Un día de ese año, Lauría y Luis Maria Frediani, me citaron para comentarme sobre los avances de la nueva carrera, y en la reunión ya estaba previamente Gregory Chaitin, a quien no conocía. En ese entonces, fornido, algo pelado ya y de gruesos anteojos miópticos, me cayó muy simpático, aunque su apariencia ya era de "nerd".
Gregory Chaitin (1947) |
Juan Jose Mirabelli, otro ingeniero del Centro de Cálculo, fue quien me dijo, cosa que nunca constaté, que Chaitin, "siendo ciudadano americano, se había venido a Argentina para no ir a la guerra de Vietnam..." (sic).
El tema es que finalmente se aprobó la carrera y ese tramo curricular de complementos, al cual yo me sumé como alumno, y me tocó a mi de primera agua, escuchar sus conocimientos, que si bien de interés y brillantes, eran muy difíciles de entender para aquellos que estábamos mas vinculados con la aplicación de sistemas a las empresas.
Llegó a la clase, muy ensimismado y ofuscado. Y apenas empezó a hablar dijo
Andrey Kolmogorov (1903-1987) |
Casi al terminar la clase (que no tuvo intervalo), dada mi condición (ya..!!!) de bedel del curso, le pedí que precisara qué debíamos hacer nosotros en relación a tan larga explicación. Me miró, y me dijo sorprendido: "NADA... SOLO ESTOY EXPLICANDO..." y después miro al pizarrón y se quedó maquinando....
Se había pasado mas de una hora y media en sus elucubraciones, ante un público que, evidentemente, no lo podíamos entender....
Se fue en 1973, cuando Cámpora asumió la presidencia, junto con todo el staff del Centro de Cálculo, y debo decir que nunca más supe de él. Si alguien me hubiese preguntado si lo conocía, hasta hoy hubiese dicho "un genio, pero como todos los genios, algo loco....".
Seguro que hoy, cuando los dinos vayan dando sus opiniones, solo me quedaré con mis dos primeras palabras...
Bien, Carlos, MUY bien; te felicito y te agradezco por recordar a alguien que confieso que últimamente había omitido de mis recuerdos. Y yo también me quedo con tus dos primeras palabras: "un genio".
ResponderEliminarGracias nuevamente.
Al ver el video, me vino a la memoria el tic que Gregory ya tenía de joven en Buenos Aires, abrís y cerraba los ojos continuamente cuando hablaba.
ResponderEliminarMi viejo tenía una anécdota graciosa. En ese tiempo - sería a fines de los 60- Eitel Lauría Sr. dirigía el Centro de Cálculo de la UTN Medrano. Resulta que un dia le trajeron a un muchachito norteamericano, hijo de padres argentinos (Greg Chaitin) que había llegado hacía poco tiempo de USA, para ver si podía trabajar en el Centro.
ResponderEliminarMi viejo charló un rato con Greg, y le presentó al personal de programación del Centro, pera ver si le daban algo de tarea.
Contaba mi viejo que los system programmers, quizás para sacarse de encima al jovenzuelo, al que supongo considerarían una carga de trabajo innecesaria y una pérdida de tiempo, dada su edad y presunta inexperiencia, le dieron una parva de manuales de Assembler, y le dijeron que volviera cuando los hubiera estudiado. Presumieron que en ese acto lo habrían espantado y que no lo verían más, o al menos por un largo tiempo.
Eso fue un viernes. El lunes Chaitin se presentó a trabajar: todo estudiado y listo para programar y resolver problemas.
Según contaba mi viejo, hizo algunas cosas fenomenales en el Centro, que despertaron la admiración de todos.
Un error de cálculo de los system programmers, no pun intented :)
Nota: como todo historia que acumula unos cuantos años, y que se refiere a un personaje medio legendario, la anécdota puede estar algo distorsionada, pero es como la recuerdo. Quizás haya algunos otros miembros de este foro que puedan corroborar o corregir el relato.
Felices Fiestas !
Comencé mi vida informática el 2 mayo de 1969 como operador de la IBM 1130 que se había instalado en el único edificio que tenia la escuela ORT en ese momento, en Yatay 240
ResponderEliminarCon el asesoramiento del Manuel Sadosky se había montado el CEPED, centro educativo de procesamiento electrónico de datos, bajo la dirección del ingeniero Julio Guibourg.
Allí apareció Greg Chaitin, a quien el Ing Guibourg le permitia utilizar la IBM 1130 para una tarea en ese momento fuera de mi real comprensión, "trabajar sobre un compilador".
Personaje para mí raro, con su castellano de pronunciación inglesa y que hablaba del lenguaje APL.
Curioso detalle: en esa epoca quien "atendía" a ORT desde IBM era el luego famoso bloguero Dino Hernán Huergo.
Saludos
Buenos días Carlos, soy de Mendoza, antiguo amigo y colaborador de la fundación del CPCI desde 1980 juntamente con Rubén Fernández Iriar. Quisas no me recuerdes pero quisiera ponerme en contacto contigo.
ResponderEliminarmi celular es +54 9 261 593-2222. Te pediria que me enviaras un whatsapp y te llamo. gracias.
Tuve mucho contacto con Greg Chaitin. Fue cuando estuvo trabajando para el Service de IBM. Solíamos encontrarnos en el comedor de IBM y también por los pasillos, hablando de nuestras investigaciones. Contaba Pino (creo que Carlos) que Chaitin estaba trabajando en un proyecto importante, y que hasta con la colaboración de su genialidad los trabajos no salían tan rápido como se esperaba.
ResponderEliminarCreo que fue en un cumpleaños que me invitó a la casa de sus padres. Le interesaban mis actividades musicales, y me pidió que llevara algún LP con música original. Lo llevé (era música para Steel Drums), y se pasó alguna pieza. A alguna de las chicas no le gustó el disco, lo sacó y lo dejó por ahí. Cuando lo recuperé, lo encontré todo rayado de un lado...
Compartí con Greg el Simposio de Ingeniería de Sistemas de IBM en Rio de Janeiro. Hablamos entre otros con Richard Karp, un experto en algoritmos.
También estuve con Chaitin en Nueva York, donde asistimos juntos a una representación de Madame Butterfly.
Años después le escribí por un tema matemático, pero se excusó: ya no le interesaba la matemática, vivía con su esposa en una isla frente a Rio de Janeiro, y me comentó sobre algún tema esotérico o naturalista (no recuerdo bien cuál), se había metido en eso, y quiso convencerme de que yo también lo hiciera.
He conocido tipos raros en mi vida (por ejemplo, yo mismo), pero Chaitin, aparte de sus genialidades, es uno de los más extraños que conocí.
Tengo por ahí su mail, que no sé si conserva el mismo, y también su teléfono, pero no he vuelto a hablarle.
Sus investigaciones aparecen en varias publicaciones, por lo menos una de ellas en español. También Scientific American incluyó una reseña de sus teorías. Wikipedia tiene un artículo sobre él.