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29/09/2018: Club Palermo 28/09/2018: El placer se impuso al llanto


Queridos Dinos y Dinas,


Lo siento por la legión de ausentes de ayer viernes. Tuvimos un Club Palermo excelente. Es cierto que la U esta vez apenas fue una L. Que sumamos sólo unos veintipocos. Que del universo de Dinas sólo se presentaron dos de ellas. Tan pocas como para llorar, aunque vinieron dos de oro, que valen oro. Que el rosario de razones, peripecias, inconvenientes y pretextos arrancó lágrimas. Que la falta de noticias de unos cuantos colegas, otrora adictos, los enroló en ser protagonistas de sinrazones. Interrumpo para graficar estos sentimientos.


















Si hasta faltó el mismísimo Luca Repossi, cómo no llorar y llorar.

Del universo de Dinas sólo se presentaron dos de ellas.
Tan pocas como para llorar, aunque
vinieron dos de oro, que valen oro.
Pero no quieran saber los desertores, perdón, quise decir los ausentes, la calidad de la organización, inmaculada. Nuestro Master Hofmann está llevando las cosas a un nivel de perfección que no creo que tenga nada que envidiarle a alemanes, suizos o lo que sean. Sin olvidar que tampoco tuvimos nada que envidiar a italianos y españoles en cuanto a la cocina del día. Por de pronto, tuvimos el regreso triunfal de rabas y muzzarellas. Algo que muchos Dinos amábamos y que por algún tiempo extrañamos. Los mozos, misteriosamente adoctrinados, educados y eficientes, depositaban delante de cada uno de nosotros platos bien dotados con tal entrada. Cuando llegó mi farfalle era tal cual la foto de los moños que los tanos llaman mariposas. Me encantaron. El vino Malbec San Telmo era generoso y multiplicaba la conversación y la alegría. En mi barrio hablamos hasta por los codos. Puede que ayudados por la presencia de Eduardo Molinero, fuente inagotable de temas multivariados, inesperados y bien profusos. 

Pero me estoy descarrilando. Lo primero es lo primero, y fue sacarle la foto que le debía a Adolfo Drogue. Antes de hacerlo le pregunté cómo le caía que la camiseta de River apareciera como fondo de la imagen.
-Me parece perfecto, soy hincha de River.
Se notaba en él esa alegría y humor extraordinario que los simpatizantes del millonario estamos disfrutando por estos días.


Adolfo Drogue, portando alegría y humor
extraordinario, como buen "millonario"

En la entrevista de rigor le pregunté por cosas que no me había contado en la entrevista anterior y me habló de uno de sus hobbies, la pintura, con una anécdota especial. Hacen clic en el video arriba para escucharlo.

Las ceremonias oficiales del dia incluyeron Premios Dino para tres figuras bien merecedoras: José Fernández Pernas, Héctor Coppola y Hugo Scolnik. ¡Aleluyas y Felicitaciones para los tres!

 

Acá va el video completo que nos regala Adolfo Drogue, el Artista.
Muchas gracias, Adolfo!!


Nuestro Dinobedel anunció que en el próximo encuentro -fines de noviembre o principios de diciembre- se van a otorgar varios Premios Dino más. 


Será cuestión de darle prioridad a la fecha, que siempre se anuncia con bastante anticipación. Para evitar llantos de fin de año, ¡por favor!


Hice la recorrida habitual para sacar las fotos. 


Conversé largo y tendido con el Coco Solanas, sentado a mi derecha. Me comentó que se había presentado al Concurso 2018 de Clarín para la Educación. Lo interesante es el proyecto que presentó, Desarrollar la Creatividad. Y cuando empezó a contarme me fascinó.
-... hay un ejercicio basado en un chico en Estados Unidos que se quedó sin plata y le mandó un telegrama a su padre. Tenía plata sólo para tres palabras. Puso SEND MORE MONEY. "¿Cuánta plata pidió?" sería la pregunta para desarrollar la creatividad de la gente.
No lo entendí hasta que me lo hizo escribir en el papel que oficiaba de mantel en nuestra Cantina:
- ... se trata de una suma, cada letra es un numero del 0 al 9... tenés que descubrir cuáles son los números... te darás cuenta que la M es un 1.
Empecé allí mismo a resolver el acertijo y cuando ya llevaba descubiertos dos números más me interrumpió. 
-Ojo que te puede llevar como ocho horas. 
-Me encantan estos ejercicios, creo que en un rato lo tengo. 
Pero me dio la respuesta así que no tenía forma de probar mis dotes. Queda para l@s Din@s resolver el acertijo. ¿Cuántos dólares pidió el chico a su padre?
- ... el proyecto tiene ejercicios de Criptomtemáticas, otros de Pensamiento Lateral...
Coco desarrolló un programa que lo ayuda a generar estos ejercicios. Diccionario español incluido. ¿Interesante, no?
-¿Tenés algún ejemplo de ejercicio en español? 
-Sí, FELIZ DIA PROFE.
 Bueno, Din@s, tenemos dos ejercicios para poner a prueba nuestra Creatividad!

¡Gracias, Coco, siempre se aprende algo nuevo!

A mi izquierda estaba Eduardo Molinero. Sería imposible contar aquí todas las cosas de las que habló, interactuando, además de conmigo, con Mike Kurlat y Juan Carlos Chervatín, con detalles y revelaciones hasta ahora fuera de mi radar. Pero creo que vale la pena compartir lo de su novela policial. 

Eduardo asesoraba a Ciencias Exactas en temas jurídicos. Por lo que estaba  en contacto frecuente con Manuel Sadosky y más aún con Rebeca Guber, por la que tenía una admiración especial. 
-Yo escribí una novela policial. La protagonista se llama Rebeca. El personaje estaba basado en ella. Cuando se lo dije no lo podía creer.
Sabía de tu novela policial, Eduardo. Pero nunca la quisiste compartir. Ahora que nos contaste que está inspirada en Rebeca, será obligatorio que la des a conocer.
Espectacular esta edición de Club Palermo, pasamos del llanto al placer. Gracias Master, gracias Dinobedel, gracias todos. No se pierdan el próximo encuentro Dino, viene con más premios, ¡fiesta de guardar!

Un abrazo a todos.

Hernán

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19/09/2018: Eduardo Vila Echagüe: Computación doméstica

[Capítulo 33 de La Informática y yo]
Computación doméstica

Quizás a alguno el llame la atención que estemos llegando a fines de la década del 80 sin ninguna mención al computador personal (computadora en Argentina). La verdad es que yo estaba feliz en mi oficina con mi terminal IBM 3279 a color, conectado con un software maravilloso que corría en el mainframe bajo el sistema operativo VM/CMS. Era el Application System, que incluía un paquete estadístico que superaba con creces todo lo que ofrecen hoy las planillas electrónicas. Pero todo tiene su fin en la vida y un día me informaron que tenía que reemplazar mi terminal por un feo aparato llamado PC. Supongo que sería un procesador 8086, no recuerdo su tamaño de memoria y sí que tenía dos ranuras para unos disquetes similares a los que se usaban en los equipos de entrada de datos que casi 20 años atrás yo había ido a estudiar a Bruselas cuando aún trabajaba para IBM Argentina. Los disquetes se llamaban floppy en inglés, palabra que yo intenté castellanizar como 'falopa' pero no tuve éxito, no sé bien por qué.

¿Para qué servía el dichoso PC? Tenía un sistema operativo llamado DOS, lo que me pareció un sacrilegio porque así se llamaba el que usaban los memorables IBM /360 con que me inicié en la informática. Su única aplicación era el emulador 3270, con lo cual el aparato se comportaba como mi vieja IBM 3279, pero con gráficos mucho más feos. Me contaron que en Finanzas había una persona que usaba un programa llamado Lotus 1-2-3 que le permitía hacer toda la planificación de IBM en el PC, aunque éste era mucho más poderoso que el que me habían puesto.

Pero mientras esto sucedía en la oficina, en casa el panorama era mucho más interesante. A instancia de mis hijos, habíamos salido a comprar algo que hoy se conoce como consolas para juegos pero que en aquella época simplemente lo llamábamos Atari. Supongo que esto produce nostalgia en la mayoría de mis lectores no tan jóvenes. Conectábamos el Atari a un televisor en desuso, comprábamos juegos en el supemercado de la esquina, los poníamos en la casetera y esperábamos años a que se terminaran de cargar (solían fallar) y a jugar con nuestros hijos. Allí conocimos extraños personajes como Donkey Kong, Mario Bros y los fantasmistas de Pacman. Usábamos unos 'joysticks' que en realidad eran unas cajitas con una pequeña palanca con las que movíamos a los personajes en la pantalla. A mí lo que más me gustaba era el tenis con el que me sentía todo un Guillermo Vilas, culpa del cual siempre escribían mal mi primer apellido.
Manual de Atari Basic
Pronto descubrí que el Atari también era un computador. Usaba como lenguaje el Basic el cual, aunque desconocido para mí, no era tan diferente al Fortan que había usado un par de décadas antes. Aún conservo el manual de programación. Ingresé algunos programas de los que venían en las revistas Atari que se vendían en los quioscos, y mis hijos quedaban maravillados con las habilidades de su papá. Intenté también usarlo para mis cálculos astronómicos, pero pronto comprobé que mi calculadora programable TI-59 aún me resultaba más práctica. Sus tarjetas magnéticas eran mucho más amigables que la infernal casetera.


Campeona de Tetris
Los sucesores del Atari, los Nintendo y los WII, ya no tenían capacidad de programación, por lo que no tendrán lugar en estas páginas, pero reconozco que hasta el día de hoy usamos el WII para jugar golf con mi mujer. También apareció el Gameboy con su juego estrella, el Tetris, que mantuvo en trance hipnótico a toda la familia durante mucho tiempo, papá incluido.

Con la aparición del Windows los PC se hicieron más amigables. Reemplazaron los disquetes
antediluvianos por unos más chicos y elegantes con el doble de capacidad, 1,44 MB. A sugerencia de
algunos de los muchachos que trabajaban conmigo compramos para mi departamento el Microsoft Office de aquella época. Venía en unos 40 disquetes, pero lo curioso es que eramos casi los únicos que lo teníamos. Los de Finanzas seguían usando el Lotus y el resto sólo usaban el PC emulando pantallas; todo lo que se escribía se seguía haciendo en el PROFS del mainframe. Creo que las secretarias usaban el Word Perfect para escribir la correspondencia.

Finalmente los PC llegaron a los hogares. En 1992 aproveché una oferta de IBM para sus empleados y me compré un PS/1, Creo que la memoria era de 2MB y tenía una capacidad de discos de 85MB. Lo primero que había que hacer era sacar un respaldo del sistema operativo, ¡a disquete! Todavía conservo los 10 disquetes que se necesitaban, con los que he podido regenerar aquel primer Windows
en una máquina virtual.
El juego del Gorila
Traía un Microsoft Works con procesador de palabra, planilla de cálculo y una base de datos sencilla. Era lo bastante poderoso como para resolver la mayoría de los requerimientos actuales de una oficina, pero de qué hubiera vivido Microsoft si se hubiera conformado con eso. Para los niños no había mucho. Tan solo el Paint para hacer bonitos dibujos o un juego programado en QBasic donde un par de gorilas se arrojaban cáscaras de plátanos (bananas) entre un mar de edificios.

¿Recuerdan que los PC de aquella época tenían y todavía tienen pegada una calcomanía que dice 'Intel inside'? Esto fue la causa de un extraño episodio de mi carrera. Resulta que un día pidió verme un antiguo empleado de IBM que se había retirado antes de que yo llegara a Chile. Su negocio era el armado en Chile de Computadores Personales. Como las grandes empresas sólo compraban equipos de marca, su estrategia era hacer planes especiales para los empleados de las empresas, en conjunto con los respectivos Departamentos de Personal. Su idea era que la siguiente vez que la empresa renovara sus equipos, ya no exigirían que fueran de marca porque habrían comprobado que los que tenían en su casa funcionaban perfectamente y además eran mucho más baratos. Se veía interesante, pero ¿qué tenía que ver conmigo?

Es que este señor se había enterado de que entre mis múltiples responsabilidades yo estaba encargado de coordinar el negocio OEM de IBM en Chile. Por si no lo saben estas siglas significan Original Equipment Manufacturer. Lo usábamos en Chile cuando vendíamos equipos de otros proveedores como parte de nuestra soluciones, pero en este caso significaba exactamente lo contrario. Se refería a cuando se incorporaba tecnología IBM en productos de otros fabricantes, algo así como que el computador de su BMW incluyera chips nuestros. Como en Chile el mercado local es muy chico y exportamos productos como cobre, madera, vino o pescado con nula tecnología informática, yo no le había prestado atención al tema. Mi interlocutor había sabido que IBM fabricaba chips que se podían usar en los PC, y se le había ocurrido que sería una gran estrategia de marketing venderlos con la calcomanía 'IBM inside'.

El paso siguiente fue cuando me invitó a conocer sus oficinas y a sus socios, un par de ex-gerentes de IBM que yo sí conocía. En esa época yo aún no sabía lo fácil que era armar un PC tipo torre, que es lo que se compraba en las casas porque los portátiles eran demasiado caros. Años después armé el mío. No tenía ninguna ciencia, sólo requería un mínimo de habilidad manual. En las casas de computación te vendían el kit listo para armar, que incluía procesador, tarjeta madre, gabinete, discos, etc. Y salía mucho más barato que los PC que encontrabas en las tiendas. El sistema operativo era problema de uno, pero siempre había un amigo que te conseguía algo pirateado. No fue mi caso, ¡los gerentes de IBM no pirateábamos!

Pronto descubrí que lo que esta persona buscaba era algo más que comprarnos unos cuantos chips. Lo que le interesaba era tener algún tipo de relación institucional con IBM. La cosa podía tener sentido. ¿Acaso no habíamos comprado una empresa sólo para ganar mercado en los sistemas medianos? Y el mercado de computación personal era muchísimo más grande que aquel.

Cuando le conté el asunto a mi jefe se interesó, pensando que quizás era un gran oportunidad que no había sido visualizada por la Corporación. Justo en esos días se esperaba una visita del Gerente General del Área Latinoamericana, por lo que me encargó que le coordinara una visita a la empresa de la que estamos hablando.

Así fue como pocos días más tarde me encontré en un auto llevando a este prócer a ver la armaduría de PC en un barrio no tan santo de Santiago. Durante el viaje yo recordaba los secuestros a altos ejecutivos de empresas extranjeras ocurridos en Argentina algunos años antes, no siempre con final feliz, o simplemente temía que al bajarnos del auto nos asaltaran algunos cogoteros chilenos de esos que abundan en esos barrios. Puras aprensiones mías, el socio principal nos esperaba en la puerta de la fábrica, todo fue muy cortés y correcto. Para mí que había trabajado en la planta de Ford cerca de Buenos Aires, la fábrica no me impresionó mucho. Supongo que al alto ejecutivo tampoco, quien seguramente conocía las grandes fábricas de IBM alrededor del mundo. Lo cierto es que en el viaje de vuelta dijo algunas frases amables y posteriormente nadie se acordó más del asunto. Fue una suerte, porque tiempo después me enteré de que se habían producido diferencias entre los socios de aquella empresa y habían terminado todos peleados. ¡Imagínense que yo hubiera metido a la IBM en ese baile!

17/09/2018: Hernán Huergo: El Museo de Informática de la República Argentina: valió la pena

Me había avisado Adriana Schottlender unos días antes y me lo volvió a recordar en la semana. A mí y a unos cuantos Dinos: el viernes 14 de septiembre a las 16 horas visitaríamos al Museo de Informática de Carlos Chiodini, en conjunto con varios miembros de la Red Argentina de Periodismo Científico, RADPC (http://www.radpc.org/). Algo que no me pensaba perder de ninguna manera, me moría de curiosidad por conocer los detalles de un emprendimiento que el fundador nos había explicado en su visita al Club Palermo de mayo pasado. Así que a la hora señalada estuve allí, en Marcelo T. de Alvear 740.


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No me equivoqué. Valió la pena.

Carlos Chiodini es un apasionado por este tema. Hasta límites que pueden exceder la posible comprensión de humanos más comunes, me incluyo. Como docente especializado en planilla de cálculo un día tuvo la inquietud de mostrarle a sus alumnos cómo eran los equipos y el software de los 80. Empezó a juntar equipos de la época y de a poco su interés se fue extendiendo a más equipos y más antiguos. La colección empezó en su propia casa. Ya con hijos grandes casados, le quedaba lugar allí. Cuando la suma llegó a 600 equipos fue su eposa quien le dijo que era hora de que la colección empezara a mostrarse a la gente. Valía para museo. La idea nació en 2005 y la Fundación, burocracias y papeleos mediante, nació en 2010.
-Tenemos la famosa CEFIBA de Ingeniería, la de Ciancaglini, que todo el mundo pensaba que etaba destruida. Estuvo con nosotros a préstamo durante una semana en 2013 y tomamos el recaudo de sacar fotos, medidas y demás para realizar una réplica por si se "perdía", como las demás máquinas históricas que existieron en algún momento y ya no están. 
...En el caso de Clementina, que se desmanteló en 1970, sólo encontramos piezas sueltas, no teníamos ni siquiera fotos y dimensiones. 
Y cuenta con orgullo el proyecto que hizo con ayuda de universidades, de la misma Ferranti y de museos del Reino Unido. Presentaron en 2016 una réplica de la famosa Clementina.
Adriana Schottlender, Celina Abud y Carlos Chiodini
También nos transmite cierto desencanto de ser más reconocido en el mundo que en su propia tierra.
-Cuando armamos Clementina los ingleses estaban contentos, del lado de los argentinos prácticamente no vino nadie, ni el Ministro ni el Jefe de Gobierno.
...Un americano, me dijo: "Tengo esta guía de Nueva York, estás dentro de los treinta lugares que hay que visitar en Buenos aires". 
...Estoy en el puesto 63 dentro de los 178 museos e la ciudad.

 

Carlos Chiodini y Nora Bär
El museo luce deslumbrante, tiene dos pisos repletos de equipamientos. La disposición de las vitrinas, la iluminación de cada una, la cartelería, llaman la atención y la pregunta salta, incontenible: ¿Cómo se soporta económicamente todo esto? La respuesta suena a milagro inexplicable.
-Sale de este bolsillo -dice Chiodini, palmeando el suyo-. Tenemos una única ayuda, IBM, una vez por año. Nos votan para un premio anual que significa $54.000. Es el alquiler de un mes. 
Celina Abud, Matías Loewy, Ricardo Golderberg,
Nora Bär, Adriana Schottlender y Carlos Chiodini
Supongo que lee el asombro en nuestras caras cuando agrega:
-Una cosa importante es la pasión que pongo en esto, la segunda es mi esposa. 
Es uno de los cinco museos de importancia mundial dedicados a la Informática y el segundo de ellos en patrimonio. Pasión de una persona, secundada por su mujer, Alicia Murchio.
-Bueno, los dejo con Antonella, que les va a mostrar nuestra Exposición de Juegos.
Imagen tomada de la página
 
http://museodeinformatica.org.ar/
Antonella: "Este es el primer videojuego
de la historia, 1958, un osciloscopio,
Tennis for two, de William ..."
Antonella Mainini es una de las voluntarias de la Fundación. Una millennial, hoy 25 años, el padre era técnico de computación y se vio rodeada de computadoras y equipos para videojuegos desde su más tierna infancia. 
-Nuestra pasión era juntarnos a jugar con mis primos y amigos con todos los videojuegos que podíamos. Cuando me enteré de que había una oportunidad de ser voluntaria vine volando y después convencí a mi pareja de sumarse también como voluntario.
Una clase maestra sobre Videojuegos
Y a continuación comienza una conferencia fuera de serie de la historia de los video juegos. ¡Espectacular! ¡Felicitaciones!

-Este es el primer videojuego de la historia, 1958, un osciloscopio, Tennis for two, de William ...  
Antonella Mainini con el cronista

...Atari fue el primer gran éxito de la 1ra generación. Todo el mundo tenía Atari. En el 83 Atari tuvo una crisis enorme.  Super producción de Pacman. Pero lo que más la complicó fue ET.
-¿ET? -preguntamos todos. 
-La película fue un furor y Atari quería sacar un juego. Pidió derechos de autor, consiguió programadores y en pocos meses salió. Algo tan malo, que no lo compró nadie. Un desastre. Hay un mito urbano que dice que enterraron todos los juegos sobrantes en el desierto. 
Valeria Román y Liana Lew
...Hubo un parate y entonces apareció Nintendo en el tema videojuegos. Con una gran campaña de marketing lograron ventas y el mercado de videojuegos renació. Después apareció SEGA, 2da generación, con mucha calidad pero poco éxito, poco marketing. Nintendo saca nueva versión, y en Estados Unidos y Japón barrió con el mercado. 
Y no les cuento más porque vale la pena que vayan y la escuchen en directo. Sólo algunas frases que escuché cerca del final de su clase maestra:
Ana Piccin y Valeria Román
-En la Argentina Sony ganó todos los premios con la Play Station 2. En Estados Unidos ganó terreno Microsoft con la XBOX. En Japón Nintendo y Sony están siempre a la par.
...En la siguiente generación tenemos la Play Station 3, la XBOX 360, la Nintendo Wii. 
¡Muchas gracias, Antonella!

La identifiqué en seguida. Estaba atenta a todo y caminaba el lugar como una dueña de casa. Fui a entrevistarla: Alicia Murchio de Chiodini, Cofundadora.
-¿Cómo se explica todo este milagro, Alicia?
Alicia Murchio de Chiodini, Cofundadora

-Los hijos grandes, teníamos lugar. Carlos enseña planilla de cálculo, empezó a juntar equipos y piezas de computación, mucha gente le traía equipos. Así llegó a tener 600 equipos. "El día que entre una computadora a nuestro dormitorio se acabó…", le dije entonces. "Carlos, esta es una colección que tiene que ver la gente". Entonces empezamos con la idea de la Fundación… 
-Carlos te nombró a vos como factor fundamental de éxito. 
-Lo primero y más fundamental es que él es un apasionado. Yo lo acompaño.
 Alicia Murchio es Licenciada en Filosofía y docente en Idiomas
-Hace dos años dejé la docencia para dedicarme de lleno a la Fundación... 
...Me interesa la parte antropológica. Viene gente súper interesante. Estás explicando algo y alguien te interrumpe para contar cosas que vivió.

Juan Carlos Angió y Hernán Huergo.
Las cintas me traen recuerdos de medio siglo.
Carlos Tomassino y Ana Piccin
Uno de los cinco nietos de los Fundadores
El segundo piso está dedicado
actualmente a videojuegos vigentes
Muy pero muy bueno, Carlos y Alicia, Alicia y Carlos. Resultó una sorpresa que excedió mis expectativas. ¡Felicitaciones y gracias! Fue un placer.

¡Felicitaciones y gracias, Carlos y Alicia! Fue un placer.

Adriana Schottlender informa quiénes aparecen en la foto.
De izquierda a derecha:
Parados
Blas Ingiulla,  joven de 22 años, programador y desarrollador de videojuegos. Es el ideólogo y organizador de la primera y segunda Train Jam Argentina que se realizó en el 2017/8. Se trata de crear video juegos en el tren, mientras va de Retiro a Córdoba. Viajaron 50 desarrolladores que crearon 15 nuevos videojuegos durante el viaje. 
Ana Piccin, DINA.
Ricardo Goldberger, Comisión directiva RADPC - Vocal 
Juan Carlos Angió, DINO - computador científico Nro 1. 
Alicia y Carlos Chiodini, dueños del Museo de informática, presidente y vice de la fundación.
Hernan Huergo, DINO 
Intermedio:
Matías Loewy, Comisión directiva RADPC - Vocal , ex presidente
Celina Abud, Comisión directiva RADPC - revisora de cuentas 
Sentados:
Jorge José Ardoino, DINO
Adriana Schottlender, Comisión directiva RADPC - Secretaria
Nora Bär,  Comisión directiva RADPC - Presidenta
Liana Lew,  DINA computadora científica Nro 4  
Valeria Román, Ideóloga y fundadora de la RADPC
Víctor Ingrasia, Comisión directiva RADPC - Tesorero

Y también estuvo presente (no en la foto) Carlos Tomassino, DINO