Recordemos
que en octubre de 1985, Marty (personaje interpretado por Michael Fox
en la película “Back to the Future”) viaja 30 años hacia el
futuro en un automóvil preparado por el científico Emmet Brown y se encuentra en el 2015 con un montón de maravillas
tecnológicas pero NO están las dos del título.
Llamó
mi atención porque Internet en su período Dino y los teléfonos en su período
Arco ya estaban allí.
Tengo
una historia y dos anécdotas sobre Internet y otra anécdota sobre los Teléfonos
Inteligentes para contar.
Primero la Historia
En
marzo de 1974 le piden a Víctor Savanti (ya presidente de IBM Argentina) que
mande al Headquarter de IBM en Nueva
York a su gerente de productos para analizar, junto a otros cuatro representantes de países (no tan) periféricos
(Australia, Brasil, España y Sudáfrica, que yo recuerde), el lanzamiento de una Computadora
que estaban diseñando. Hasta ese momento el análisis se había hecho sólo
para los mercados centrales: USA, Canadá, Japón y la Comunidad Europea (que
entonces eran solo 5 países).
Como
la gerencia de productos era una de mis responsabilidades, Víctor me envió.
Lo realmente
interesante de esa experiencia fue cuando nos
explicaron porqué lo hacían y la Visión del Futuro que tenían: Habría una convergencia de la
informática con las telecomunicaciones.
Las aplicaciones que
surgirían de esta convergencia serían Banca Electrónica, Correo Electrónico,
Diario Electrónico, Compra Electrónica, Trabajo Remoto, etc., etc., o sea INTERNET,
y todavía no se había desarrollado la PC (1977), ni los servers y la conexión
de la terminal (boba) con la computadora se hacía punto a punto con un par de
cobre a 1200/2400 baudios.
Pero
como todas las cosas, imperceptiblemente, casi sin darnos cuenta, avanzábamos
en todos esos frentes:
Por
aquel entonces Susana Harriague, la Gerente de la Biblioteca de IBM Argentina,
usaba el KWIC (Key Word In Context) un programa basado en el algoritmo desarrollado (1958) por un computador
científico de IBM, Hans Peter Luhn, que de alguna manera es el “dino” de
los buscadores modernos.
En
1981 IBM desarrolla junto con AMOCO el PROFS (Sistema Profesional de Oficina),
que era un e-mail que nos conectaba entre nosotros alrededor del mundo y que se
llegó a comercializar para uso in house.
La primera Anécdota sobre Internet
En 1979 vivo un año en Estados Unidos. Allí conozco
a un inglés, Terry, recién llegado, que también trabajaba en IBM y estaba
casado, oh casualidad, con una compañera
de colegio de mi esposa, y nos
hacemos amigos. En ese año se produce la segunda crisis del petróleo, y hay
racionamiento en la venta de nafta. Todo quedaba entre 3 y 20 millas de nuestra
casa (colegios, correo, supermercado, banco, trabajo, etc.) y no había
transporte público.
Un
día, charlando con Terry, le digo: la escasez de combustible está para quedarse, la gente va a tener que
dejar el suburbio y volver a vivir a las ciudades. Él me contesta: te equivocas,
Juan Carlos, la solución como todas las soluciones de esta sociedad va a ser
tecnológica, van a hacer todo desde su casa (él ya manejaba por entonces su
cuenta bancaria en forma remota). Me acuerdo entonces de 1974, le cuento la Visión
que nos habían explicado y le digo: “Terry, you are wright”.
La segunda Anécdota sobre Internet
En 1994/5, cuando el Internet
ya existía pero era de iniciados (nerds) y no de chicos de primaria como hoy, y
los usuarios se contaban por escasos miles, un conocido periodista económico me
entrevista estando yo ya en Telecom, y me hace una pregunta que me lleva a
contarle aquella experiencia de 1974. Él va poniendo cada vez más cara de
sorpresa, y cuando termino me hace una pregunta inesperada: “¿Y vos te
sorprendiste en aquel entonces?”.
Me quedé pensando, esa era una pregunta que nunca
se me había ocurrido hacerme a mí mismo, y la contestación real y honesta fue: “No, sorprendido no, sabía que era cuestión de
tiempo, porque era tecnológicamente posible. Pero deslumbrado sí, se nos abría
un mundo, una civilización diferente”.
La tercera Anécdota
sobre los Teléfonos Inteligentes
Ocurre cuando éstos todavía eran Dinos, pero ya
habían salido de su fase Arco.
Era 1996 o 1997 cuando me
viene a ver el Gerente General de Telecom Personal, Marcelo De Carli:
–¿Tenés un minuto, Juan Carlos?
–Sí, dale, pasá, ¿qué querés?
Mostrame tus dedos, mostrame tu celular. |
–Necesito que me autorices una inversión para SMS.
–Mostrame tus dedos, mostrame tu celular. ¿Cómo vas
a escribir con esos dedos gordos en esas teclas chiquitas? No me jodas, no es ergonómico,
no tiene potencial de crecimiento.
A la semana se vuelve a asomar y la escena se
repite salvo que no le pido que me muestre los dedos ni el teléfono.
Una semana después se vuelve a asomar (Marcelo tiene esa virtud, cuando cree tener razón no se da por vencido, lo que te obliga a repensar tu decisión) y antes que abra la boca le digo:
–¿Cuánto necesitás?
Me lo dice.
–¿Nada más? Traeme que te lo autorizo, si fracasa
no te lo voy a echar en cara, pero no me pidas más si no anda.
Es bastante sabido que anduvo.
La contestación, si alguien me hiciera hoy la misma
pregunta que me hizo aquel periodista en el año 1994/5 –¿te sorprendiste?–,
sería: Sorprendido sí, aún hoy sigue siendo
ergonómicamente incómodo, al menos para mí (aunque no para
mis nietos que escriben con los dos pulgares a toda velocidad). Deslumbrado no, el Teléfono Inteligente era y fue
tecnológicamente posible.
- Ricardo Forno2 de noviembre de 2015, 11:37Muy buenas anécdotas!