Según el Diploma que cuelga en la pared a mis espaldas soy Ingeniero Mecánico Electricista recibido en la Universidad Nacional de Córdoba el 4 de marzo de 1964.
Pero fue en el Texas A&I College en USA donde estudié dos cuatrimestres (nueve meses), a partir de Enero de 1962, donde encontré mi vocación.
En el primer cuatrimestre tomé cursos de Matemáticas, Física, Electrónica y ¡Computación!.
En realidad la única que me interesaba era esa cosa nueva para mí de la Computación.
Error, en electrónica yo sabía porque funcionaban las Válvulas y Transistores (entonces una modernidad) y cómo se usaban, pero jamás había armado nada más complejo que una radio galena, y aunque mis compañeros texanos no sabían el porqué si sabían el cómo armar. Esa fue una lección para mí: el que sin el cómo no está completo y viceversa. El trabajo más interesante que hice fue el armado circuitos para resolver ecuaciones diferenciales: Computación Analógica.
Pero la revelación fue la Computación Digital, me encandiló el futuro que nos abría. En los fines de semanas en que ninguno de mis compañeros me invitaba a su casa, me iba a la tarde noche a trabajar (jugar diría ahora), en la computadora aprovechando que el jefe del departamento de ingeniería reparaba una enorme computadora
¡a válvulas! que le habían donado al College.
La computadora que usaba era una IBM 1620 a transistores con memoria magnética (20K) que programábamos en FORTRAN, pero cuando el problema era complejo la memoria era escasa y había que programar en lenguaje de máquina. El input como corresponde, tarjetas o cintas perforadas
En el segundo semestre el jefe del departamento el Doctor Gwin me recomendó no tomar ningún curso y trabajar bajo su mentoría. Me hizo trabajar en problemas tales como:
1) Determinar la distribución de temperatura en una placa plana sometida a condiciones de contorno, una ecuación de Poisson (Nabla2 Fi = Cte.), con el método de Monte Carlo.
2) Desarrollar una rutina para generar números al azar de 1 a 4 para el problema anterior.
3) Desarrollar un programa para proyectar el consumo de energía en el Valle del Río Grande usando las observaciones históricas y el método de mínimos cuadrados.
Esos nueve meses decidieron mi vida, yo quería dedicarme a eso.
Cuando me recibí en el 64, entré en Ferrocarriles. Al mes quise renunciar, la mecánica no era lo mío, y me ofrecieron venir a Buenos Aires a trabajar en el Centro de cómputos: una UNIVAC con memoria principal ¡¡a tambor magnético!!, duré también un mes, el Sector Público no era lo mío tampoco. Me volví a Córdoba a dirigir una fábrica pyme de autopartes, otra vez la mecánica. Dictaba además un curso de computación en la Universidad y era Jefe de Trabajos Prácticos en Análisis III.
Córdoba tenía una sola computadora, la IBM 1460 de KAISER, pero el gobierno estaba pensando en modernizar la Dirección de Rentas y la Empresa de Energía (EPEC) y empezaba a haber Empresas también interesadas en instalar computadoras para aplicaciones administrativas.
IBM planeaba tomar ingenieros en Córdoba, no tuve éxito en la Sucursal Córdoba, pero un conocido común me confirma el interés y me presenta a Luis Di Masi que era el responsable de Ingeniería de Sistemas y a su jefe Víctor Savanti, que manejaba la operación de IBM en el Interior.
Tengo una larga charla/entrevista con Luis que fue, (en mi recuerdo) caminando por el Centro de la Ciudad. Paso por los test y las entrevistas de rigor. En octubre de 1965 renuncio en la Fábrica, e ingreso a IBM, pero sigo en la Universidad. A IBM le interesaba que sus profesionales participaran en el mundo académico.
Al ingresar me ponen a estudiar las computadoras de la serie 1400 y asisto en la Escuela de IBM en Buenos Aires al primer curso de la IBM 1130 dictado por Di Liscia donde coincidimos con Daniel Viñoli que se estaba incorporando, por lo que recuerdo fuimos los 2 únicos que ingresamos antes que se incorporaran la nuevas generaciones poco después.
Mi trabajo en esos años fue instalar las tres computadoras que contrata el gobierno: una 1401 para Rentas y una 1440 y una 1130 en EPEC. Dicto cursos en Tucumán para la 1620 de la UNT y en San Juan, donde acababan de instalar en Ingeniería una 1130, les enseño CSMP (Continuos System Modelling Program), un programa que simulaba una computadora analógica, que pensaban utilizar para calcular la frecuencia de resonancia de las estructuras civiles, que según entendí era el tema clave en la Ingeniería antisísmica.
A los dos años de mi ingreso Luis me ofrece hacerme cargo de una instalación compleja e importante, pero esta es otra historia …..
Pero antes de terminar unas pocas palabras sobre las personas, Luis fue mi jefe directo o funcional mientras estuve en el área de Ingeniería de Sistemas, siempre admiré el trabajo que hizo con las nuevas generaciones (me incluyo) y su calidad humana. Cuando dejé el área y pasé a otras posiciones mi jefe pasó a ser Julio Viau y el jefe de ambos era Víctor que también fue mi jefe directo un par de oportunidades. Julio y Víctor además son mis amigos, y a Luis logré que saliera de su ostracismo voluntario (contra todos los pronósticos) y que viniera a la fiesta de festejo de mis 70 años.
Los tres fueron artífices en la construcción de la IBM Argentina de aquellos años, que cuando yo la recuerdo, le digo a mis compañeros de entonces (haciendo referencia al Mítico Reino de Arturo y sus Caballeros de la Tabla Redonda): “Aquello Era Camelot". Nunca hubo antes ni habrá después en la historia de los hombres un reino igual.
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Daniel N. Bronstein dijo...
Jorge Iglesias Meeks dijo...
Pero fue en el Texas A&I College en USA donde estudié dos cuatrimestres (nueve meses), a partir de Enero de 1962, donde encontré mi vocación.
En el primer cuatrimestre tomé cursos de Matemáticas, Física, Electrónica y ¡Computación!.
En realidad la única que me interesaba era esa cosa nueva para mí de la Computación.
Error, en electrónica yo sabía porque funcionaban las Válvulas y Transistores (entonces una modernidad) y cómo se usaban, pero jamás había armado nada más complejo que una radio galena, y aunque mis compañeros texanos no sabían el porqué si sabían el cómo armar. Esa fue una lección para mí: el que sin el cómo no está completo y viceversa. El trabajo más interesante que hice fue el armado circuitos para resolver ecuaciones diferenciales: Computación Analógica.
Pero la revelación fue la Computación Digital, me encandiló el futuro que nos abría. En los fines de semanas en que ninguno de mis compañeros me invitaba a su casa, me iba a la tarde noche a trabajar (jugar diría ahora), en la computadora aprovechando que el jefe del departamento de ingeniería reparaba una enorme computadora
¡a válvulas! que le habían donado al College.
La computadora que usaba era una IBM 1620 a transistores con memoria magnética (20K) que programábamos en FORTRAN, pero cuando el problema era complejo la memoria era escasa y había que programar en lenguaje de máquina. El input como corresponde, tarjetas o cintas perforadas
En el segundo semestre el jefe del departamento el Doctor Gwin me recomendó no tomar ningún curso y trabajar bajo su mentoría. Me hizo trabajar en problemas tales como:
1) Determinar la distribución de temperatura en una placa plana sometida a condiciones de contorno, una ecuación de Poisson (Nabla2 Fi = Cte.), con el método de Monte Carlo.
2) Desarrollar una rutina para generar números al azar de 1 a 4 para el problema anterior.
3) Desarrollar un programa para proyectar el consumo de energía en el Valle del Río Grande usando las observaciones históricas y el método de mínimos cuadrados.
Esos nueve meses decidieron mi vida, yo quería dedicarme a eso.
Cuando me recibí en el 64, entré en Ferrocarriles. Al mes quise renunciar, la mecánica no era lo mío, y me ofrecieron venir a Buenos Aires a trabajar en el Centro de cómputos: una UNIVAC con memoria principal ¡¡a tambor magnético!!, duré también un mes, el Sector Público no era lo mío tampoco. Me volví a Córdoba a dirigir una fábrica pyme de autopartes, otra vez la mecánica. Dictaba además un curso de computación en la Universidad y era Jefe de Trabajos Prácticos en Análisis III.
Córdoba tenía una sola computadora, la IBM 1460 de KAISER, pero el gobierno estaba pensando en modernizar la Dirección de Rentas y la Empresa de Energía (EPEC) y empezaba a haber Empresas también interesadas en instalar computadoras para aplicaciones administrativas.
IBM planeaba tomar ingenieros en Córdoba, no tuve éxito en la Sucursal Córdoba, pero un conocido común me confirma el interés y me presenta a Luis Di Masi que era el responsable de Ingeniería de Sistemas y a su jefe Víctor Savanti, que manejaba la operación de IBM en el Interior.
Tengo una larga charla/entrevista con Luis que fue, (en mi recuerdo) caminando por el Centro de la Ciudad. Paso por los test y las entrevistas de rigor. En octubre de 1965 renuncio en la Fábrica, e ingreso a IBM, pero sigo en la Universidad. A IBM le interesaba que sus profesionales participaran en el mundo académico.
Al ingresar me ponen a estudiar las computadoras de la serie 1400 y asisto en la Escuela de IBM en Buenos Aires al primer curso de la IBM 1130 dictado por Di Liscia donde coincidimos con Daniel Viñoli que se estaba incorporando, por lo que recuerdo fuimos los 2 únicos que ingresamos antes que se incorporaran la nuevas generaciones poco después.
Mi trabajo en esos años fue instalar las tres computadoras que contrata el gobierno: una 1401 para Rentas y una 1440 y una 1130 en EPEC. Dicto cursos en Tucumán para la 1620 de la UNT y en San Juan, donde acababan de instalar en Ingeniería una 1130, les enseño CSMP (Continuos System Modelling Program), un programa que simulaba una computadora analógica, que pensaban utilizar para calcular la frecuencia de resonancia de las estructuras civiles, que según entendí era el tema clave en la Ingeniería antisísmica.
A los dos años de mi ingreso Luis me ofrece hacerme cargo de una instalación compleja e importante, pero esta es otra historia …..
Pero antes de terminar unas pocas palabras sobre las personas, Luis fue mi jefe directo o funcional mientras estuve en el área de Ingeniería de Sistemas, siempre admiré el trabajo que hizo con las nuevas generaciones (me incluyo) y su calidad humana. Cuando dejé el área y pasé a otras posiciones mi jefe pasó a ser Julio Viau y el jefe de ambos era Víctor que también fue mi jefe directo un par de oportunidades. Julio y Víctor además son mis amigos, y a Luis logré que saliera de su ostracismo voluntario (contra todos los pronósticos) y que viniera a la fiesta de festejo de mis 70 años.
Los tres fueron artífices en la construcción de la IBM Argentina de aquellos años, que cuando yo la recuerdo, le digo a mis compañeros de entonces (haciendo referencia al Mítico Reino de Arturo y sus Caballeros de la Tabla Redonda): “Aquello Era Camelot". Nunca hubo antes ni habrá después en la historia de los hombres un reino igual.
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Daniel N. Bronstein dijo...
¡ la IBM 1130 !
Con esa excelente y noble máquina entré en el mundo de "la computación", de la mano del Ingeniero Julio Guibourg, en el flamante Centro Educativo de Procesamiento de Datos de la Escuela ORT.
El 2/05/1960
El consultor de la Escuela ORT que diseño el proyecto fue el Dr. Manuel Sadosky.
Después del Ing. Guibourg, asumió como Director Juan Carlos Fränkel
13 de septiembre de 2015, 11:42
Con esa excelente y noble máquina entré en el mundo de "la computación", de la mano del Ingeniero Julio Guibourg, en el flamante Centro Educativo de Procesamiento de Datos de la Escuela ORT.
El 2/05/1960
El consultor de la Escuela ORT que diseño el proyecto fue el Dr. Manuel Sadosky.
Después del Ing. Guibourg, asumió como Director Juan Carlos Fränkel
13 de septiembre de 2015, 11:42
Hola a todos:
A diario leo las interesantes y divertidas historias de los DINOS y DINAS
Hoy encontré la mención de la IBM 1130 en el entretenido relato del ingeniero Masjoan y el comentario de Danien Bronstein, también leí con anterioridad experiencias con el lenguaje FORTRAN.
En 1971 me toco en suerte participar de la instalación de la primera computadora en UADE, una IBM 1130 de 8K de memoria y una unidad de disco removible, el único lenguaje que disponíamos era Fortran IV. Se nos designó para el desarrollo de los sistemas administrativos de la universidad. Si bien el lenguaje estaba orientado a cálculo numérico, mediante este lenguaje desarrollamos todos los sistemas contables - administrativos de la universidad (Registro de alumnos, contabilidad, cuentas corrientes, sueldos), es más brindábamos servicios para terceros. Guardo un excelente recuerdo de ese lenguaje. Durante unos años, para esa época, alquilé horas de la IBM 1130 de escuelas ORT para brindar servicios a empresas metalúrgicas y a frigoríficos, y recuerdo a Daniel Bronstein que procesaba encuestas en dicho centro de cómputos mediante un sistema cuyas siglas si mal no recuerdo MRTP.
Un abrazo para todos.
Jorge Iglesias Meeks
A diario leo las interesantes y divertidas historias de los DINOS y DINAS
Hoy encontré la mención de la IBM 1130 en el entretenido relato del ingeniero Masjoan y el comentario de Danien Bronstein, también leí con anterioridad experiencias con el lenguaje FORTRAN.
En 1971 me toco en suerte participar de la instalación de la primera computadora en UADE, una IBM 1130 de 8K de memoria y una unidad de disco removible, el único lenguaje que disponíamos era Fortran IV. Se nos designó para el desarrollo de los sistemas administrativos de la universidad. Si bien el lenguaje estaba orientado a cálculo numérico, mediante este lenguaje desarrollamos todos los sistemas contables - administrativos de la universidad (Registro de alumnos, contabilidad, cuentas corrientes, sueldos), es más brindábamos servicios para terceros. Guardo un excelente recuerdo de ese lenguaje. Durante unos años, para esa época, alquilé horas de la IBM 1130 de escuelas ORT para brindar servicios a empresas metalúrgicas y a frigoríficos, y recuerdo a Daniel Bronstein que procesaba encuestas en dicho centro de cómputos mediante un sistema cuyas siglas si mal no recuerdo MRTP.
Un abrazo para todos.
Jorge Iglesias Meeks