Hola gente,
debo confesar que me enganché con el blog y no pierdo ningún comentario. Ayer
después de leer lo que escribió Rodolfo Naveiro acerca de sus experiencias con
el desarrollo de lenguajes de programación orientados a un caso específico, se
me activó alguna neurona dormida y me vino a la memoria un caso parecido que
viví entre 1972 y 1974, no recuerdo el año exacto.
Para esa
época estaba haciendo mis primeras experiencias en Establecimientos
Metalúrgicos Santa Rosa (que luego fuera Gurmendi y después Acindar, pero yo ya
no andaba por esos lugares en esa época). Por cada colada de acero había un
análisis de laboratorio completo que incluía una gran cantidad de variables.
Con las herramientas de esa época era muy difícil analizar los resultados y
extrapolar conclusiones sobre la base de procesar una gran cantidad de
información de coladas. Disponíamos en planta de un computador Bull en el que
se programaba en COBOL.
Un
estudiante de exactas trabajaba conmigo en todos estos proyectos
(lamentablemente no puedo recordar el nombre). Con él desarrollamos un lenguaje
para análisis de información de coladas (la experiencia en desarrollo de compiladores
la aportó él decididamente, una persona muy inteligente que lamento no haber
sabido más de él).
Básicamente
lo que permitía era escribir en forma
natural condiciones lógicas para selección de información e impresión de
resultados. No me acuerdo mucho pero siempre empezaba con “Para variable
operador valor (por ejemplo: fecha > 08/12/1973), condición lógica (y, pero
no…), variable operador valor (por ejemplo acero = AS…) y así se iban anidando
las condiciones lógicas (se podían utilizar paréntesis), para finalmente
indicar “Imprimir” lista de variables
De esta
forma se podía por ejemplo analizar resultados en la composición final con
distintos agregados durante el proceso de la colada, etc.
La gente de
acería escribía el “programa” (estaba tratando de recordar como lo llamamos
pero no me viene a la memoria). Se graboverificaba, se procesaba el “programa”
y generaba una rutina en COBOL! (aunque parezca mentira).
Visto a los
ojos de hoy suena absurdo, pero ¡esas eran las herramientas de esa época! ¡Qué viejazo!
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