Se formó como ingeniero aeronáutico (especializado en control) en la Escuela Superior de la Aeronáutica en París, Francia, después de lo cual se especializó en informática mediante una Maestría en Ingeniería Eléctrica de la Universidad Purdue, en Indiana, Estados Unidos.
A partir de la década de 1960 y hasta
Esteban Di Tada (imagen tomada de su Facebook) |
Y es en 1971 cuando sucede un hecho que lo convierte en centro de una transformación radical para la enseñanza de la computación:
Luego de la Noche de los Bastones Largos, la carrera de Computador Científico de la UBA había comenzado a sufrir una fuerte injerencia de IBM: en Programación I, por ejemplo, se enseñaba la cartilla de Assembler de la IBM/360. En 1971 los estudiantes de Programación I se negaron a seguir cursando lo que consideraban que constituía más una materia de un curso profesional de programadores de mainframes IBM que parte de una carrera universitaria: levantaron el curso y se negaron a seguir concurriendo a clase. Los profesores de la materia (que además eran ingenieros de IBM) presentaron sus renuncias. Dado el prestigio que tenía el grupo del Centro de Cómputo de la Facultad de Ingeniería dirigido por Esteban en cuanto a lo avanzado de sus experimentaciones y a la independencia respecto de empresas, las autoridades del Departamento de Matemáticas de Exactas lo invitaron a dictar Programación I a partir del segundo cuatrimestre de 1971. Lo que Esteban y su colaborador Luis Trabb organizaron en Exactas fue un curso en el que se veían las construcciones estándar de un lenguaje usando ALFA para expresar su semántica operacional (cómo representar los distintos pasajes de parámetros, por ejemplo), también estructuras de datos y ¡hasta máquina de Turing! Posiblemente estos contenidos, pensándolo retrospectivamente, fueran demasiado avanzados para una segunda materia de programación, pero era tal el entusiasmo y el aire fresco que transmitieron que nadie dudó en ese momento en abrazar calurosamente la iniciativa, era realmente un emprendimiento audaz. Esteban y Luis dieron ese curso y además organizaron clases para docentes, a quienes incitaban a estudiar lenguajes formales y autómatas. También trabajaron en la propuesta de un nuevo perfil para la carrera de Computador Científico. En 1973 Luis Trabb viajó a Stanford a estudiar con Donald Knuth. Todos estos experimentos renovadores se terminaron en 1974, con la misión Ivanissevich en la Universidad de Buenos Aires (el desplazamiento de las autoridades de la Universidad por parte del gobierno y su reemplazo por Alberto Ottalagano).
Volvió a la academia a partir del año 2000. Ahí Esteban se destacó como Decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Palermo, primero, y como Secretario de Investigación, Desarrollo e Innovación de la misma Universidad a partir de 2013. Creó un centro de emprendedores, articuló con las empresas del software, y poco antes de morir se preguntaba cómo hacer para incluir más mujeres en las carreras de informática. Era un amante de la ópera y de las bellas artes, y un promotor de la interacción permanente entre humanidades y ciencias duras.
En 2014 la Universidad de Palermo fue co-organizadora de las 43ª JAIIO, y Esteban pronunció la conferencia inaugural “La Investigación Operativa y la Inteligencia Computacional”.
Lo recordaremos siempre por su inteligencia, su generosidad y su audacia. ¡Chau Esteban, se te va a extrañar!
Rosita Wachenchauzer
Presidenta de SADIO
Muy buena nota de Rosita sobre el querido Esteban.
ResponderEliminarYo tuve el honor de compartir con ella el homenaje a Esteban en la Universidad de Palermo. También me tocó el honor de expresar nuestra pena en el triste momento de su despedida, en el cementerio de La Arbolada, el día de su entierro.
Como comentario, quisiera agregar que Esteban G. Di Tada era egresado de la Escuela Naval Militar, promoción 80, y que tenía el grado de Capital de Corbeta, lo cual lo llevó a estudiar y recibirse de Ingeniero Civil de l'Aeronaurique, en la Ecole Nationale Supérieure de l'Aéronautique et de l'Espace de París, Francia.
En nuestras charlas allá en la década del 60, solía contaba muchas historias y anécdotas de su paso por la Marina.
El mejor de los recuerdos para Esteban, como jefe, amigo y tutor.
Gracias por sus palabras, de verdad. Saludos
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