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19/08/2020: Historias de cronopios y de famas... de nuestros Dinos, Capítulo 6: Seattle 2001 y otros terremotos

Como saben unos cuantos Dinos existe un grupo de Whatsapp llamado DINAS Y DINOS. También Dinas y Dinos compartimos un Grupo Google llamado Bit40 Dinos de la Informática. Son vías por las que le llegan al autor del Blog algunas historias y anécdotas que vale la pena compartir.

Ya lo he dicho las otras veces: Julio Cortázar sabrá perdonarme que le haya robado el título para bautizar esta colección de recuerdos.

Esta vez se trata de una historia que empezó en Seattle. Es un capítulo de un futuro libro lleno de aventuras informáticas, tan ricas en historia y tan bien escritas por su protagonista, Carlos Tomassino. Quién mejor?! Fundador de nuestro grupo Bit ex 25, hoy Bit40, y Dinobedel del grupo Dinos y Dinas, del que tengo el honor de ser cofundador con él. 




EXTRACTOS DEL GRUPO GOOGLE BIT40 DINOS DE LA INFORMÁTICA 

14/08/2020: Carlos Tomassino
Seattle

No me ocurre a menudo escuchar o leer la palabra "Seattle"....

El 28 de febrero de 2001, a las 10.51 am, estaba yo allí, en Seattle, EEUU.

Era el último dìa de visita de tres, a los que nos había invitado Microsoft para presentar el nuevo Windows 2000 y analizar el recientemente lanzado C# (en ese momento, había pasado mi periplo por la UB, y era presidente  de la CACE y director de la carrera de Sistemas en UTN BA).

Mi compañero de ruta era el recordado y querido Domingo Donadello, y allí en Seattle, nos encontramos entre una decena de argentinos, con el siempre vigente Hugo Scolnik. Invitados con pasaje y alojamiento, casi todos habíamos llegado el domingo anterior por la mañana. Todos éramos de universidades de gran parte de América Latina, alrededor de 30/40 personas.

Ese día final nos quedaba libre antes de volvernos, y se ofertaban tres posibles alternativas para llevar a cabo ese día: 1. visitar los más de 40 edificios de MS en Redmond, 2. visitar la sede y hangares  de la Boeing, y 3. permanecer en el hotel (Windham, más de 60 pisos en el centro de Seattle) para escuchar la charla de Bill Gates a docentes presentando el Windows 2000.

No recuerdo a dónde fue Hugo (él lo dirá ahora, seguramente), pero con Donadello nos quedamos tras el desayuno a escuchar a BIll en una sala de más de mil butacas (repletas) en el 6º piso de aquel hotel, a eso de las 10 de la mañana.

Sala inmensa (tipo Hilton subsuelo) con sillas fuertes de plástico acomodadas en formato teatro, y en ellas un montón de maestras o profesoras, mujeres de edades intermedias procedentes de varios estados, y unos cuantos varones en su mayoría vestidos de traje y corbata (como nosotros), aunque los había también de jean y zapatillas. 
Bill se presentó sonriente con saco claro, sin corbata, y agradeció brevemente el aplauso que lo recibió.

De arranque, Bill estuvo gracioso, ya que lo primero que dijo fue que esperaba que esa presentación fuera impecable (se recuerda sus frustraciones en muchas de las presentaciones anteriores de MS), pero para su contrariedad el PPT tuvo algunas fallas en el inicio que debió demorar unos minutos.
Iniciando su charla,  tranquilo y elocuente, de pronto se escuchó un sordo ruido de bombos.... creciendo...
Era el inicio y yo pensé que era parte del show, que se iba a anunciar algo importante...
Fui ingenuo.

Estábamos en la fila 20 aproximadamente,  de un total de 40 o màs,cuando escuchamos gritos y gente que empezaba a levantarse, tiraba sus sillas al suelo y mirando hacia arriba  De pronto miro también para arriba y veo que algunas plaquetas del techo, empiezan a moverse y caer.
Mi primera impresión fue que se caía el techo. La mayoría de los presentes creo que gritaban, y yo, no sé por qué infantil reacción, creí que debía arrodillarme para que no me cayeran placas en la cabeza y traté de levantar mi silla, sin pensar en los 50 o 60 pisos de arriba. Juro que no pensé en ello. 

Aún el ruido era muy fuerte y el piso se movía todo, cuando visualicé a Domingo también pálido, así que con un gesto, casi corriendo, sorteando sillas, encaramos para donde iba todo el mundo. (Ahí me di cuenta que Gates era humano porque él tambien salió corriendo...).

Íbamos todos a las escaleras mecánicas  cuando alguien a los gritos nos señalaba  en Inglés que esas escaleras no... y nos indicaba ir hacia otro lado, donde estában las escaleras fijas.

Todo en el medio de gritos femeninos y el famoso, fuerte y continuo "Oh! my God.."

Ignoro en cuánto tiempo bajamos, ni tampoco si había luces normales o de emergencia. Era el caos.
Supongo que  todo habrá durado menos de dos minutos...
Y ya con casi todos afuera,  amuchados, varios corriendo hacia las esquinas, inconscientemente con Domingo nos quedamos departiendo con otros, desaprensivamente, un par de horas casi en la entrada del hotel de 60 pisos...

(Aún no había ocurrido la caída de las Torres Gemelas, no puedo entender por qué nunca se nos ocurrió qu el edificio podía arrastrar a todos todo en su caida...)

Vimos pasar varias ambulancias y carros de bomberos, pero luego supimos que solo unas pocas casas antiguas habian caído o tenían su  estructura deteriorada.

Ese es mi recuerdo de los 7 grados de intensidad (escala Richter) que soporté ese día. Luego me explicaron que el último terremoto había ocurrido por los años 50 y que todas las construcciones de Seattle desde entonces, estaban previendo esta coyuntura.

Pero lo más interesante fue escuchar las experiencias de quienes habían ido a los paseos...

Solo recuerdo que se decía que lo peor había ocurrido en la Boeing y en el aeropuerto, con grandes caídas de techos y estructuras y el gran susto soportado. El sismo había ocurrido realmente justo abajo de ella. En realidad todo tembló, pero creo que no hubo pánico....
Hugo quizás pueda aportar más detalles.

Obviamente que esa noche casi dormí (o creí dormir) vestido y con la maleta armada en mi habitación del piso 32 esperando el remezón que no ocurrió...
El terremoto no causó muertos y unos pocos heridos, pero recuerdo los grandes titulares de la TV mostrando en rojo "EARTHQUAKE 7" y los daños en la carretera al aeropuerto (que pasaba frente a Boeing) y casas venidas abajo desde un helicóptero.. 

Solo sé con evidencia que al día siguiente, cuando partimos con Donadello, vimos desde el micro algo de la destrucción que había ocurrido,  y que nunca hubiesemos imaginado ser producto de un terremoto. 
El aeropuerto tenía solo un sector habilitado... estaba plagado de gente y creo que la sensacion de todos hasta que el avión despegó rumbo a Dallas (desde donde volveríamos al pais), era esperar ese remezón...

Pasaron casi 20 años....
Toda vez que escuchoo leo la palabra Seattle, aún hoy, siento un frío que me recorre la espalda....

(Extraído de "Mi vida, la informatica", libro online en preparación de Carlos Tomassino)

Cordialmente, CarlosT

2001: At 10:54 a.m. on February 28, 2001, a deep earthquake centered near the Nisqually Delta northwest of Olympia startles the entire Puget Sound region and causes more than $1 billion in damage to area buildings and roads. The 40-second quake, calibrated at a magnitude of 6.8 on the revised Richter Scale, injures an estimated 200 persons in the region, and is cited as the cause of a fatal heart attack in Burien. Hardest hit structures are located in Olympia, including the State Capitol, and in Seattle's historic Pioneer Square. The quake is the strongest since 1949, although a "weaker" 1965 temblor caused more damage and was blamed for seven deaths. (See the full text by Walt Crowley and sources here.)
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14/08/2020: Hugo Scolnik
Re: Seattle

Sí Carlos, lo recuerdo muy bien. Ese día me había arreglado Microsoft que hiciera una presentación para la mano derecha técnica de Bill Gates (era un fulano conocido en sistemas operativos de Carnegie-Mellon, ahora no me acuerdo el nombre; lo llamaré X) en Redmond de un producto criptográfico que habíamos desarrollado.  Empecé a hablar y justo aparecieron los temblores, el techo se desarmó, varios nos caímos al piso, y salimos todos corriendo hacia las escaleras que se habían rajado. La secretaria de X era una señora mayor que estaba paralizada y ni hablaba. X nos pidió ayuda para bajarla por las escaleras. Fuimos al aire libre y de repente X nos gritó: ahí no porque hay un garaje subterráneo y si se abre el piso nos caemos. Otro gritó vayamos hacia los árboles y otro dijo no porque se pueden caer. Hacía bastante frío y todo el mundo había salido sin abrigos. Por eso volvimos a subir, y como el sistema de celulares había colapsado X me ofreció usar su oficina para llamar por los teléfonos de línea. Llamé a mi flia al divino botón porque nadie sabía del terremoto.
Luego de esa frustrada presentación tenía una reunión con un criptógrafo israelí en otro edificio y me confirmaron que la íbamos a hacer a pesar del caos. Fuimos, y se habían roto las máquinas de bebidas, así que las latas estaban por el piso en grandes cantidades. Nos pusimos a tomar Cokes hasta que llegó el israelí que hablaba un inglés gutural y casi incomprensible, o sea que fue una reunión inútil.

Cuando salimos escuchamos en la radio que el viaducto que llevaba a Seattle se había derrumbado, así que con un mapa vimos que la única alternativa para volver era la 101. Viaje largo pero llegamos al hotel donde nos alojabamos y donde había hablado Bill Gates. Yo tenía que volar al día siguiente por United pero el aeropuerto había colapsado. Llamé a United y me preguntaron: quién le hizo esa reserva? Pues ustedes. Bueno, deberá volar pasado mañana, cosa que me resultó rara porque el aeropuerto estaba kaput. Vi en la TV que la US Air Force mandaba aviones y helicópteros con un aeropuerto en "pedazos", y finalmente cuando llegó el momento de irme me encontré con un aeropuerto "normal". Increíble.

SEATTLE - On Feb. 28, 2001, one of the largest recorded earthquakes in Washington caused an estimated $2 billion in damage and injured more than 400 people from Seattle to Grays Harbor County. The earthquake occurred at 10:54 a.m. and measured 6.8.28 feb. 2018

 A pesar de esta experiencia volví a Seattle varias veces tanto por Microsoft como por un gran amigo matemático que vive allá y con quien trabajé. Sacando la lluvia (si no me equivoco es el lugar de USA donde más llueve) es una ciudad muy linda.

Nota: el hotel Windham donde estábamos es el edificio "más antisísmico" de la ciudad, Lo que sí colapsó fue la cúpula del edificio de Starbucks que cayó a una calle donde afortunadamente no había peatones por la hora (https://www.sfchronicle.com/local/seattle-history/article/Nisqually-earthquake-18-year-Seattle-magnitude-6-8-13653074.php)

Saludos cordiales
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14/08/2020: Jorge Basso Dastugue
Re: Seattle

Me tocó estar en varios terremotos alrededor del mundo y uno de los peores fue en San Francisco, grado 7, es muy desagradable para los que venimos de las llanuras. Las dos ciudades están sobre la misma falla.

Mi comentario es que ahora sin terremoto, en Seattle a los muchachos de la Boeing les corre el mismo escalofrío que te corrió a vos, no venden un avión ni con cuotas a 100 años.

Tengo varios amigos ahí, que no saben cual es su futuro.

Abrazo
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15/08/2020: Pepe López de Lagar
Re: Seattle

Bueno, bueno. Hablando de terremotos, allá por mediados de la década del 90, fuimos a una reunión organizada por IBM en el Hilton de Palm Spring.
Todo bárbaro pero un día, empezaron a suceder cosas extrañas.
Por ejemplo, la piscina empezó a tener olas y, en nuestra ignorancia, pensábamos que era algo que hacían en el hotel a propósito.
Estábamos con Guillermo Cascio que, con su experiencia de haber sido varios años gerente de la sucursal de Mendoza, me desasnó, diciéndome que eran movimientos de tierra.
Esa noche, decidimos ir al centro a un restaurante mejicano con otras personas de sistemas de varios bancos argentinos que habían ido a la convención.
Estábamos comiendo muy tranquilamente cuando de pronto, empezó a sacudirse todo, a caerse todo de los estantes, a romperse los vidrios de las ventanas y, lo peor, un ruido tremendo que venía del fondo de la tierra.
Todos salieron corriendo menos yo, que me quedé aparentemente muy tranquilo en mi silla.
Willy me gritó y me sacó de un sacudón. La verdad, es que no era que esta tranquilo, sino paralizado.
Cuando salimos a la calle, la vimos como se rajaba a lo largo, cosa que solo lo había visto en películas como una fantasía.
Dios mío, que cag….. Duró, según nos dijeron, unos 57 segundos y fue de grado 7.4. Para mi lo sentí como de varios minutos.
Busqué el auto y nos volvimos con Willy, otro gerente del Galicia y dos más de otro banco.
El hotel estaba impecable y no había pasado nada. Pero los “remezones”, como los llamaba el conserje mejicano, duraron como tres días más.
Igual al día siguiente nos fuimos en auto a Los Angeles donde también se había sentido. De ahí volamos a San Francisco donde se había sentido más fuerte.
La verdad es que fue desagradable y me quedó muy grabado. No quiero pensar la experiencia tuya, Jorge, que pasaste varios terremotos alrededor del mundo. 
Dios mío. Muy feo. Para mi con uno me bastó.
Abrazo (virtual)

PD: No creo que nadie haya pagado lo que consumió en el restaurante mexicano, porque nadie volvió a entrar. Ni los mozos ni los mariachis.
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15/08/2020: Jorge Basso Dastugue
Re: Seattle

Querido Pepe:

Debo decirte que aunque me tocó estar en varios, nunca me acostumbré. Solamente experimenté una sensación parecida en dos oportunidades en las que un rayo le pegó al avión en el que estaba volando. Por fortuna en ambos casos eran Boeing 747, que además del tamaño tienen un sistema para disipar la energía, aun lo cual en uno de los casos le abolló la trompa. La sensación que estás en peligro y no podés hacer nada, mas, que asustarte es muy desagradable.

Abrazo
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15/08/2020: Guillermo Dellacasa
El terremoto de 1985 en México

Fue en Septiembre. Yo estaba residiendo en las afueras de San José de Costa Rica, trabajando para Price Waterhouse. Todas las mañanas, antes  de ir al laburo, nadaba en la pileta del country donde vivía, que era un paraíso. Esa mañana la pileta hizo olas y yo me mareé y perdí el sentido de la orientación por un instante. No supe a qué se debía hasta que encendí la tele. Grandes daños en Mexico ,que se quedó sin sistema de comunicaciones por mucho tiempo porque todos los edificios de la Cía telefónica estatal se habían pagado como antisísmicos pero no lo eran (maldita corrupción) y sufrieron grandes daños que inhabilitaron los equipos.

De paso, Costa Rica es un lugar sísimico, con volcanes en actividad y con tres (sí, tres) temblores por día promedio, de muy baja intensidad, claro .En el living de mi depto. había un coqueto mueble donde se guardaba la vajilla. La primera vez que oí tintinear las copas creí que había fantasmas. Después me enteré que eran los temblorcitos. Y me quedé más tranquilo . . . 

Abrazos

El terremoto de México del 19 de septiembre 1985 

4 comentarios:

  1. Qué maravillo de espíritu que tenés, Hernán. Tomarte el trabajo de recoger estas anécdotas que simplemente hemos vivido y ponerlas en el Blog. Gracias por ese espíritu que nos hace pasar lindos momentos y, como siempre digo, nos permite conocer a muchos D&D que conocimos profesionalmente, y que ahora los valoramos como seres humanos con sus sentimientos y sus historias fantásticas. Gracias de nuevo, Hernán

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  2. Estimados Carlos Y. Y Hugo S. También fui invitado a esa reunión de Seattle a la que asistí como director de la carrera de Lo. en Informática de la U. B. PASCAL y lo hicimos conel Ing. Mario Barra de la UTN Regional Córdoba. El terremoto me tomó muy preparado ya que en los 70 hice un posgrado en ingeniería Estructural como Ingeniero Civil pero está Especialización me llevó a la Computación Científica de la mano del método numérico de Elementos Finitos para la solución de problemas definidos como ecuaciones en derivadas parciales con condiciones de contorno. Estando en el salón de la presentación de Bill cuando se produce el sismo a mí me pareció que se trataban de efectos especiales pero al caer el cielo raso la gente comenzó a tirarse bajo las sillas de orando cierto entrenamiento pero le sugerí a Mario que nos fuéramos a la puerta del salón y nos quedáramos debajo del dintel. Cosa que hicimos y luego me sirvió para acceder a los teléfonos públicos y avisar a mí casa que estaba bien, cual sería mí sorpresa cuando mí esposa me dice que ya lo sabía porque lo estaban pasando por la TV en Córdoba. Cómo tenía un exbecario mioC de Calculo de la UNC, trabajando en la universidad de Washington me fui a visitarlo y pedirle que me diera los datos del sismo. También fuimos con el Lic. Javier Diaz colega también director del CESPI de la UNLP. Fue lindo ver la cola de aviones al día siguiente en SeaTac.

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  3. Gracias por estos comentarios, Pepe y Carlos. Yo tengo una anécdota propia. Sería 1968, yo tenía 25 años. Trabajaba en IBM como Ingeniero de Sistemas y algo había aprendido de aplcaciones a la Vialidad que tenía IBM. La verdad es que sólo recuerdo que me llevó Juan Ladeuix, vendedor entonces, a Mendoza. El salón para la presntación era importante, habría 60 personas, presntación con filminas. Recuerdo en una pared allí delante un gran plato, como una heráldica. De pronto, el plato comenzó a repiquetear sobre la pared. Tac, tac. tac. tac... muchos tacs. Cuando me di vuelta para mirar al público, no había quedado ni una sola persona. Por señas y gritos me dijeron que corriera hasta abajo del dintel donde ya estaban todos. Todos menos uno. 😃😃😃

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  4. Les cuento una experiencia mía.
    Cuando nos casamos con Hugo fuimos a vivir a Hipólito Yrigoyen y Alberti, era el piso 15.
    El día de la anécdota ya teníamos nuestros 4 chicos: Diego (casi 5 años) Cecilia (casi 4) y los mellizos Inés e Ignacio (3). Los cuatro iban a jardín.
    Los cuatro estaban en un dormitorio, que tenía una cama cucheta y otra que tenía una cama debajo que se sacaba de noche.
    Esa noche Diego había estado inquieto (él dormía en la cama de arriba de la cucheta) y yo me había quedado dormida junto a Cecilia en la de abajo.
    Cuando Hugo se despertó fue a buscarme. En el momento en que apareció en la puerta, empecé a sentir que la cama se movía mucho y le pregunté a Hugo si Diego estaba saltando (era bastante inquieto y travieso).
    Me respondió que estaba durmiendo...
    Miré a Cecilia y también dormía...
    Allí le dije que lo que se estaba moviendo era el edificio y que teníamos que salir inmediatamente. Las puertas de los placares se abrían y cerraban!.
    Así como estaban los levantamos y salimos, cada uno de nosotros con un chiquito alzado y el otro más grandecito de la mano.
    Pensamos que se caía el edificio... (unos años atrás se habían caído edificios en Buenos Aires por fallas en la construcción). Empezamos a bajar junto a vecinos. Yo pensé que si se caía el edificio no teníamos chance de llegar abajo... No nos asustamos, simplemente seguimos bajando todos juntos.
    Al llegar abajo cruzamos la calle y vimos mucha gente de otros edificios que también habían bajado.
    Fue el 23 de noviembre de 1977 a las 6:23, el día del terremoto de Caucete.
    Luego de un rato volvimos a nuestra casa. Le preguntamos a Cecilia qué había pensado, nos respondió: "creí que era tarde y que teníamos que ir a la escuela en bombacha".
    Hugo decía que me había quedado un terremoto mental, me pasaba mirando las arañas a ver si se movían...

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