15/07/2017: David Vergara: Mis inicios en IBM

En Formentera, 2013

En 1958 yo estudiaba Matemáticas pero quería encontrar un trabajo remunerado. Manuel Sadosky me aconsejó que me pusiera en contacto con el ingeniero Gustavo Pollitzer de IBM. Lo hice y lo que más le interesó de mi background fueron los idiomas: inglés, francés, italiano y algo de alemán. Me preguntó por el ruso (el chino todavía no estaba de moda) y le sugerí que se dirigiera a mi abuelo Saslavsky.

Me explicó que aunque la importación de computadoras estaba “cerrada” e IBM vivía de sus máquinas de “registro unitario” que procesaban tarjetas perforadas, habían decidido, con vistas al futuro, crear una biblioteca “informática” (el término todavía no había sido inventado por mi amigo Philippe Dreyfus) y buscaban un bibliotecario.

Para tener bien claras mis futuras funciones le dije: 

Gustavo Pollitzer en mi
casamiento (1964)

-¿Ingeniero, yo voy a venir aquí, Diagonal 933, cuatro horas por la mañana y cuatro por la tarde, me voy a sentar en un escritorio, me van a dar libros y revistas sobre computadoras para leer y yo les recomendaré cuáles vale la pena comprar?
-Sí -me contestó.
-¿Y me van a pagar por eso?
-Sí
-¡Ya!

Pollitzer me explicó que tendría que pasar un examen de inglés y el PAT -Programming Aptitude Test -, para estar seguro de que podría llegar a ser Presidente de IBM, y tener una entrevista con José (Pepe) Guerra, a la sazón Gerente de Marketing y jefe de Pollitzer. Pasados sin problema los tests llegó la entrevista. Guerra, algo más experimentado que Pollitzer en relaciones humanas, me miró y dijo:

-¿Cuántos años tiene?
-20.
-¿Y el Servicio Militar?
-¡El año que viene!
-Adiós.

Este diploma, firmado por Esmerode el 31/12/1958, es
de una época en que no había computadoras en Bs. As.

Me explicó que la ley hubiera obligado a IBM a pagarme medio sueldo durante todo mi servicio, pero endulzó la amarga píldora proponiéndome hacer ese año gratuitamente el curso IBM de máquinas Unit Record.

Curiosamente, este hecho ayudó mucho mi carrera posterior en IBM porque la mayoría de mis coetáneos conocía sólo superficialmente las máquinas de tarjetas perforadas, y les era difícil comunicar con los “antiguos”.

Mi diploma y foto de soldado clase 1959, entre Unit Record e IBM.
(Escuela de Mecánica del Ejército, calle de los Pozos)

Hice el curso y el servicio militar y volví a la carga en IBM, ignorando que entretanto se había abierto la importación de computadoras (gracias, Frondizi), y que IBM estaba enrolando graduados a rolete para ser futuros Ingenieros de Sistemas. 

Terminado mi servicio militar entré a IBM Argentina
en septiembre de 1960, como bibliotecario

Entré el 1º de Septiembre de 1960, dije que era el bibliotecario y me dieron la “biblioteca”, pero mi trabajo fue muy distinto de lo prometido. Para empezar, se trataba de frenar la invasión de material impreso que nos llegaba; IBM era en ese momento el mayor “impresor” de los EEUU. Tardé unos días en encontrar la carta (en inglés) en la que nos habían mandado un formulario detallado en el que debíamos ingresar las cantidades deseadas de cada tipo de publicación (Máquinas, Sistemas, Publicidad, Software, por tipo de sistema). La cantidad “por defecto” mientras no recibieran el formulario era de 50 ejemplares de cada publicación. Ya había 10 armarios metálicos repletos.

Frenado el diluvio y establecido el sistema de distribución de las cantidades normalizadas, me quedó tiempo para que me “prestaran” al Licenciado Juan Vella, que estaba verificando el programa de Programación Lineal para la 650. Pacientemente, Vella me explicó que tenía que multiplicar el número de arriba a la izquierda por el de abajo a la derecha y restarle el producto del de abajo a la izquierda por el de arriba a la derecha. Le pregunté:

-Y cuando termine de invertir la matriz, ¿qué hago?

Vella me miró como si fuera un perro parlante y me dijo:

-¿Usted sabe lo que es invertir una matriz? 
-Sí. 
-¿Y qué mierda está haciendo en la biblioteca?

Así empezó mi verdadera carrera en IBM.

Etapas Buenos Aires - París:

En 1962, ya Ingeniero de Sistemas, en una
demostración de la 1401 en Diagonal Norte.

Después del "descubrimiento" de Vella hice el curso de programación 1401 y aprendí FORTRANSIT (para la 650) con Chamero.

Resueltos algunos problemas administrativos entré en Ingeniería de Sistemas, donde me especialicé en Simulación.  

Trabajando con Chamero para Ducilo - no puedo omitir un comentario del Director de Sistemas de Ducilo, gran tipo, que nos dijo: "Ustedes le están tratando de vender paraguas a gente que no sabe que llueve". 

Posteriormente trabajé en Juegos de Empresa, con Molina. 

El Licenciado Vella fue nombrado Gerente de MPR (Market Planning & Research) y me pido "prestado" por un mes a Pollitzer para un trabajo de inventario de máquinas IBM Unit Record instaladas con los clientes (¡¡¡no sabíamos exactamente cuántas había!!!).

 En realidad, el préstamo fue eterno; a Vella le faltaba una persona para Forecasting y Don Benito Esmerode (Gerente General Todopoderoso Total) le dijo que si yo "funcionaba" me guardara. Todo el resto de mi carrera en IBM hasta 1995 fue en MPR.

Conocí bien al Gerente MPR del Área Latinoamericana en Montevideo, Jason Stavrakis (griego venido de EUU casado con una francesa), y lo traté de convencer que me importara a  Montevideo porque estaba más cerca de Punta del Este, donde había pasado todas mis vacaciones desde 1941 hasta 1965 (y más). El resultado práctico fue que me ofreció un puesto en White Plains cuando terminó su assignment y Vella (que había sido reemplazado por Lichtenthal) lo reemplazó en Montevideo.

Yo había perdido toda esperanza de ir a Montevideo. En Abril de 1964 la conocí a Sabine y nos casamos el mismo año. Mi hija Luz nació en 1965 y cuando tenía menos de una semana me propusieron el puesto en Forecasting en White Plains. Le expliqué a Sabine que pasar por los EEUU era "forzoso" para poder terminar en París (donde ella, alemana, pero hijastra de un diplomático francés, también quería ir). Aceptamos y nos fuimos los tres en Octubre.

El azar hace bien las cosas: mis compañeros quisieron festejar mi despedida de Bs. As. y lo más práctico resultaba hacerlo en mi casa. Lichtenthal me dijo que tenía un problema, porque el mismo día llegaba de París el Gerente de Market Research de IBM Europa Gérard Pélisson (representante del Director Maurice Simond en una reunión mundial de MPR que tuvo lugar en Bs. As.). Le dije que lo invitara a casa y aproveché para preguntarle si sería posible tener un trabajo en París después de White Plains. Me dijo: "Chez IBM tout est possible". Tres años más tarde fue él quien me empleó en París. Años después supe que era él que le había pedido a Simond reemplazarlo en Bs. As. porque tenía una amiguita "in situ" y que maldita la gracia que le había hecho venir a mi casa.