Hugo Studnitz e hija |
LORAL
El proyecto lo desarrollamos entre Daniel
Braniss y yo con el control muy cercano de Esteban di Tada. Recuerdo que yo
había hecho una “simplificación” en el analizador y me mandó a “buscar en los
libros para quitar esa burrada…”!
Daniel era el de esas bromas que cuenta
Rodolfo Naveiro (el monitor del sistema se llamaba MONITO, por eso de los
nombres de variables de seis caracteres… y las rutinas iban cambiando I por 1 y
O por 0 con lo cual si uno estaba poco concentrado confundía todo). Daniel
tenía en su coche, en la tapa del baúl, un cartel bien grande que decía “/*”!.
Hoy se está jubilando en la Universidad de Jerusalem.
Visto desde la actualidad, LORAL sigue
siendo una excelente solución, en la que los usuarios finales, no informáticos,
realizan la “programación” de los algoritmos, en castellano, en forma legible y
comprensible. Como era un lenguaje interpretado no hacía falta “linkeditar”. La
“compilación” era muy corta ya que los programas típicos tenían tres o cuatro
renglones.Con los recursos actuales se podría usar en una PC usando una DLL!
(una link pack área del usuario para los memoriosos de OS360), pero en esas
épocas no había links dinámicos…El nombre del programa Loral que debía
interpretar los datos se armaba con la sección y la operación, con lo cual era
factible agregar todo lo que fuera necesario en forma gradual.
El compilador y el intérprete estaban
escritos en Fortran, por lo cual ante un cambio de sistema operativo o de
equipo había que ajustar las variables externas y recompilarlos.
Debo reconocer que mi expectativa era que
hubiera un “asesoramiento permanente” para hacer mantenimiento y mejoras, pero luego del período inicial de
seis meses luego de la entrega, nunca hubo necesidad de ese servicio. Mal
negocio!
APL en Ingeniería
Tal vez Ricardo Forno se haya preguntado
por qué no hubo gran uso de ese servicio que era gratuito: como APL requería
usar la línea telefónica y ese era un recurso escaso, la secretaria del
departamento de Computación hizo instalar la terminal en su despacho, con lo
cual el acceso a la misma era absolutamente restringido. Cada tanto Guido
Vassallo iba y la ponía a graficar alguna función para generar el ruido molesto
de la impresora y tratar que se convenciera que había que ponerla en otro
lugar. Vano intento!
El trofeo
El trofeo en esas épocas era tener “la
tabita verde de la 360” en original, y un segundo premio era tenerla
fotocopiada. Era la envidia de los no iniciados y una especie de pasaporte al
exclusivo club de los “de computación”!
Daniel Bronstein dijo...
Caramba!!!!
Daniel Bronstein dijo...
Caramba!!!!
Tantos años teniendo un trofeo en casa sin saberlo!!!
Buscaré ese cartoncito verde plegado y, si lo encuentro, lo enmarco y cuelgo en la puerta de casa.
Gracias Hugo.
¿Puede que en otra galaxia me hayas prestado un original librito de Dijkstra, Structured Programming, forrado en un plástico transparente?
Si es el tuyo, aún lo tengo.
En esa época yo estaba con Nora Kornblihtt.
Daniel
Buscaré ese cartoncito verde plegado y, si lo encuentro, lo enmarco y cuelgo en la puerta de casa.
Gracias Hugo.
¿Puede que en otra galaxia me hayas prestado un original librito de Dijkstra, Structured Programming, forrado en un plástico transparente?
Si es el tuyo, aún lo tengo.
En esa época yo estaba con Nora Kornblihtt.
Daniel