Autor del Blog: HERNÁN HUERGO

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2015.08.24: Enrique Draier: 1969, cuando Olivetti me mandó a Europa por 15 días …

Eran los tiempos de la Revolución Argentina, la del General Juan Carlos Onganía, la que había derrocado al Dr. Arturo Illía con la complicidad del peronismo, la que había prohibido la enseñanza del Algebra Vectorial por sus connotaciones eróticas, la de la noche de los Bastones Largos, la del desmantelamiento del excepcional claustro de profesores de la Universidad de Buenos Aires.

Desde fines de 1965 trabajaba en Olivetti Argentina, habiendo pasado un tiempo en Brasil en 1966 en el área de Telecomunicaciones y al regreso quedé a cargo del área técnica, organizando el Servicio Técnico en todas las sucursales , pasando luego al sector comercial para formular los proyectos y propuestas de telecomunicaciones , inicialmente se trataba de Centrales Telegráficas Automáticas para tráfico con Teleimpresoras , se agregaron  las terminales de computación, siendo la más destacada la TCV 250 una de las primeras terminales con pantalla de video y el Vector 5000 una minicomputadora para procesamiento de mensajes  en la modalidad de “store and forward”.

En 1967 Ferrocarriles Argentinos (FFAA), dirigida en ese momento por los generales Demarchi y Caballero, el primero hijo de un ferroviario que sabía conducir locomotoras, buena gente, con buenas intenciones. Decían , ya en esa época  que se perdía 1 millón de u$s por día. Un viejo Contador de FFAA me explicaba que si se contabilizaba el transporte ferroviario del petróleo de YPF, los vinos de Giol, la correspondencia postal del Correo Argentino, los traslados de las fuerzas armadas y de seguridad, todo ello estatal, tales pérdidas no existían.

La gran oportunidad de mejora se encontraba en el transporte de cargas. Fueron invitadas todas las empresas del área de computación y finalmente quedaron pre-seleccionadas IBM y la alianza de Bull y Olivetti. El muy querido y recordado “tano” Guerrini representaba a Bull y yo a Olivetti en ese proyecto. El acuerdo era que los equipos centrales eran Bull y la periferia Olivetti.

Del relevamiento que efectuamos surgió que, en promedio un vagón de carga circulaba 1 día, cada 20 días, no había un inventario de vagones y locomotoras y varios vagones tenían el mismo número de serie/identificación y nunca se sabía donde estaban y si estaban disponibles para transportar carga. Además de una ausencia total de gestión, había diversos ejemplos de corrupción, por ejemplo el  acuerdo de los corralones de materiales con los jefes de estación, no se liberaban los vagones hasta que se hubieran vendido y entregado todas las bolsas de cal y cemento que se transportaban en los vagones de carga del ferrocarril.

A fines de 1968 llega a Buenos Aires el Director de Marketing de Olivetti (Italia) y ofrece a las autoridades de FFAA presentar una propuesta para gestionar el transporte de  carga por computadora, como Olivetti ya lo había hecho para los Ferrocarriles Franceses (SNCF). La propuesta fue aceptada y el mencionado Director anunció que enviaría a Europa al Ing. Draier (todavía no me había recibido de Ingeniero) y en 15 días regresaría con la propuesta.

Con 27 años, con Gladys mi señora embarazada de Fernando, nos fuimos a Italia, llenos de ilusión, pensando que tal vez ese sería nuestro único viaje a Europa. Era Enero de 1969 y nos alojamos en el Albergo EdendeIvrea, una pequeña localidad entre Torino y Milano, con vista a los Alpes, no mucha, porque estuvo nublado y con niebla hasta mediados de Abril y hacía un frío tremendo. Con la ayuda de una secretaria argentina y con la excusa del embarazo de Gladys, logramos que nos asignaran un Fiat 1500. Eran muy escasos y no estaban disponibles ni para los mayores jerarcas extranjeros cuando visitaban las oficinas centrales de la compañía. Todos los viernes Gladys me esperaba con un bolso y cada fin de semana conocíamos un lugar distinto, todos maravillosos: Venecia, Florencia, Torino, Milano, Bergamo, Brescia, Gresonney en la montaña y algunos pueblos pequeños perdidos entre las montañas. Un recuerdo imborrable para toda la vida.

Habían pasado 2 semanas y no había logrado ningún material sobre el proyecto de los Ferrocarriles Franceses y le propuse a mi jefe italiano, cortar por lo sano y directamente viajar a París y reunirnos con los responsables del Proyecto. Por suerte aceptó mi propuesta y nos fuimos a París por primera vez y desde entonces que amo entrañablemente a esta bellísima ciudad. Después de varios días y producto de nuestra insistencia, finalmente conocimos la realidad del aporte de Olivetti al proyecto de la SNCF. Un vendedor nos dijo que todo lo que Olivetti había hecho era entregar a una consultora francesa un folleto de las terminales de Olivetti. OOOOOOPS !!!

Regresamos a Italia y yo estaba desesperado, y le dije a mi jefe italiano que no podía regresar a Argentina sin el Proyecto comprometido por el Director de Marketing. Acordamos que me ocuparía de investigar que soluciones había en el mercado en ese momento y a partir de allí formular una propuesta. Fue apasionante, profesionalmente, estudiar y proyectar soluciones para las cuestiones de Transporte es absolutamente fascinante. Estudié los ferrocarriles italianos, japoneses, norteamericanos y los españoles, para lo cual viaje a España y conocer in-situ los proyectos y realidades de RENFE. De paso visité un matrimonio amigo, fui a las corridas de toros, fumando un puro en la tribuna y además, varias expediciones de tapas por Madrid.

Proyecté un Sistema de Control de Tráfico de Cargas basado en el Vector 5000 que consistía en asociar a cada vagón: el lugar en se encontraba y su estado ( a la carga, a la descarga, en viaje, en reparación, etc.) y en función de la demanda de vagones organizar, en forma centralizada los trenes  y sus partidas y llegadas. A los italianos les encantó la solución y me pidieron que hiciera presentaciones de la misma a gente de los mas diversos países ( México, Polonia y otros).

Estando en Italia me pidieron que formulara un proyecto para ENTEL para la gestión de las llamadas del 114 (pedidos de reparación) y el Sistema de Control de Tráfico  para la Fuerza Aérea, todos con Vector 5000. Curiosamente, de todos estos proyectos, este último fue el único que se implementó, y funcionó durante 30 años en Ezeiza. 

Socialmente el grupo de extranjeros nos reuníamos frecuentemente y siendo todos jóvenes la pasábamos muy bien, cada uno con sus historias y experiencias. También teníamos lazos de amistad con nuestros colegas italianos, hasta el día que me ofrecieron una posición en el Marketing Internacional. Desde ese momento hasta que rechacé el ofrecimiento por razones familiares ( mi padre había fallecido en Marzo y quedaban en Buenos Aires mi madre y una hermana 10 años menor) no me dirigieron más la palabra, a pesar de que la responsabilidad ofrecida no competía con la de mis colegas italianos, ni implicaba una posición jerárquica por sobre ellos. Comprendí en esa oportunidad que la Argentina es un país y una sociedad muy generosa con los extranjeros y que no es así en otros lugares del mundo, en particular en Europa.
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El 24/08/2015 a las 16:04, Pepe Lopez de Lagar escribió:

Muy linda historia, Enrique.
Lindo el recuerdo de aquella época. Del Tano Gruirrini (mi jefe y amigo durante mucho tiempo), de los FFAA, de la Olivetti y todo lo demás.
No sabés cuántas cosas que tenemos en común de aquel entonces y que descubrí leyendo tu nota.
Tenés que venir a los almuerzos. Son un lugar de recuerdos, anécdotas y de amistad.
Te mando un abrazo grandote
Pepe
 Blogger Carlos Florentino dijo...

Estimado Enrique, cuantos recuerdos traen a mi mente este relato tuyo. En 1969, Octubre para ser más preciso, yo ingresé en Philips como programador y fue allí donde te conocí. Deber haber sido en 1970, 71 o 72. Te recuerdo trabajando con largo listados sobre nuestra flamante /360 de IBM, liquidando salarios para no se que gremio que atendías personalmente con tu incipiente consultora. ¿Lo recuerdas tu?
Luego de esto vinieron numerosos éxitos profesionales, que quienes te conocen saben muy bien de ellos.
Como ya lo han dicho, sería muy bueno reencontrarnos en los almuerzos que nuestro querido Carlos organiza.
Un gran abrazo Carlos Florentino
25 de agosto de 2015, 10:18

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