Autor del Blog: HERNÁN HUERGO

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11/03/2018: Club Palermo 09/03/2018: Tres premios y una historia de amor


Muy queridos Dinos,
Pucha que pasan los años...y se vienen, como un "cuete..."
cumpliré 77... y aunque digan "no aparenta"
yo, que bien llevo la cuenta,
sé donde me aprieta el juanete...

Muy Feliz Cumple,
querido Carlos!!

Hace casi tres años, el 15 de junio de 2015, asistí al encuentro Bit 40 en Club Palermo después de unos cuantos años de hacerme la rata. Fue redescubrir un placer. Una idea, la del Bit 40, ex Bit 25, pergeñada hace tantos años que ni me acuerdo, por Carlos Tomassino y Rodolfo Ratto, y mantenida a rajatabla por nuestro Dinobedel, cruzando décadas y hasta siglos. Un orgullo más en tu lista, gran Carlos. ¡¡Feliz Cumple hoy 11 de marzo!!, te digo de paso. 

Aquel 15 de junio nació este Blog: 

Hernán Huergo: Almuerzo BIT 40 en Club Palermo 15/06/2015 - Quiénes fuimos y quiénes somos.


Gracias por la foto, Lidia

Fuimos entonces 16 asistentes. Y estoy más que orgulloso de este Blog de Dinos y Dinas de la Informática en la Argentina, que ha juntado en estos años más de 350 historias, y que ha sido factor de acercamiento de tantos Dinos. 
Esta vez fuimos nada menos que 48 los Dinos presentes!! ¡Espectacular! ¡Somos legión! ¡Y nos divertimos cada vez más!

Tenemos, además del corazón de siempre, nuestro DinoBedel, al gran Organizador, el Master Jorge Hofmann, y al súper eficiente Luca Pacioli Repossi. 




Fuimos nada menos que 48! Hasta tenemos salón propio!

¡Hasta tenemos salón propio! ¡Impresionante!. Ya nos conocemos más y más, hasta nos damos cuenta y extrañamos a los amigos que no vienen.

Lo primero es lo primero y Jorge Hofmann fue el Maestro de ceremonias para los premios recordatorios del día, que fueron tres.

El primero fue para José de la Cuesta Ávila, nuestro querido Pepe, que ya cumplió sus 93 años. Estaba acompañado por su hija María Inés, por su amiga Ofelia Menéndez y por su asistente Patricia.

El primer video es el momento de mis palabras para él y de la entrega de la placa recordatoria.




A continuación, Pepe de la Cuesta Ávila agradeció con sentidas palabras.
Este mes cumplimos cincuenta años de mi actuación en la Presidencia de la Nación, medio siglo. Yo controlaba las cosas para que salieran bien... –comenzó diciendo–, y salieron bien...
Palabras coronadas con risas y aplausos.



Luego llegó el turno del premio a Juan Carlos Angió, el primer Computador Científico de nuestra historia, recibido el 30 de junio de 1964. Su discurso fue bien breve. ¡Felicitaciones!




El tercer homenajeado fue el mismísimo Dinobedel. Con un discurso tan micro que apenas le escuché decir un muchas gracias. ¡Felicitaciones! 


El tercer homenajeado es ya leyenda
entre nosotros
















Éramos siete mesas de unas siete personas cada una y a mí me tocó compartirla con el Gran Bedel, y con Lidia, y con Enrique Draier, Mike Kurlat, Juan Carlos Masjoan y Tomás Sandor. Lidia me mandó las fotos de la vecindad.


















Gracias Lidia por las fotos
Fuimos un montón y la pasamos de maravilla, al menos en mi caso. Aunque por alguna razón que no entiendo todavía a mí me atendieron no sólo bien sino rápido. Mi matambrito fue lo primero que salió. Para mí que alguien le dijo al dueño, ¡Ojo con el cronista! Cada cosa que salía aparecía delante mío como por magia y maravilla. Como una hora después de mi debut con el matambrito, rebueno, el DinoBedel seguía esperando su C2, los Spaguetti salteados.

Cuarenta y ocho personas, nada mal, pero los ausentes no se van a librar de algunos comentarios. Vos, Eduardo Juárez, que el lunes 5 te caíste y te pegaste un porrazo que incluyó rotura de fémur, estás más que perdonado, te deseamos la más pronta recuperación. A vos, Hugo Scolnik, que elegiste vacacionar en una playa de España en vez de acompañarnos, casi casi te entendemos. Más difícil es entenderte a vos, Profesor Martino, que preferiste abandonarnos para ir a una sesión en el Congreso sobre voto electrónico, ¡más aburrido imposible! A Liana Lew y a Jorge no los vimos, ausencias que se notan. Tito Passarello: nos debés justificativo firmado de tu ausencia. No sé cuándo vas a cambiar esa costumbre de ignorarnos, Héctor Coppola. A Raúl Bauer pedirle que venga a estos almuerzos es casi tan difícil como pedirle peras al olmo, pero no perdemos las esperanzas, cada tanto nos da la sorpresa.


Un buen ejemplo fue el de Patricio Castro. No sólo esta vez terminó acompañándonos, sino que jura que hará lo posible para estar en el Club Palermo del 11 de mayo, fecha de nuestro próximo encuentro, anótenlo ya. Supongo que está anotando en su celular la fecha.



Allí al lado de él los vemos a Pepe y a su Cristina, siempre firmes. 

Aunque esta vez algunos se quedaron esperando el show. 
¿Qué pasó con la promesa de show? me preguntó Adriana Schottlender, que compartía mesa con el Coco Solanas. 
Esperá que le pregunto a Ana Piccin contesté. 
La popular cantante, que compartía mesa con Eduardo Martínez, pronunció:
Ni idea, ¿porqué no le preguntás a Pepe?

No tuve tiempo de preguntarle al titular de la Comisión de Festejos y Actos Culturales, que me parece había prometido algún juglar que contara un cuento a capella, pero o no entendí nada o bien el juglar se achicó. Respuesta pendiente, querido Pepe.

La otra Cris, que compartía la misma mesa también con Jorge Fratini y Juan Carlos Cattáneo, sonrió a sus anchas cuando en los discursos de de la Cuesta Ávila apareció el nombre de su padre, el Casco Vélez. El no diplomático de mis adentros dijo la barbaridad: "en mi época de IBM en el gobierno había dos personas que controlaban todo, una era el cuco, o sea el malo, de la Cuesta Ávila, la otra era el bueno, el Casco Vélez". El pobre Pepe no tomó a mal que yo lo llamara el cuco, eso espero.

Un verdadero placer tener entre nosotros a Pilar y a Tito Suter. Ella me prestó una foto de la estatua de mi bisabuelo cuando estaba instalada en Perú 222, antiguo domicilio de Exactas. ¡Gracias mil, Pilar! 
–¿Cómo se te te ocurrió utilizar a Clemente como símbolo de tu página de cuentos y otras cosas –me preguntó Irene Loiseau.
–Para mí Clemente, o sea Caloi, siempre fue sinónimo de "un cacho de cultura".
–Caloi era mi primo –me dijo ella, toda sonrisa.
Pero me falta contarles la historia del día. Es una historia de amor.
–Hay un porqué de lo mío, le llevo veintitrés años a mi mujer –dijo él. 
–Debe ser lindo –dijo alguien de la mesa, de edad parecida.
–Más que eso. Es imposible de mejorar lo que consiguió –dijo la Dina de la mesa–. Gabriela, además de linda, es buena, con be larga bien mayúscula.
–Yo era un cuarentón, ella mi secretaria y le hice el verso –dijo él. Había aprendido a tener labia.
Eso de la labia doy fe que la tiene. Y hacer verso es para él dote bien probada.
Cuando me nombraron Director en la Tecnológica el Decano me dijo: "Hay 97 mujeres trabajando en Medrano. Elegí la que vos quieras." Yo la elegí a ella. 
No logro recordar la marca del vino de nuestra mesa.
–Yo estaba separado. Me enamoré. Nos fuimos a vivir juntos. A los pocos meses me nombraron Decano en Belgrano. "¿Usted está casado?", me preguntó Porto, formal.
 Avelino sabía que no, pero era un mensaje.
–¿Usted piensa que la informática va a sobrevivir?, me preguntó el rector. Creo que sí, doctor, ¿a qué viene su pregunta? Mire, Tomassino, vamos a averiguar juntos el tema en Europa. Debemos visitar Madrid, París y otros lugares.
Nuestro hombre juntó la plata para llevar a su Gabriela y el viaje comenzó. El destino final y principal era París, Ecole de Ponts et Chaussées, donde Avelino sería presencia clave para las decisiones a tomar relativas a armar o no una carrera de Ingeniería Informática para la Argentina. Pero en las vísperas, Porto aún no aparecía, nuestro hombre llamó a Buenos Aires para hablar con la secretaria del rector.
–El doctor Porto es ahora Ministro de Salud, no va a viajar. Dice el vicerrector que usted siga sus instrucciones.
No tenía instrucciones de ningún tipo pero nuestro hombre no se achicó. Esta historia llega a su fin:

1° El viaje se convirtió en una luna de miel anticipada.
2° El enamorado de verso y labia se casó con su princesa 23 años más joven en 1991.

3° La carrera de Ingeniería Informática se creó en la UB siguiendo los modelos aprendidos por nuestro hombre en Madrid, París y los otros lugares visitados.

Por supuesto se habrán dado cuenta que "nuestro hombre" es Carlos Tomassino, muchas felicidades en tu día y muy buena tu historia.

Tuvimos otro Club Palermo para el recuerdo. Gracias Dinobedel, Master, Luca. Y reserven fecha para el próximo, el 11 de mayo que viene. 


Una promesa: Lidia Seratti me ha prometido contar una historia de amor. estoy a punto de creerle que la va a mandar.

Un abrazo a todos y siguen fotos para curiosear!!

Hernán
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