El día que subiendo la escalera de Paseo Colón 850 me
encontré con un cartel que decía "estudiantes de Ingeniería avanzados SE
REQUIERE para programación de computadoras. ....enviar CV manuscrito a
la dirección. ..." el corazón me dio un brinco.
Hacía rato que pensaba cómo debía conectarme con el sector, no teniendo ningún contacto en él.
Corría mediados de 1965, había realizado el año anterior un curso de 1401 con Ricardo Forno en el Centro Argentino de Ingenieros pero no había generado ningún contacto allí, la mayoría jóvenes ingenieros recibidos. ...y yo todavía un estudiante que sufría el tercer año mientras me ganaba unos pesos enseñando clases de guitarra a domicilio.
Esa noche con mi mejor letra escribí un Currículum que decía muy poco por lo escueto, y al día siguiente corrí presuroso al correo a mandar la carta.
Hacía rato que pensaba cómo debía conectarme con el sector, no teniendo ningún contacto en él.
Corría mediados de 1965, había realizado el año anterior un curso de 1401 con Ricardo Forno en el Centro Argentino de Ingenieros pero no había generado ningún contacto allí, la mayoría jóvenes ingenieros recibidos. ...y yo todavía un estudiante que sufría el tercer año mientras me ganaba unos pesos enseñando clases de guitarra a domicilio.
Esa noche con mi mejor letra escribí un Currículum que decía muy poco por lo escueto, y al día siguiente corrí presuroso al correo a mandar la carta.
Y esperar. ...largos días hasta que llegó la devolución: me
esperaba en una oficina del Centro, un joven Quico Díaz Trepat, a la
sazón asesor informático en Sadaic.
Sadaic estaba contratando su primer computador, un NCR 315, supuestamente el segundo que llegaría a la Argentina (Bagley había sido el primero), y nos convocaba para realizar un test (el EX 51) para ver si estábamos lógicamente capacitados para la labor.
Un sábado a la mañana de julio fui convocado para realizarlo en una sala donde había no menos de 30 postulantes.
El test me hizo sudar la gota gorda. Teníamos escasamente una hora para resolver 11 ejercicios de complejidad creciente. Contar en qué consistió me llevaría gran tiempo.
La realidad es que a los pocos días me enteré que, si bien lo había aprobado, mi puntaje no alcanzaba el 100/100, al contrario de otros, quienes serían convocados para realizar el curso de programación NEAT (el assembler de NCR) que se dictaba el siguiente mes.
Sadaic estaba contratando su primer computador, un NCR 315, supuestamente el segundo que llegaría a la Argentina (Bagley había sido el primero), y nos convocaba para realizar un test (el EX 51) para ver si estábamos lógicamente capacitados para la labor.
Un sábado a la mañana de julio fui convocado para realizarlo en una sala donde había no menos de 30 postulantes.
El test me hizo sudar la gota gorda. Teníamos escasamente una hora para resolver 11 ejercicios de complejidad creciente. Contar en qué consistió me llevaría gran tiempo.
La realidad es que a los pocos días me enteré que, si bien lo había aprobado, mi puntaje no alcanzaba el 100/100, al contrario de otros, quienes serían convocados para realizar el curso de programación NEAT (el assembler de NCR) que se dictaba el siguiente mes.
Mi frustración no tuvo límites. ...oportunidad perdida. ...
Seguí con pocos ánimos cursando y dando clases durante dos meses y empezando a preparar el examen de Física III que me aguardaba en noviembre, cuando una mañana recibí en mi casa un llamado de Díaz Trepat preguntándome si me interesaba tener la oportunidad de realizar el curso para otra empresa que había encargado un nuevo 315.
Seguí con pocos ánimos cursando y dando clases durante dos meses y empezando a preparar el examen de Física III que me aguardaba en noviembre, cuando una mañana recibí en mi casa un llamado de Díaz Trepat preguntándome si me interesaba tener la oportunidad de realizar el curso para otra empresa que había encargado un nuevo 315.
Casi me atraganto para decir que sí, y a los pocos días
asistí a una reunión con mi potencial jefe, Luis Vacca quien era el
encargado del denominado Centro Mecanográfíco del próximo equipo a
arribar.
La empresa? Industrias Pirelli.
Vacca era un singular personaje, pelado, gordo y canoso, con personalidad histriónica, viejo empleado de Pirelli al que le daban el cargo por dirigir en esos momentos el sistema de procesamiento convencional.
Quizás
en otro momento pueda describirlo mejor pues mucho marcó mis
comienzos. Un hombre que, sin entender nada de computación, estuvo al
frente de ese centro los cuatro años subsiguientes. La empresa? Industrias Pirelli.
Vacca era un singular personaje, pelado, gordo y canoso, con personalidad histriónica, viejo empleado de Pirelli al que le daban el cargo por dirigir en esos momentos el sistema de procesamiento convencional.
Quizás
Realicé el curso con alta nota durante ese mes de noviembre
y el primero de diciembre de 1965 comencé mi larga carrera en la
informática.
Debo decir. ...que Física III nunca la rendí. ...y que unos
años más tarde acompañé esa nueva vocación estudiando Sistemas en la
primera camada de la UTN regional Buenos Aires.
Y lo que es peor. ...la guitarra se quedó para siempre en el ropero....
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Arturo Regueiro dijo...
Alfredo Perez dijo...
Y lo que es peor. ...la guitarra se quedó para siempre en el ropero....
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Arturo Regueiro dijo...
Quico Díaz Trepat, también todo un personaje. Formó en SADAIC un grupo de trabajo de gran producción. Recuerdo a Ualde, Rivas y se me escapa el resto de los nombres.
El otro comentario es que el E 51 era el filtro que determinaba la capacidad lógica de un individuo. Eran como dice Carlos 11 ejercicios, en los que se plantaban progresivamente problemas de logica. El mínimo aceptable era tener 7 de los 11 aprobados para ingresar al curso de programación
3 de agosto de 2015, 13:10
El otro comentario es que el E 51 era el filtro que determinaba la capacidad lógica de un individuo. Eran como dice Carlos 11 ejercicios, en los que se plantaban progresivamente problemas de logica. El mínimo aceptable era tener 7 de los 11 aprobados para ingresar al curso de programación
3 de agosto de 2015, 13:10
Lo último que sé de Quico Díaz Trepat, coincido con la calificación de gran persona -y personaje- fue su paso por el Ministerio de Economía a comienzos de la gestión Gelbard, en el 73. ¿Alguien tiene noticias más actuales?
____________________________________________________________________
Carlos T dijo...