Algo inesperado irrumpe en mi futuro
|
Fines del año 1959, en el Banco Francés e Italiano para la América del Sud (hoy Sudameris) |
Aquí
estoy, exultante frente a una tabuladora Bull en la cual finalmente había
conseguido que funcionara como debía el primer “tablero” que armé yo sola, sin
ayuda alguna.
Detrás se entrevé un equipo que estaba
conectado a esta tabuladora y funcionaba como unidad de cálculo de la misma.
Era de última generación, se le llamaba “computador” GAMMA 3 (hermano menor del
GAMMA 30 que ya manejaba todo el tráfico de trenes de París).
No recuerdo si este GAMMA 3 fue único en el
país, seguramente alguno de los Dinos pueda refrescarme la memoria.
Recuerdo que debía obtener una estadística de las operaciones que se
procesaban diariamente de cada sucursal del banco, para ayudar a redistribuir las asignaciones de
tareas del sector de perfo-verificación.
También hacía controles del rendimiento por
la cantidad de documentos procesados y el promedio de errores cometidos por las
operadoras y verificadoras (esto me costó momentos de incomodidad con varias de
mis compañeras).
Todos los documentos recibidos desde las
sucursales debían ser perfo-verificados, luego procesados en tiempo y forma para
poder entregar los resultados antes de la apertura de cada sucursal,
independientemente del horario de atención que tuviera y la distancia hasta
donde se debía transportar la información.
Los
tiempos eran muy críticos especialmente para las sucursales que abrían a la
mañana y las que eran lejanas, con varias horas de viaje para traer los
documentos y otro tanto para volver llevando la información necesaria para la
temprana apertura de las mismas.
Era estudiante de Medicina, pero por problemas económicos debí compartir mi
tiempo entre la facultad y el trabajo,
comenzando en 1958 como perforadora en el banco Francés e Italiano para la
América del Sud.
A los pocos meses, no sé si por buen o bajo
rendimiento en el puesto, me mandaron a realizar mis primeros cursos, todos
relativos a equipos de registro directo. Fueron de Clasificadora luego de
Intercaladora y finalmente Tabuladora, en ese orden. Mi instructor siempre fue
Leo Porreca.
Recuerdo aún la clasificadora que tenía un
tablero muy pequeño pero con grandes funciones. Además de la clasificación
simple de tarjetas permitía clasificar grupos formados por una tarjeta maestra que
arrastraba a todas las integrantes del grupo sin necesidad de que éstas
repitieran extensos campos de
reconocimiento.
Cierro esta etapa de mi vida ligada a BULL,
con una anécdota.
En 1961 hice los test para ingresar a un curso
de Assembler en IBM y apenas fui aceptada renuncié en el banco. Recuerdo que el
técnico que atendía el banco en aquel momento me preguntó porque dejaba BULL, que era para personas inteligentes y capaces, para entrar al mundo IBM, que era
para la otra gente. Queda evidente que no me convenció.
Quedan pendientes mis anécdotas con IBM,
NCR, BURROUGHS e UNISYS.
IDA BIANCHI
Ante todo debo agradecer a Luiggi que señala un error en mi escrito pasado, lo que me obligó a revisar mis papeles y debo corregirme, el curso de IBM 1401 al que asistí era de Diagramación, absoluto y SPS.