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2016.11.04: Rodolfo Naveiro: Ha muerto Esteban Di Tada

Ha muerto Esteban Di Tada.
He quedado tan afectado que hasta ahora no he podido expresar cuanto lo siento.

Voy a intentar evocar su recuerdo sobre lo mucho que me ha enseñado.

Muchos se han referido  a  su actuación como brillante profesional de la informática, y de su enseñanza como docente de la UBA y cabeza de la Universidad de Palermo.

Yo tuve ocasión de conocerlo cuando se me ocurrió la peregrina idea de solicitar un lenguaje de programación para resolver un problema que planteaba la multiplicidad y complicación de los cálculos de incentivo de jornales de una gran empresa y a él tuvo la audaz idea de escribirlo.

Ya he mencionado esto en una conversación anterior (véase...). Pero hoy quiero referirme a algunos aspectos de su vida que lo pintan claramente y  que él me contó durante una comida del Bit 40.

El padre de Di Tada era músico y vino a la Argentina para tocar en una orquesta.

Tuvo varios hijos que también fueron músicos y tocaban en orquestas.

Pero Esteban, el menor, vio que sus posibilidades en esta carrera eran limitadas y buscó algo mas práctico: estudió para el doctorado en Física.

Su capacidad lo llevó a lograr una beca en París y allí descubrió que su futuro estaba en la ingeniería y se recibió de ingeniero en Francia.

Desde esa nueva posición se fue introduciendo en el novísimo campo de la computación que lo llevó al cursus honorum que otros han mencionado.

Durante las comidas (primero cenas y después almuerzos) tuve la suerte de conversar con él sobre los múltiplas fases de sus conocimientos. No era brillante sólo en la computación sino también las matemáticas y su historia, la música, la filosofía, la vida universitaria, de la que hablaba en un grupo con Hugo Scolnik, Raúl Saroka y otras eminencias.

Un tema en el que descollaba era la historia de teoría de los números  y la perplejidad de Pitágoras y su escuela ante la evidencia de que existían números que no eran como los demás: naturales, negativos, enteros, fraccionales.

Tan perplejos estaban los pitagóricos con esos números traviesos que prohibieron darlos a conocer al público: los proclamaron no esotéricos, no para el público.

Sólo recién a fines del 1800 se pudo hablar de ellos pero aún no existen para el gran público.

Es así como es conocido que hay números que no se pueden escribir exactamente en ningún sistema y llamamos irracionales, otros imaginarios cuyos cuadrados son negativos, los primos que no pueden expresarse como producto de enteros...

Números traviesos y maleducados que no se comportan como lo dicta el recto arbitrio.

Sobre este tema hizo publicar un excelente trabajo en la revista de la Universidad de Palermo.

En un tema análogo, los sistemas caóticos: recuerdo que a un artículo de Lauría (otro brillante con el que lamentablemente  no contamos en nuestras reuniones por lo distante que vivía) algún cuentaporotos contestó que no puede haber sistema caótico porque el sistema consiste en excluir el caos.

Pobre! No  pudo ver ni el sistema jurídico ni el social y casi el sistema solar...

De todo esto conversará hoy Di Tada con las otras mentes brillantes que en el mundo han sido.

Para terminar con la palabra de otro grande: Hay más en el cielo y en la tierra que lo que puede soñar vuestra filosofía (Shakespeare por boca de Hamlet).

1 comentario:

  1. Repito el comentario que le hice a Rodolfo
    Estimado Rodolfo
    Conocí mucho a Esteban pero no sabía que su papá era músico.
    Yo conocí al papá de Esteban, a don Ismael Di Tada Paz quién fue, a la sazón, maestro mío de 6to. Grado en el Colegio del Salvador.
    Era un maestro extraordinario que nos preparó muy bien para la “aventura” de la secundaria.
    Pero por sobre todo, era una gran persona, de porte impecable y de meridiana claridad en el desarrollo y explicación de los temas.
    Siempre dije que de tal palo tal astilla, y Esteban era digno hijo de aquel orgulloso maestro.
    Esteban fue además, uno de mis primeros Jefes, allá por los años 60 en Bull.
    El me mandó a Francia a estudiar y a trabajar y desde entonces, compartíamos el gusto casi fanático por París, ciudad a la que hace poco, tuvo la dicha de ir con sus hijas.
    Tenía una familia muy linda, a pesar de la pérdida lamentable de un hijo hace unos cuantos años.
    Nietos y bisnietos completan una descendencia muy linda que conocí el día del entierro.
    Por todo ellos es que Esteban se sentía tan orgulloso de la familia, de su vida y de sus amigos.
    Gracias por tu recuerdo.
    Un abrazo y, si Dios quiere, nos veremos en el próximo encuentro de Dinos y Dinas, para brindar por Esteban con la sonrisa que nos provocará siempre que lo recordemos.
    Cordialmente
    Pepe

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