01/02/2019: Carlos Tomassino: Historias como Decano de la Facultad de Tecnología en la UB

En 1990, más allá de las carreras de  licenciaturas en computación que se habían inaugurado en la UBA  años atrás con el nombre de Computador Científico, dentro de las universidades argentinas, sólo existían las carreras de licenciatura en sistemas, salvo en dos casos, las ingenierías de sistemas de la Universidad del Centro, creada por el dino Antonio Castro Lechtaler y por el fallecido Oscar Domínguez Soler en 1975, y en la UTN, donde desde 1985 su licenciatura (en realidad su Analista Universitario de Sistemas) se transformó en la ingeniería en sistemas de información, que hoy da al mercado más de la mitad de ingenieros en sistemas del país; generada entre otros, por el dino Carlos Alberto Uhalde.

Avelino Porto

Como todos saben, en 1990 yo era Director de la carrera en la UTN Buenos Aires; y además profesor allí y también en la Universidad de Belgrano.
Un día de mayo recibí un llamado de parte del Rector Avelino Porto, quien me ofertaba ser el decano de la Facultad de Tecnología, la que tenía la licenciatura en cuestión.
A ese cargo lo habían honrado ilustres dinos, como Horacio Bosch, Eduardo Laplagne, Gustavo Pollitzer y Leopoldo Carranza, por lo que pensé que me iba un poco grande, pero el monto de sueldo ofertado era tan diferencial respecto del de la UTN, que con todo el dolor del alma por dejar a la casa que me albergaba como docente desde 1972, acepté la oferta. 
Allí en UB el director de carrera era el dino Lic Alejandro Oliveros (hoy dirigiendo en UN3F), y el secretario académico el querido y recordado Domingo Donadello.
Así que en poco tiempo me hice cargo, y rápidamente del temor pasé a la holgura, porque conocía bien la carrera, y los docentes eran muy buenos. Así que avancé feliz.
En octubre de ese año me llama el Rector y me pregunta "dígame Tomassino, las licenciaturas en sistemas tienen futuro...?"
Se imaginan ustedes en que lío estaba, no podía dejar de lado mi pasado reciente, así que salí hablando del ACM que en el denominado Computing, entre el hardware y el "business" proponía por ese tiempo cuatro carreras, a saber, ingeniería en computación, ciencias de la computación, ingeniería de software y sistemas de información.
Por supuesto el hombre no entendió nada, pero me hizo otra pregunta que me descolocó: "y Ud... si tuviera que elegir carreras entre Europa y EEUU, adonde las buscaría..?.
Sofocado ya por tantas preguntas incómodas, ensayé: " creo que en Europa, pues allí las carreras en años de cursado, son más parecidas que en EEUU..."
Fue una respuesta estúpida.  
Pero Porto quedó conforme con esa respuesta, porque me dijo: "Bueno, Ud entonces va a ir con el Ing Sobrevila a recorrer algunos politécnicos de Europa a ver qué pasa allá. Y luego vemos..."
Marcelo Sobrevila era el decano de la facultad de Ingeniería, hombre prestigioso y honorable, pero fundamentalmente muy divertido y ocurrente.
Así fue como juntos nos fuimos en ese noviembre a visitar los Politécnicos de Lausanne, Torino, Milano, Catalunya y Madrid.
Fue una excelente experiencia para ambos, Sobrevila orientado a las otras  ingenierías de punta en ese entonces; comunicaciones, ambiental, energía....
Allá, a fines de ese año 1990, la Comunidad Europea se volvía Unión Europea, y previendo esto, los Politécnicos se habían reunido varias veces para tomar una carrera común, orientada al software, y a la que habían denominado Ingeniería Informática.
Llegado al final de la recorrida, con los planes de carrera de las 5 universidades, me encontré una mañana a solas charlando con José Luis Maté y López, un tipo gordo, barbado y de anteojos, muy simpático, bien madrileño, decano de la Politécnica de Madrid, con quien me encontré rápidamente en confianza. Máxime hablando en nuestro idioma, el hombre era versado y reitero, muy simpático.
Así que en medio de la charla me encontré preguntándole "Dime, José Luís....por qué a estas carreras le han puesto ingeniería informática si realmente? como tú sabes,  responde a un programa de ingeniería de software del ACM...?"
Maté me miró e hizo un gesto encogiendo los hombros y con voz castiza me dijo:
"Hombre...! no le íbamos a poner una palabra inglesa...." (sic)

La anécdota debiera terminar ahí, si no fuese que cuando volví a Buenos Aires Porto me pregunto: "Ud cree que esta carrera puede andar aquí?"
Contesté según mi saber y entender en ese entonces que yo pensaba que el desarrollo de software sería importante para el país; y aparte que si la UE y el entonces incipiente Mercosur  se aliaban, las homologaciones de carrera entre ambas sería más sencilla...
No sé si mi argumento valía pero Porto me lo aceptó y dijo: "  ...a la vuelta de las vacaciones arme  un equipo con sus profesores y en dos o tres meses proponga una carrera así y vemos de elevarla a Educación..."!
Me fui de vacaciones, pero al regreso una sorpresa: Porto era Ministro de Salud.
Fui a ver al vicerrector, quien me dijo "Ud haga lo que el Rector le dijo..."
Así que armamos un equipo (del que no participó Oliveros porque se fue con Porto al Ministerio) y en mayo terminé elevando la carrera con una nota al rector señalando, entre otras consideraciones, que la carrera era reflejo de una similar a las que dictaban las universidades europeas y que se correspondía con lo que el ACM llamaba ingeniería de software.
Allí me  desentendí  del tema. 
Dos meses después con la firma del Dr Salonia (Coneau no existía) salía  una resolución que decia...
"Vista la presentación de la Universidad de Belgrano de la carrera Ingenieria Informatica, y en atención a... bla bla bla....(nada importante)... autorízase su dictado a partir del ciclo lectivo de 1992..."
(Habrá jugado aquí la política o la amistad..?)
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Pero el tema que en realidad cuenta es que por esto  es que las carreras de Ingenieria de software se llaman en Argentina, Ingenierías Informáticas...