Resultaba increíble la cantidad de
conocimientos que tuvimos que incorporar. Muchos de ellos nos parecían superficiales, como
que éramos de otro planeta y nos venían con lenguajes como Cobol, siendo que íbamos a ser "Científicos".
Me acuerdo que teníamos la materia
Calculo Numérico I con los Ingenieros Marín y Palma. Nos mostraba gráficos y diagramas de
flujo, en papel milimetrado y nos enseñaban a modelar nuestro sistema. Yo pensaba: ¿qué es esto? ¡estamos en
ciencias exactas y nos viene con estos grafiquitos!!!!
Hoy
debo reconocer que GRACIAS A ELLOS ME PUDE
"COMUNICAR" CON MIS PRIMEROS CLIENTES Y PODERLES TRANSMITIR LO
QUE LES PROMETÍA ENTREGAR COMO SISTEMA. Resultó que a mis clientes
les era más fácil entenderlos que a mi entender dicha utilidad. M I L G R A C I A S
MARÍN Y COMPAÑÍA.
La "metodología" en computación estaba naciendo y era de una magistral utilidad.
Y pensar que lo desprecié en su
momento, creyendo tener a dios de las b..... y el que tenía que poner
las b..... en remojo era yo.
Gracias a mis patriarcas.
¡Muy interesante, estimado "compañero de Exactas"!.
ResponderEliminarTengo que observar sin embargo que el Ing. Marín intentaba imponer conceptos no-científicos en Exactas, por lo que era cordialmente odiado por docentes y alumnos. Yo estuve en una ocasión dramática, a mediados de 1968. Junto con otros alumnos avanzados de Matemáticas, habíamos cursado con Marín Investigación Operativa. El examen final era escrito, seguido de intervalo en el que Marín corregía los escritos, y luego el oral para quienes lo hubiesen aprobado. El problema principal que planteó Marín para el escrito consistía en "demostrar" (ésa fue la palabra que utilizó) una propiedad de la solución de un problema de Programación Lineal en 2 variables, del que nos proporcionó ecuaciones y gráfico.
Éramos como 16 rindiendo, y el problema no lo resolvió NADIE. Tras revisar los escritos, Marín fue llamando uno por uno, y como entraban salían casi enseguida y desaparecían cabizbajos. Cuando vimos que esto se repetía, con un compañero paramos a uno de los que salían, y así supimos que el problema que había planteado Marín en el examen ¡CARECIA de demostración analítica! Es decir, no la tenía con los métodos que conocíamos, ni era lo que Marín quería: ¡él quería una simple "demostración gráfica"! Y a ninguno de nosotros ni se nos ocurrió hacer semejante cosa, tras años de carrera de matemáticas en los que habíamos aprendido qué es una "demostración" científica y qué no lo es.
Cuando me llamó a mí, y empezó a explicarme con tono severo lo de la solución gráfica, quejándose de que nadie la había acertado, con toda amabilidad lo paré y le dije en tono muy sumiso algo así como "Disculpe Ud. Ingeniero, pero Ud. sabe, aquí en Exactas nos enseñanan las matemáticas con un excesivo énfasis en soluciones analíticas, y nos desvían de prestar atención a aspectos tan importantes como los métodos gráficos, como Ud. bien ilustra en este caso. Y permítame si no le es molestia ...". Antes de que Marín pudiese pararme y decirme algo así como "Bueno mire, no lo hizo en el examen y ahora ya es tarde" en un santiamén le mostré la solución gráfica. Impresionado además por mi humilde "disculpa científica", aceptó continuar el examen oral tomándome otro tema, me fue bien, y hasta saqué una buena nota. De manera parecida aprobó otro compañero. Sonaron todos los demás. Luego salí a festejar: con esta materia me recibía yo de Licenciado.
Claro, en otros ámbitos Marín tuvo aportes más positivos e importantes. Por ejemplo, recordemos que fue por la iniciativa y dedicación de Marín que se creó la SADIO.