas 

Bienvenido a este Blog, Juan Carlos Idaberry, transcribo tu mail:

Trabajé en el Centro de Procesamiento de Datos de Ferrocarriles Argentinos (FFAA) desde Abril de 1962 hasta Febrero de 1967 y en Intercontinental Data Services (IDS) desde Marzo de 1967 hasta 1970.
En ambos lugares fui compañero de José Antonio Martínez, no trabajábamos estrechamente juntos ya que él estaba orientado a la explotación de los equipos y yo al análisis y programación.
Cuando me fui de IDS le perdí el rastro.
Vivía por Banfield. Le decíamos “Bambino”, no recuerdo porqué.
En 1964, el año que cursó programación del Univac Solid State 90, debería tener unos 22 años.
En esa época Ferrocarriles contaba con equipos de computación de los de mayor potencia en el continente. Eran los primeros equipos que habían reemplazado las válvulas por transistores, igual hacía falta conservar la temperatura baja, a saber, en la sala de procesamiento que estaba instalada en la estación Once, había 14 acondicionadores de aire.
La programación era pesada, hacer un programa podía llevar entre 2 y 4 meses.
IDS era una empresa de servicios informáticos perteneciente al grupo Londres. El grupo estaba compuesto por el Banco, la Financiera, la Compañía de Seguros y el laboratorio Glaxo.
El Banco de Londres estaba instalado en Mitre y Reconquista, en el edificio que hoy ocupa el Banco Hipotecario Nacional. El Centro de Procesamiento de Datos estaba instalado en el subsuelo.
Equipo KDF8 utilizado en IDS.
(foto suministrada por Alfredo Martínez)
IDS disponía, en un edificio en el barrio de Barracas, de equipamiento similar al del banco. Este centro paralelo funcionaba como centro de contingencias del banco y además era utilizado para prestar servicios a las empresas del grupo.
El hardware era inglés, RCA501 KDF8, de avanzada para la época.
José Antonio era el responsable del centro instalado en Barracas, contaba con operadores y técnicos que aseguraban el funcionamiento 7x24.
Recuerdo que hablaba de sus padres que eran amantes de la bicicleta y habían recorrido una buena parte de la Argentina en una bici-tándem.
El Bambino era un buen tipo siempre dispuesto a dar una mano.
  


Gracias, Juan Carlos!! Cuando el mensaje le llegó a Alfredo Martínez, éste contestó emocionado:

woooow no se qué decir más que infinitas gracias a todos! No saben la alegría que me da de saber un poco más de él y poder interiorizarme más en su trabajo en aquella época, realmente me hicieron salir las lágrimas,  mis más profundos respetos a todos y no puedo expresar en palabras que sean suficientes este invaluable pedazo de historia de mi papá,  gracias y más gracias! 

Atte 
Alfredo Martínez 
Saludos a todos y muy felices fiestas a este hermoso grupo y sus integrantes!

-Fotos! -respondí-. Mandame fotos de tu papá.

Y Alfredo cumplió con la de arriba y con otras:
Creo que la más acorde a la época en que
trabajó es esta", dijo el hijo del "Bambino"

"Lamentablemente la única foto conmigo
es la que estoy de la mano", contestó
Y Colorín Colorado esta historia se ha acabado.
Salvo lo que quieran añadir los otros Dinos que conocieron a José Antonio Martínez, el "Bambino".

Felices Fiestas!

Hernán

2016.12.20: Espedito Passarello: recuerdos...TIME SHARING UBA Y ODOL PREGUNTA.

Estimados

En concordancia con el arquetipo Dinos...o sea remontarse a otras epocas...que no se podrian compartir con hijos o nietos...
Aporto una de ellas....

Me hallaba terminando los sesenta y x esas cosas del destino..el Dr Pavesi...Catedra Teoria de la Decision FCE UBA ..me solicita realizar  juegos de empresa y modelos de IO e Inteligencia artificial  ya que habia conseguido que OLIVETTI instale en el aula una terminal con fondos de la Camara Empresaria. HABIA que lanzar la Carrera de Administacion de Empresas x parte de los Columbias boys. Asi fue ..

Ello llevo a que Bull que competia con Olivetti ofreciera a Odol pregunta conducido x Cacho Fontana la posibilidad de uzar el servicio y alli estuve programando y adiestrando a Cacho en el uso de la terminal de Telex......
Son muchos los de Bull que soportaban el servicio recuerdo a los comerciales Oscar Noguez M. A. Torcida...Uno de los tecnicos era Daniel Gonzalez y una chica...

En fin posiblemente alguno pueda comentarlo????

Saludos

18/12/2016: Club Palermo 16/12/2016: ¡Gracias, Carlos!

Quién iba a decir que un viernes 16 de diciembre nuestro Dinobedel, el Gran Carlos, iba a conseguir una concurrencia de casi treinta personas para el último Club Palermo del año. Son días imposibles, congestionados de compromisos, pero nuestro alma máter lo logró. ¡Gracias, Carlos!

Les comento que estuve a punto de fallar. Un resfrío espantoso que me horripilaba el día. El termómetro me dijo que no tenía fiebre y para allí arranqué. El Bloguero no puede fallar en estas citas, estas crónicas son para los que no están en ellas, como también, a veces, para que se diviertan un poco más los que estuvieron.

Es la primera vez, que yo recuerde, que el encuentro tuvo una "previa". Así la llamo por no encontrar otra palabra para retratar lo que encontré. Llegué 12:35 y estaban todos de pie, como en esos casamientos antes de pasar al comedor y sentarnos. Todos de pie, pero sin bebidas ni bocaditos. 



Saqué la foto testigo que está arriba, saludé a algunos y no duré demasiado deambulando, mis huesos, mi resfrío, mi campera y mi yo tomaron asiento en una de las tres mesas, la única que ya tenía un ocupante: Pepe de la Cuesta Ávila.

-Hola Pepe, ¿seguís escribiendo cuentos para tus nietos?
-Sí, claro.


Gracias por habernos acompañado, Pepe. Disculpame por la foto a media asta.

Al rato cundió el ejemplo y se sentaron todos, Rodolfo Naveiro a mi izquierda. Él y sus inseparables tiradores importados de Alemania. Otra vez me morí de envidia y no tuve éxito en robárselos.

De nuevo tuvimos un Club Palermo completo en cuanto a las entradas, las fuentes de fiambres, corazones de alcauciles y tantas cosas, las milanesitas de muzzarella, las botellas de vino tinto a piacere, todo abundante, rápido y perfecto. Las rabas esta vez hicieron huelga. Por suerte, no hubiera podido con el plato principal.


Hice una primera recorrida por las mesas. Allí estaban ellas, las dos Dinas y media; Lidia y Ana por lo de Dinas; Marcela Baffi, la amiga de Lidia, creo que a esta altura califica como media Dina.

Como siempre, pueden hacer clic sobre cualquiera de las fotos para verlas en su máximo esplendor.




A Patricio Castro lo vi de pronto dedicado al celular. 

-Lo estoy ayudando a Jorge Linskens a llegar, está perdido. 

Como todos saben, es costumbre de nuestro Dinobedel dar la dirección de nuestra sede con error de una cuadra: ALMUERZO DINO 16 diciembre FITZ ROY 2340, reza su mail del 10 de diciembre. Ya me había pasado a mí, como lo conté en mi primera crónica para este Blog, ver 
2015.06.15: Hernán Huergo: Almuerzo BIT 40 en Club Palermo - Quiénes fuimos y quiénes somos.

La víctima esta vez era Jorge Linskens. Al rato otra vez veo que Patricio se vuelve a sumergir en el celular. La explicación la encontramos en el primer mensaje que le llegó al forastero perdido. El mail nos llegó a Jorge y a todos:


Jorge: Te felicito! Pudiste llegar a pesar de todo!!


El otro forastero era Alejandro Oliveros. Bienvenido!! Por fin viniste!! Quisite sacarte la foto con camiseta de Boca de fondo. ¡Nadie es perfecto!


Por supuesto te prestaste a la entrevista de rigor:

-Bueno, ahora me retiré, me jubilé, hice todos los temas necesarios y me dedico exclusivamente a la universidad, me dedico a la carrera de Ingeniería en Computación en la Universidad Tres de Febrero y tengo algunos proyectos de investigación en la universidad y también fuera de ella.
-¿Y tus hobbies, familia, hijos, nietos? 
-No tengo nietos y mis hijos, ambos dos, viven en el exterior y los veo con alguna irregularidad. Lamentablemente he perdido la capacidad de tener hobbies; me divierto demasiado leyendo cosas vinculadas a la computación.

Gracias, Alejandro. Por favor tomá como hobby venir a estos almuerzos del Club Palermo.


***
Cuando por fin llegó Jorge Linskens, superando la carrera de obstáculos, no tuvo más remedio que aceptar la foto y la entrevista.

-No tengo ningún cuadro favorito -dijo, y respiré aliviado. Un bostero más me hubiera arruinado el día.


Nunca saco fotos no apaisadas, pero esa pinta merecía hacer una excepción.

-Con mi tiempo libre no hago nada porque no lo tengo. Soy CIO de la AFIP. Hice los primeros cuatro años con Abad en el 2002. Después, en 2007, pasé a estar a cargo de todos los Sistemas de la ciudad de Buenos Aires. Después fui consultor tecnológico para el FMI y el BID y en diciembre de 2015 me llamó otra vez Abad.
-¿Deportes, hijos, nietos?
-Tengo una hija y un nieto.

Anotá la dirección para no perderte el próximo Club Palermo, Jorge: Fitz Roy 2238.
***
Patricio Castro, como saben los lectores de este Blog, es un consultor que trabaja para Naciones Unidas.

-¿Cuánto estás de viaje en tu vida, Patricio?
-Demasiado, un 60%.
-¿Lugares?
-Por suerte ahora tengo mejores destinos, como Paraguay y Uruguay.

Cuando vio mi cara de asombro me lo explicó:

-Cuando me inscribí, puse en mi CV que sabía francés y portugués. Se pusieron bien contentos, por fin tenían a quién mandar a dar cursos a las ex colonias francesas del África. Por allí odian a los franceses.

Lo que sabía de francés, creo que bastante, estoy seguro que lo mejoró. Pero eso de estar un 60% del tiempo en países del África seguro que no fue para mejorar la calidad de vida.

-Por el portugués me pasó algo parecido pero peor. Me mandaron a Mozambique. Yo el portugués lo hablaba. Tuve que aprender a escribirlo.

Patricio ahora es feliz cuando lo mandan a países hermanos, un placer.


***


-Señor, dice el señor que usted pidió pollo -le dijo el mozo a Hugo Scolnik.
-El señor está equivocado, yo pedí milanesa con papas fritas -contestó Hugo.

Entonces se acercó el Gran Bedel y le mostró la hoja con las anotaciones. Ya todos lo saben, nos hemos organizado en forma notable. ¡Gracias, Carlos! ¡Gracias, Edecanes!

-Esta lista está equivocada -dijo Hugo, convencido.

Los masajitos en la espalda no cambiaron la decisión de HS. A los pocos minutos estaba comiendo su milanesa con fritas.

***
Alfredo Ballarino me ponderó mucho mis Memorias ficticias de Salvador Dalí. ¡Gracias, Alfredo! Sos un amigo. Animate a largar más cuentos de los tuyos.

Me parece que alguien se me quedó en el tintero.
Que me disculpe Raúl Saroka y quien más me falte

Lo extrañamos a Esteban Di Tada un montón. Una enorme pérdida. Lo tenía todo, sabiduría, chispa, alegría de la vida, querido por todos, amable con todos. Me alegro haberlo conocido mucho más gracias a estos almuerzos dínicos. Se nos fue un grande de veras.

El Gran Bedel nos convocó a un brindis por Esteban y por nuestras propias felicidades. Bien que las estamos necesitando todos en estos tiempos.


Lo bueno de estos Club Palermo es que pasamos horas gratas con amigos y somos felices de olvidar cualquier angustia. Nos divertimos, nos conocemos un poco más y aprendemos siempre alguna cosa nueva de los Dinos que nos rodean.

¡Gracias, Carlos! ¡Gracias, Edecanes, Jorge Hofmann y Héctor Repossi! 


¿Lo dije o no lo dije?: ¡GRACIAS, CARLOS!


Abrazos!

Hernán

2016.12.08: Claudio Di Véroli: Anécdotas V: Cálculos y verificaciones . . .

En esa gran empresa petrolera habíamos implementado para la Argentina un modelo de optimización del transporte.
(ver diagramas: lamento que estén en inglés, pues se hicieron para una presentación en el exterior y no tengo los equivalentes en castellano).
Esquema de Automatización del Transporte de Combustibles

Esquema de Abastecimiento mediante Buques

Un día me vino a ver el Sr. Marcos X, Jefe de Control Presupuestario de la flota de buques:
"Nosotros cada año hacemos un monton de cálculos para presupuestar Costos Directos totales para el año siguiente.
Pero ahora está su modelo, que incluye costos standard de flota, basados en datos que nosotros le pasamos.
Y el modelo calcula un Plan Optimo mensual de viajes para cada buque, con consiguiente Costo Planeado Mensual de Flota,
¿Si yo le paso a Ud. nuestro Plan de Viajes estimado para todo el año, Ud. puede "inyectar" nuestro Plan en lugar del Plan Optimo, y calcularme automáticamente mi Presupuesto?".

Ingeniosa idea, y claro que se podía, con una pequeña modificación al sistema.
Así fue como, una semana más tarde, el Sr. Marcos se fue muy contento con su flamante Presupuesto ...
Pero no todo quedó ahí.
Dos semanas después el Sr. Marcos pasó por mi oficina con una sonrisa de oreja a oreja y me mostró unos papeles garabateados: "¡Funciona!".
Es que desconfiaron del proceso computarizado ... ¡y recalcularon todo a mano por las dudas!


Claudio

2016.12.06: Eduardo Vila Echagüe: Si vas para Chile...

[Capítulo 12 de La Informática y yo]

Si vas para Chile...


De regreso en Buenos Aires supe que el país había estado paralizado durante varios días con motivo de la muerte del Presidente. Los cines y los restaurantes cerrados, las radios transmitiendo música clásica, los canales de televisión transmitiendo en cadena los detalles del funeral. Recuerden que en aquella época no había internet ni televisión por cable, por lo que para muchos aquellos días habían resultado bastante traumáticos. 

La parálisis pronto se extendió al plano económico. Un gobierno débil apoyado en los sindicatos y en lucha a muerte contra varios grupos terroristas no ofrecía un ambiente favorable al mundo de los negocios. En IBM sobraba gente.

No era algo que me preocupara especialmente. En aquellos años IBM tenía una política conocida como pleno empleo, por la cual era casi imposible que te echaran a menos que te descubrieran una falta grave contra la ética. Cuando años más tarde llegué a ser gerente, entendí el motivo. Si un empleado tenía un rendimiento inferior a lo aceptable, el jefe tenía que hacerle un plan de recuperación y monitorearlo permanentemente, una carga de trabajo adicional que la mayoría preferíamos evitar. En el peor de los casos tratábamos de colocarlo en un área menos atractiva. Pero recuerdo que en Ford se rumoreaba que había una forma más práctica. Si querías librarte de un empleado tenías que calificarlo como excelente, con lo que los sistemas de administración de personal rápidamente lo promovían a otro departamento. 

El pleno empleo de IBM llegaba al punto de que si en un país sobraba gente, te daban facilidades para ir a trabajar a otro país donde a la IBM le hiciera falta. Y eso era lo que estaba sucediendo en ese momento en un país contiguo al nuestro.

¿Recuerdan cuando les conté que en Bariloche había oído el triunfo del socialista Salvador Allende en las elecciones presidenciales de Chile? Aunque no había obtenido la mayoría absoluta, logró que el Congreso lo ratificara como Presidente previa aceptación de un Estatuto de Garantías donde se 
comprometía a respetar los derechos básicos expresados en la Constitución.

Ya a inicios de su gobierno se pudo apreciar que su intención era estatizar toda la gran industria chilena, ya fuera de manera legal o recurriendo a diversos subterfugios. Como consecuencia a partir de 1971 prácticamente la totalidad de las empresas privadas paralizaron sus inversiones, con lo que las instalaciones de nuevos sistemas de computación se redujeron a un mínimo. En cuanto al sector público, su sesgo ideológico hizo que optaran preferentemente por equipamiento proveniente de Europa Oriental. Oí decir que habían traído computadores de Checoeslovaquia. ¿Conocen ustedes alguna marca de esa procedencia?

Ante esta situación IBM ofreció a su fuerza de ventas e ingeniería de sistemas la posibilidad de ir a trabajar a las IBM de otros países, como Brasil, España, Canadá, Argentina y otros que no recuerdo. Como resultado, finalmente quedaron sólo 3 o 4 ingenieros para atender el parque instalado.

A mediados de 1973 el país había llegado a una situación límite. Industrias paralizadas, falta de alimentos, inflación galopante, descontento popular. Por un lado el gobierno trataba de comprometer a los militares ofreciéndoles ministerios, mientras que por el otro hacía planes para descabezar a las Fuerzas Armadas según el modelo de la Revolución Bolchevique. Finalmente éstas se anticiparon, derrocaron al gobierno y se hicieron cargo de un país devastado. 

La situación del parque computacional del país era lamentable. Por el lado de IBM sólo había algunos Sistemas /360 instalados antes de 1970 y unas pocas de las generaciones anteriores. También quedaba una importante cantidad de antiguas máquinas de registro unitario. En 1974 el gobierno decidió tomar medidas para reactivar o más bien resucitar la economía. Una de ellas fue un decreto por el cual se permitía importar equipos de computación modernos sin pagar aranceles, siempre que se instalaran antes de una determinada fecha. Por si no se acuerdan, los derechos de importación típicos en aquellos años valían aproximadamente el 100% del valor de los equipos. Este decreto era una oportunidad única y a IBM de Chile le llovieron las órdenes tanto de Sistemas /370 como de Sistemas /32. Este último estaba orientado a las PYMEs, siendo el sucesor de aquel Sistema /3 cuyas tarjetas de 96 columnas yo había anunciado con tanto entusiasmo de vuelta de mi viaje a Río de Janeiro. 


Cristo de los Andes por donde pasó el Ejército Libertador

El problema era que IBM de Chile no podía llevar a cabo esas instalaciones con sólo 4 ingenieros de sistema. Los que estaban en otros países tenían plazos comprometidos por lo que no llegarían a tiempo. Pero la solución estaba al alcance de la mano. Inspirándose en nuestros próceres San Martín y O'Higgins, un nuevo ejército cruzaría los Andes para ayudar al país vecino. El reclutamiento se hizo en Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Mendoza e incluso en el Uruguay. No todos eran voluntarios. A algunos se les dio a elegir entre Chile o ir a trabajar a la planta de IBM cerca de Buenos Aires, en tareas de limpieza según las malas lenguas. Cuando me lo ofrecieron a mí me dijeron que mi nombre había sido sugerido por un ingeniero de sistemas chileno que había asistido a una de mis presentaciones. Es increíble que un detalle tan pequeño pueda tener tanto impacto en tu vida. 

La patrulla quedó conformada por quince bonaerenses, dos rosarinos, un cordobés, un tucumano y un uruguayo. Partiríamos a principios de 1975. Los demás nos miraban con lástima. Las noticias que llegaban de Chile no eran nada favorables. Alguien había pronosticado que la inflación llegaría al
500% en el año, mientras en Argentina aún se vivía bajo la ficción de inflación cero. Se sabía que había toque de queda y que los combates aún no habían terminado. Muchos pensaban que nos llevaban engañados. Yo era soltero y creía que no arriesgaba demasiado, pero la mayoría se trasladaba con toda la familia por un plazo no inferior a un año. Ni siquiera sabíamos cuánto íbamos a ganar, por el impacto de la inflación y los controles de cambio en el país vecino. Es cierto que IBM nos pagaría el alojamiento, ayudaría con los colegios de los niños, e incluso había llegado a un acuerdo con el gobierno para que nos permitieran llevar nuestro auto de Argentina y conservarlo durante toda nuestra estadía, pero había mucha incertidumbre. Realmente íbamos a la aventura.

Por último, las despedidas de los amigos y familiares. Hoy nuestros hijos parten a todos los lugares del mundo, pero en aquella época no era tan común irse a vivir a otro país. Fue mi madre la que me vaticinó que me iba a casar con una chilena lo que, por supuesto, no le gustaba nada. Las madres tienen un sexto sentido...

Así fue que un día de marzo de 1975 cargué mis cosas en el auto y partí rumbo a Mendoza o más bien, rumbo a una nueva vida.

2016.12.03: Ida Bianchi: Algunas anécdotas más de mi convivencia con la 1401.

Algunas anécdotas más de mi convivencia con la 1401. 

No quiero aburrirlos así que voy cerrando esta etapa con recuerdos serios y otros no tanto. 

Luego del SPS vino el SPS II, el Autocoder y el horizonte se fue ampliando. 

FORTRAN se utilizó en la empresa en un sistema que elaboraba la fórmula de menor costo y máximo rendimiento para producir alimento balanceado para pollos (con Programación Lineal).
Se reprocesaba periódicamente y eran necesarias unas 40 horas hasta llegar a la fórmula óptima.

Mi autor de cabecera pasó a ser McCracken.

Un proyecto exitoso fue implementar PERT para optimizar los tiempos del Balance mensual de la empresa. Trabajamos alrededor de 3 meses generando la red, sus nodos, precedencias, tiempos mínimos y máximos. Mes a mes se obtenía el camino crítico que era revisado y corregido para el mes siguiente. 
En el primer año el ahorro fue impactante, luego fue más lento. 
Se logró bajar de 12 a 3 días el tiempo total del Balance.

También nos divertíamos.

No sé si era algo común en aquella época, teníamos un técnico “cama adentro”. Ya era un amigo.
Un día, al terminar el mantenimiento semanal planificado, todo parecía funcionar bien pero al acceder al disco se prendían todas las luces del tablero. Si apagábamos la iluminación, eso parecía un boliche.
Finalmente descubrieron que los discos estaban girando al… ¡¡¡revés!!! La llavecita que controlaba el sentido de giro de los discos había quedado invertida. Fueron varias horas de trabajo de los técnicos pero nuestras cargadas fueron eternas. 
Nunca supe el porqué, pero de allí nos hicimos casi compinches con los técnicos. Nos especializamos en hacer bromas de iniciación a los nuevos.

La clásica que sufría el nuevo compañero consistía en que el técnico le contaba, en forma muy confidencial, que el equipo tenía una llave de “high speed” que solo podían usar ellos ya que provocaba la superutilización de los componentes del procesador y con eso comprobaban si el equipo podía soportar largos procesos (sic). 
Nosotros, en la oficina charlábamos abiertamente sobre como activábamos  la llave para acelerar algún proceso en  especial. El nuevo quedaba en la disyuntiva de callar o avisar. Uno llegó a exigirnos le dijéramos donde estaba la llave o avisaba que la estábamos usando.

Otra bastante frecuente era intercambiar la conexión (por detrás del tablero) de los botones para que, sin motivo alguno, se encendiera la temida luz de PROCESS. 

Eran famosos los vuelcos de memoria. Teníamos todo un show para impresionar a los visitantes.
En una de las pizarras colgadas en las paredes, desplegábamos un par de vuelcos de memoria y nos poníamos frente a ellos discutiendo, opinando, planificando correcciones y mejoras. Nada tenía sentido, estaba muy bien armado. Jamás nos poníamos de acuerdo y finalmente pedíamos al técnico que nos diera su opinión. 
Después de escucharnos y dar una lectura de no más de diez segundos a ese vuelco tan críptico, daba su dictamen y consejo (siempre difería de cualquiera de nuestras propuestas). Todos aceptábamos y supuestamente lo íbamos a implementar.

Un día nos trajeron un programa muy “cool”. Sintonizando una frecuencia determinada en una radio colocada sobre el procesador de la 1401, se escuchaban canciones conocidas. Analizando a fondo el programa pudimos descubrir la equivalencia de secuencias de instrucciones y datos con las notas musicales y lo modificamos para que tocara la marcha de Ituzaingó.  De allí en más, junto con la marcha Leven Anclas “interpretada” por la impresora 1403, pasaron a ser el cierre obligado en las visitas que solíamos recibir de las Escuelas Técnicas. 

Les cuento que allí conocí a mi esposo y allí nos casamos. 
Como eso no fue bien visto por la empresa, él renunció y continuó su carrera en un Laboratorio de Zona Norte, aunque pocos años después volvimos a caminar juntos el sendero de los Dinos.
Hace pocos meses cumplimos los 50 años de casados.

IDA BIANCHI (hasta 1969)

02/12/2016: Juan Carlos Cattáneo: FOTO de JULIA OSHIRO... y concurso de anécdotas


La foto me la mandó Juan Carlos Cattáneo, muchas gracias, indispensable para nuestra Galería de Informáticos. 

Como en un caso de otra foto, los invito a mandar comentarios y anécdotas personales que hayan tenido con Julia.

El mejor comentario/anécdota. a juicio del jurado, tendrá como premio un libro, el que se ve en imagen.

Casi me olvido de aclararlo, el juez será el autor de este Blog.

Otro sí digo: seguimos buscando una foto de otro prócer, Jorge España. Alguien la debe tener por algún lado.

Adelante con los comentarios/anécdotas.


Pepe López de Lagar:
Qué maravilla de persona, Julita. Siempre, por un motivo u otro, aparece en la conversación.

Allá hace tiempo, en las épocas de CONSAD, cuando la cosa subía de tono por alguna discusión, aparecía la palabra tranquila de Julia, que lograba apaciguar los ánimos. 
Qué linda época. Gracias Juanca por la linda foto que muestra la acostumbrada expresión de Julita.

Daniel Bronstein:
Conocí a Julia Oshiro cuando trabajaba en la Escuela ORT, en el "CEPED" Centro educativo de procesamiento electrónico de datos. Tal cual la describen, tranquila, sosegada, paciente y de alguna manera también le cabe el adjetivo "dulce".
Ella venía a procesar en la IBM 1130 trabajos de ACT, Asesores Científico Técnicos, la consultora de Manuel Sadosky y Rebeca Guber, donde también trabajaba Juan Chamero. Juan se abrió luego de ACT y formó CONSAD.
(Asi lo ví yo, operador programador Fortran IV en ORT. Si alguno tiene más u otra info, se agradece)

Ricardo Forno:
En realidad, no tuve mucho contacto con ella. Cuando se organizó el 4° Curso Intensivo de Ciencias de Computación, en Viña del Mar, ella fue de la partida.
En aquellos años (1973) las fotos se sacaban con cámaras analógicas, y yo tomé unas cuantas en forma de diapositivas, donde estaba Julia junto con otros. Me las pidió para copiarlas y me las devolvió tiempo después.
En este momento y lugar no dispongo de esas fotos, pero cuando vaya por Buenos Aires podría rescatarlas (las tiene uno de mis hijos en cajas ad hoc, junto con otras muchas). Sin embargo, no es fácil pasar de diapositivas a formato digital.


2016.12.01: Claudio Di Véroli: Anécdotas IV: Va cayendo gente al baile ... ¡de cabezas lectoras! ...

Claudio en su oficina en 1976
Ante todo quiero aclarar que para este anecdotario no solicité permisos de las instituciones y personas involucradas, y por lo tanto procuro mantener su anonimato. Son historias estríctamente verídicas, y ésta en particular seguramente le traerá recuerdos a más de un Dino/a.

Allá por 1974 trabajaba yo en un gran establecimiento industrial del Gran Buenos Aires (ver foto en mi oficina), donde "la" computadora funcionaba "24x7" y no daba abasto. En aquél entonces yo sabía bastante poco de hardware, pero me pidieron ayuda y allá fui:
Ejes con discos magnéticos
            Operador: Fijáte que hay cuatro "ejes" (ver foto) y en cada uno se carga un disco removible con platos magnéticos (ver foto). Ahora el proceso hará un "apareamiento" de dos archivos secuenciales en un disco ¡y se producirá el temido "baile de cabezas"!.
            Yo: ¡Qué notable! ¡Se las ve vibrar y se oye ese chirrido! ¿Hay acaso escasez de discos?
            Op.: No, en absoluto. Discos sobran ...
            Yo: ¿Y porqué no distribuyen los archivos en discos separados?
Cambiando discos magnéticos
            Op.: ¡Ah, no! ¡Eso no es posible! ¡La "Norma Operativa" establece que "cada sistema tiene su disco"!

Hablé entonces con el Jefe de Operación de la computadora:
            Jefe: Claudio, cambiar esa norma revolucionaría la administración de los procesos y sus backups: ¡nos traería serios problemas!
            Yo: Tengo entendido que serios problemas ya los tienen: ¿te animás a hacer un experimento?

Hicimos un par de pruebas, distribuyendo archivos de acceso simultáneo en ejes distintos. No lo podían creer cuando (como cualquier DINO bien sabe) el tiempo de proceso se redujo a menos de la mitad ... y sí: ¡cambiaron la "Norma Operativa"!

Abrazo

Claudio

2016.11.25: Claudio Di Véroli: Anécdotas III: Investigando en el Imperial College bajo la supervisión del Prof. Beale


Dirigía mis estudios (ver foto mía en la biblioteca en 1969) el gran estadístico David R. Cox. Cuando mi investigación se orientó hacia la optimización, Cox me asignó como supervisor nada menos que E.M.L. Beale (https://en.wikipedia.org/wiki/Martin_Beale). Beale venía al College sólo los Lunes: por la mañana dictaba clase y luego del almuerzo se quedaba dos horas durante las cuales, siendo yo su único supervisado, lo tenía a mi
entera disposición. Un increíble privilegio. 

Allá por 1970 un día le llevé un listado de computadora con más de 200 hojas atiborradas de números, resultado de un proceso de programación dinámica estocástica (ver foto del gráfico) para el mantenimiento óptimo de una flota de camiones a lo largo de 20 años, donde cada
Programación Dinámica Estocástica-
Gráfico por Plotter- 1971
hoja representaba valores mensuales. ¡Pero Beale no leyó ni una hoja! Se limitó a tomar el listado de costado, luego con el pulgar hizo correr rápidamente las hojas en poco más de un segundo y dijo: "¡Qué interesante! El proceso tiene oscilaciones con un período de unos 38 meses: Usted tendrá una idea de qué significa eso." Quedé boquiabierto: ¡38 meses era la vida media de un camión en el sistema! Además de la genialidad de estos grandes, su calidad humana se me manifestó en varias ocasiones. Yo no estaba demasiado seguro de mi capacidad, y fue para mí una sorpresa cuando un día Beale me dijo: "Matemáticos capaces de hacer desarrollos avanzados hay muchos. Usted tiene un talento distinto y muy poco frecuente, el de observar de la vida real un proceso complejo y expresarlo como modelo matemático del que sacar resultados útiles." Este episodio ínfimo me dió seguridad y aliento duraderos, que me ayudaron a enfrentar en los años sucesivos situaciones realmente difíciles ...

2016.11.22: Eduardo Vila Echagüe: Bases de Datos en la línea equinoccial

[Capítulo 11 de La Informática y yo]

Bases de Datos en la línea equinoccial
De regreso en mi país me asignaron un nuevo tema para investigar: las bases de datos. Para IBM este tema estaba íntimamente asociado con la llamada comunicación de datos, denominando al conjunto de ambos DB/DC (Data Base/Data Communications). Sospecho que si usara hoy estas siglas en el ambiente informático actual, todos se preguntarían de qué planeta viene este tipo.

Como ustedes ya saben, este tipo viene del planeta Tierra de la década de los 70, de donde espero provengan también algunos de mis lectores. Fue en esos años cuando se advirtió que incluso en los procesos en lotes no bastaba con haber traspasado los ficheros de tarjetas a archivos secuenciales en cintas y discos. Al cabo de poco tiempo nuevas aplicaciones requerían de datos adicionales. Si se le añadían nuevos campos a los registros de los archivos existentes, había que modificar todos los programas antiguos aunque no usasen los nuevos datos. Esto debido a que en los programas se especificaba el diseño de cada registro. Como esto podía ser muy engorroso, muchas veces se prefería generar un nuevo archivo que incluyera los campos nuevos y sólo los antiguos requeridos por la nueva aplicación. Ni qué decir que mantener sincronizados el archivo nuevo y el viejo era un dolor de cabeza que no se resolvía con un Geniol (jóvenes, pregúntenles a sus padres qué es eso).

Recuerdo que algunos años después me tocó ir a hablar del tema a la Empresa Nacional de Computación de Chile. Para ejemplificar les pedí el archivo de empleados. Ahí mismo se originó una discusión entre mis oyentes, porque unos tenían el archivo para sueldos, otros el que usaban para capacitación, por último estaba el que servía para los regalos a los hijos de los empleados en la fiesta de fin de año. No creo que el asunto se haya resuelto tan fácilmente. En las últimas elecciones (2016) el Registro Electoral incluía a un ciudadano de más de 140 años de edad y varios arriba de los 120. Parece que prefirieron abstenerse de votar, seguramente porque no pudieron levantar la lápida para ir a los comicios. Intuyo que el problema es que el Registro Electoral usa un archivo que no está vinculado con el de defunciones del Registro Civil.

Con los productos de base de datos de aquellos años se lograba independizar
la visión de los datos que tenían los programas de la estructura real de los
datos en los archivos. El CICS, por ejemplo, permitía seleccionar los campos a ver mediante tablas externas al programa. Pero lo más interesante era que se podía establecer vinculaciones entre los datos que ya no tendrían que ser manejadas por el programador. IBM utilizaba un modelo de bases de datos jerárquico implementado en el DL/1 en DOS y en el IMS en OS. Antes de que me pregunten les aclaro que no hubo nunca un DL/2, pero sí un OS/2 que no tenía nada que ver con aquel OS.

Había otros modelos en redes, de los que recuerdo el TOTAL, un duro competidor. Pero perdíamos el tiempo. A fines de la década vino un señor de apellido Codd que inventó las bases de datos relacionales y tiró al tarro de basura todos nuestros queridos productos.

Pero entretanto el tema me dio de comer y me entretuvo bastante. Me puse filósofo y me dediqué a pensar cómo se organizaba la información en el mundo real. Llegué a la conclusión que existían entidades cuyos atributos podían adoptar distintos valores. Entre las entidades podía haber relaciones uno a muchos (padres e hijos, aunque últimamente uno a pocos), uno a uno (esposo y esposa, excepto en países árabes), y muchos a muchos (clientes e ítems, a través de los pedidos). Todo esto existe desde mucho antes de que se inventaran las computadoras. Con estas ideas escribí un artículo (juro que no lo saqué de Google) y tiempo después lo presenté en un simposio de Ingeniería de Sistemas en Valparaíso. Después me enteré de que había sido mucho más apreciado por nuestros competidores que por la gente de IBM.
Estructura lógica

Mientras me paseaba por los clientes perorando sobre la nueva religión DB/DC, me salió la oportunidad de un viaje a Quito a apoyar a la IBM de Ecuador. El viaje no era fácil, porque en aquella época los aviones sólo podrían aterrizar allí en horas de la mañana. La ciudad está encajonada entre dos cadenas de cerros y siempre llueve al mediodía, al menos mientras yo estuve allí. En resumen, volé a Lima, pernocté en el hotel del aeropuerto y madrugué para llegar al ombligo del mundo a una hora razonable. La llegada fue bastante impresionante porque al aterrizar un veía pasar junto a las ventanas del avión los campanarios de las iglesias coloniales (déjenme que le ponga algo de emoción al cuento).

Me presenté en el edificio de IBM, donde el ingeniero de sistemas a cargo de la cuenta me dijo que el principal cliente interesado en base de datos era el Ejército. No puedo contarles de qué se trataba, porque podría haber algún peruano entre mis lectores. Ese mismo día hicimos una visita al cliente. El proyecto estaba a cargo de un capitán ecuatoriano, asesorado por un coronel del ejército israelí. Este último no sólo hablaba bien castellano, mejor aún, lo hacía con un marcado acento argentino. Es que había nacido y se había criado en Buenos Aires, seguramente a pasos del Hospital Escuela donde yo había hecho mis primeras armas. Quedamos en encontrarnos al día siguiente a las 9 de la mañana para ponernos a trabajar.

Mi ingeniero de sistemas me dijo que me pasaría a buscar al hotel a las 8:30. Allí estaba yo al día siguiente en la puerta, esperando que llegara. Dieron las 8:45 y no pasaba nada. Me empecé a poner nervioso, porque sabía, o más bien creía, que en las fuerzas armadas son muy celosos de la puntualidad. Finalmente me tomé un taxi y me presenté al cuartel. Pregunté por el capitán ecuatoriano y el coronel israelita y me hicieron pasar donde este último. Mi ingeniero llegó como media hora después, con algún pretexto inverosímil, y el capitán como a la hora. Imagínense como 'pelamos' la puntualidad de nuestros amigos ecuatorianos mientras esperábamos. Pero el coronel ya estaba acostumbrado y había aprendidos a ser tolerante, no en vano había vivido sus primeros años en Latinoamérica.

Por supuesto que aproveché para hacer turismo. La ciudad antigua, con sus iglesias recubiertas de láminas de oro, sus calles empedradas y sus indígenas vestidos como en tiempos de Atahualpa nos hacen creer que volvimos al siglo XVIII. Los indios son muy organizados. Cultivan los cerros casi hasta la punta, aprovechando que el agua cae del cielo. Me contaron que tienen caciques viviendo en Nueva York para negociar la venta de sus productos. Durante el fin de semana recorrí los alrededores y los vimos con sus vestidos domingueros, cada tribu con su traje característico y, eso sí, todos con sombrero, hasta los niños que apenas empiezan a caminar.

Por si fuera poco, desde la ciudad se ven dos enormes volcanes cubiertos de nieve, uno al norte y una al sur, el Chimborazo y el Cotopaxi si no me falla la memoria. También tenemos la selva a poca distancia, media hora y un par de miles de metros más abajo. Pero lo que más les gusta a los ecuatorianos es llevarnos a conocer la línea equinoccial, donde hay un monumento recordando que 200 años atrás un grupo de agrimensores franceses y españoles habían medido allí un arco de meridiano, comprobando con ello que el mundo es achatado en los polos, tal como lo había predicho mucho antes Isaac Newton. 

Estando allí supimos la noticia de que había muerto Perón, en ese momento presidente de Argentina. Fue curiosa la forma en que los ecuatorianos se acercaban a mí, los más jóvenes ofreciéndome sus condolencias, los mayores tratando de ver por mis gestos si manifestaba tristeza o alegría. La verdad es que no que podían saber lo que había sufrido mi familia durante la dictadura peronista, pero en ese momento mis sentimientos principalmente eran de preocupación por el futuro de mi patria. Sin saberlo entonces, también estaba afectando de alguna manera mi propio futuro.