16/02/2017
Ante todo pido disculpas por desviarme del importante mensaje
de la película. Anoche la vi y rápidamente fui influenciada por los recuerdos y
algo de nostalgia.
Una de las primeras escenas trajo a mi memoria un par de anécdotas
que me toco vivir que hoy me resultan jocosas y creo que vale la pena compartir.
Ya trabajando en Burroughs, me tocó viajar a Mendoza para dictar
dos cursos, uno de Cobol avanzado y otro de Assembler.
Era para un banco que había adquirido un B3500 con un lectoclasificador
de documentos (CMC7) / de alta velocidad y necesitaban los dos lenguajes.
Allí los bancos trabajaban de mañana, pero el personal jerárquico
debía cumplir horas adicionales y normalmente las cumplían a la tardecita, luego
de una “buena” siesta.
Los cursos eran uno a la mañana y el otro a la tarde así que
yo pasaba bastantes horas dentro del banco. Durante la mañana no tenía
inconvenientes para utilizar el toilette, pero a la tarde solo estaban disponible
el de caballeros. La solución fue que ante mi requerimiento me acompañaba un
alumno que se quedaba haciendo guardia frenando el ingreso de cualquier
caballero, sin importar su nivel gerencial.
Esto situación bastante incómoda duró tres largas semanas.
Algo parecido ocurrió con otro banco provincial cuya carta orgánica
aclaraba explícitamente que no se permitía incorporar mujeres. Consecuentemente
no había toilette para damas. Felizmente el tema no fue muy molesto porque el soporte
se daba en la sucursal que tenía en la zona bancaria, cerca de nuestras
oficinas. Era cuestión de caminar 3 cuadras de ida, y 3 de vuelta.
Lo más complicado fue cuando estábamos implementando las Centrales
Digitales con los servicios adicionales de Casillas de mensajes de voz,
casillas para fax, alarmas de todo tipo, etc etc..
La central de la telefónica estaba en un antiguo edificio
de Barracas donde debíamos reemplazar una muy vieja paso-a-paso por un B6700. Fue
pasar de tres pisos de 1500 m2 cada uno a un sector de 300 m2 en el segundo
piso.
Todo era tan viejo que no quedaba nada que sirviera, obreros
desistalando la vieja central, obreros instalando tendidos digitales, obreros
refaccionando techos, ventanales, obreros renovando la red electrica,
instalando sistemas de aire acondicionado, etc. etc.
Trabajábamos encerrados en ese único sector “amable”
que compartíamos los técnicos, los ingenieros de telefónica, el equipo y grandes
cajas de manuales y repuestos.
Era confortable si no fuera porque no había toilette utilizable.
Los muchachos se las arreglaban pidiendo permiso en un kiosco cercano y en las cantinas
donde íbamos a almorzar.
La solución que encontramos para mi, fue tener la prioridad
en la compañía de remises que habitualmente usaba Burroughs para llevarme a la
oficina, esperarme y llevarme de vuelta a Barracas. Todos se enteraban, en la
remisería, en la recepción y seguridad de la telefónica, en mi oficina donde saludaba
al llegar y a los pocos minutos saludaba al irme.
Ayudó bastante el haber previamente instalado dos sistemas
similares para Telecom y el tiempo de customización e implementación fue
bastante menor.
Nuevamente pido me perdonen por haberme apartado del real
significado de la película, me sentí muy identificada con esa escena.
Buenas noches para todos.
Ida Bianchi
NB. En este mismo momento vuelvo a verla ya concentrada y
sin distracciones
UN VIDEO CON TRES ESCENAS DE TALENTOS OCULTOS
https://www.dropbox.com/s/dx0ixkh23lwk8wl/--tres%20escenas--.mp4?dl=0
Querida Ida.
El tema de las mujeres, el baño y vestuarios era común hace años
y en algunos casos, hasta hace poco.
De hecho, me pasó jugar algún torneo en un tradicional Club de
Golf y, ante la presencia de jugadoras, había que hacer guardia en el vestuario
para que pudieran bañarse y cambiarse después de jugar.
Algo increíble que pasaba y a lo mejor sigue pasando. No lo sé, ya que hace tiempo que no juego por las operaciones que tengo en la columna.
Algo increíble que pasaba y a lo mejor sigue pasando. No lo sé, ya que hace tiempo que no juego por las operaciones que tengo en la columna.
En Mendoza me acuerdo que a fines de los 60 instalé un Centro de
Cómputos en el INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura), en la Av. San Martín.
En ese Centro, muy moderno y muy caro para la época, había
muchas programadoras y creo que tenían todas las comodidades.
De los bancos mendocinos, me acuerdo que eran muy viejos casi
todos y seguramente tenían vetustas reglamentaciones y construcciones que
ignoraban a las mujeres para esa actividad.
Increíble pero real.
Te mando un beso y nos vemos si Dios quiere el 3 de marzo
Pepe
El racismo es una cosa espantosa, horrible, y ha dado lugar a cosas espantosas en el siglo XX. No falta de vez en cuando algún conocido porteño que me habla de un "negro" o "cabecita" para referirse a personas de origen indígena o africano o sencillamente de piel ligerísimamente más oscura que la de quien habla. Cuando ello ocurre, me corre un escalofrío por la piel, y no puedo evitar darle a la persona el merecido sermón. Que se ofenda, pero quizás entienda ...
ResponderEliminarEstimados Dinos,
ResponderEliminarTantos buenos comentarios de la película, me impulsaron a verla. Realmente me pareció muy bueno el guión y la actuación.
De las cosas que me llamaron la atención, más allá del tema de la segregación racial y de la problemática del cómputo en los proyectos espaciales, fue el impacto que tuvo en la sociedad norteamericana el éxito ruso-sovietico en los inicios de la carrera hacia el espacio, y que está muy bien reflejado en el film. La película muestra como ello influyó para que el lider del proyecto pusiera fin a la segregación formal en el trabajo en la NASA, y cómo un juez se anima tímidamente a permitir que una mujer de origen afroamericana asistiera a la universidad de Virgina, estado donde regía la segregación racial.
La evolución y cambios que el éxito ruso generó en distintas áreas de la sociedad americana (educativo, trabajo, legislación, etc) fueron de tan magnitud, que cincuenta años después, llegaron a tener un Presidente de origen afroamericano durante 8 años. Visto a la distancia, una verdadera revolución !
No pude dejar de comparar esta situación con lo ocurrido con la Revolución Cubana, contemporánea con los hechos que narra la película, y a no muchas millas de Cabo Cañaveral. Incluso recordé una parte de un cantito de la época, que pedía a Fidel que reprimiera ".....al que castigue a los negros...."
Viendo lo que pasó 50 años después, luego que cientos de miles o millones se han tenido que ir de su país para no ser perseguidos, reprimidos o asesinados, o bien, para salir de la pobreza, por la falta de oportunidades que da el sistema para todos los cubanos (y no sólo a unos pocos de la "clase dirigente" ilustrada), y en especial, a las personas de origen afroamericanos, que no son precisamente las personas más privilegiadas de la isla, es que se observa una gran involución en Cuba.
Es sabido que para que la humanidad avance, no alcanza solamente "con buenas intenciones", sino con hechos concretos por el bien de todos.
Pido disculpas si me desvié un poco el tema de la película, que da para mucho y con muchas aristas.
Saludos.
Luis Calderón.