Queridos amigos,
Desde que empecé con esta
serie que denomino Conversando con…
siempre estuvo en mi cabeza algún día escribir algo sobre el que para mí
comenzó siendo el Comodoro Vélez, que trabajando justamente con el Teniente
Coronel José de la Cuesta Ávila, conformaban un equipo que velaba en forma severa por los
intereses SCD del estado argentino.
Cuando decidí salir de IBM, en
1980, para comenzar con un emprendimiento personal, SDI, Sistemas de Información,
varios de los proyectos de mi flamante consultora tenían que ver con empresas del
estado o de servicios públicos. Por esa y otras circunstancias tuve diversos encuentros con Oscar Vélez, quien inmediatamente me cautivó con su personalidad,
motor permanente de iniciativas y desbordante buen humor. Conocí además a dos
de sus cuatro hijas, Cris y Susy, herederas de virtudes informáticas y de las
otras. En poquísimo tiempo pasé a considerar al personaje como un amigo, el
Casco Vélez. Estoy seguro de que la misma sensación habrán tenido muchos de los
que lo conocieron, lo respetaron, lo admiraron, disfrutaron de su verba
chispeante y lo sumaron como amigo.
Así que cuando Cris Vélez se
sumó a nuestro grupo de Dinas al tiempo le propuse que me ayudara para
esta historia. Ella aceptó encantada, me
escribió una suerte de Hoja de Vida resumida, me mandó un montón de fotos y conversamos
por Skype un par de horas.
La Hoja de Vida comenzaba
diciendo:
“Nació el 3 de abril de 1924. El menor de siete
hermanos. Su padre, a quien él admiraba profundamente, tenía más de 50 años y
murió cuando mi padre tenía apenas 16 años. Su hermano mayor le llevaba mas de
veinte años y sus sobrinos eran casi de su edad. Mi abuelo era militar y
hermano de Gregorio Vélez, creador de la Aeronáutica Militar. Por él nombraron
Oscar Gregorio a mi papá. Su hermano mayor era piloto de la Aeronáutica y
ambos, hermano mayor y padre, no querían que fuera militar sino ingeniero. Pero
Casquito llevaba la aviación en la sangre y además decidió seguir dos carreras.”
–¿De dónde salió lo de
Casquito?
– Tenía una enorme vocación militar. Le decían Casquito
porque vivía siempre con un casco puesto que tenían en la casa. Jugaba siempre
con avioncitos.
Y me cuenta más cosas de su
infancia:
– Mi viejo era un crack dibujando. Tuvo de profesora a
Lola Mora.
“Se casó el 2 de agosto de 1945 con Susana Fernández
Oyuela (mi madre) y tuvo 4 hijas: Tere y yo (1949, 1950, cordobesas), Susy
(1955, yanqui) y Alex (1963, porteña).”
–¿Se casó a los 21 años? ¿Tu mamá que edad tenía?
–La misma que él, nació el 5 de abril del mismo año.
Susana Oyuela y Oscar Vélez, arriba a los 21 años. |
Y me cuenta la historia, divertida.
–Marta Oyuela, la hermana mayor, vivía en Azul, cuando se casó con un militar. Cuando papá se
recibió, no se quedó en Córdoba, lo mandaron directamente a Azul. Mi mamá, de visita en lo de su hermana, necesitaba una montura de riendas cortas porque era petisa, algo que mi papá, también petiso, tenía. Fue a pispear quién era la mujer para la cual le pedían esta montura.
Cuando la conoció se quedó totalmente enamorado. Mamá nunca le dio el sí, él
decidió casarse. Terriblemente ansioso, vivía siempre un paso adelantado. “Cuando
me di cuenta ya habíamos puesto fecha”, me contó mamá.
Oscar Gregorio Vélez era entonces cadete artillero. Se fueron a vivir a Córdoba. Tardaron
cuatro años en lograr tener la primera hija. Incompatibilidad de sangre.
–Mamá le hizo
una promesa a Santa Teresita y Tere nació en 1949, yo un año después.
Universidad de Córdoba |
"Se recibió en 1951 de Ingeniero Mecánico en la Universidad de Córdoba y de Ingeniero Mecánico Aeronáutico en la Fuerza Aérea."
El Casco Vélez no era peronista y lo metieron preso en Córdoba –denuncia de un mozo que lo escuchó hablar mal de Perón– poco
tiempo luego de recibido, por 4 meses (1951/1952). Y en seguida lo dieron de
baja de la Fuerza Aérea.
“… tuvo que trabajar como ingeniero en una fábrica en
Arrecifes. Allí conoció al Ing Vila, su mentor de ahí en más, que le aconsejó
irse a EEUU porque su nombre figuraba en listas "negras" que
obligaban al dueño de la fábrica a no tenerlo de empleado.
–Mientras
trabajó en la fábrica de Arrecifes se llamó Oscar Pérez.
"Y así partió, con su eterna sonrisa puesta, a buscar nuevos horizontes. Consiguió trabajo en la fábrica Ford en Wayne, Michigan (cerca de Detroit). Participó del diseño del primer Falcon. A los seis meses, ya instalado, nos vino a buscar a mi madre, mi hermana mayor y yo. Las otras aún no existían."
–Era brillante.
Con una curiosidad increíble. Enciclopedista. Cualquier tema le interesaba. La
ciencia, la historia. La endibia. Cualquier tema… Papá tenía una inteligencia
emocional, mamá tenía la inteligencia racional.
Cris, la mamá y Tere, en Ann Arbor, Michigan. |
“
Del Facebook de Cris. "Mamá era todo en casa", me dice. |
Le fue muy bien allá y cuando estábamos ya asentados
con una hermana norteamericana recién nacida, Susy, en 1955, Aramburu lo convoca para
reincorporarlo a la Fuerza Aérea…”
–A mi papá le iba muy bien y había llegado al Directorio de Ford. “Ni se te
ocurra aceptar”, dijo mi madre. Fue inútil. Le encantaba volver a la Fuerza
Aérea. Mi mamá lo entendió. Volvimos a Córdoba. Yo no hablaba prácticamente
castellano.
¡En el Directorio de Ford a los 31 años! ¡Sí que tenía vocación por la Fuerza Aérea!
–¡Qué extraño! ¿No hablaban castellano en tu casa?
–Teníamos un bilingüe muy raro.
Entendíamos todo los que nos decían en español pero contestábamos siempre en
inglés. Con mi hermana mayor, Tere, aún hoy seguimos hablando inglés entre
nosotras.
“En 1956 lo mandan de Agregado Aeronáutico a Nueva York a la Casa Militar de la Embajada Argentina de EEUU.”
–Se va con toda
la familia. Con mis hermanas éramos una especie de equipo, acostumbradas a los cambios. No los sufríamos para nada. Yo
soy muy nómade.
“Luego volvió, en 1960, a Buenos Aires y dirigió la
Secretaría de Aeronáutica. En esa función conoció a Wernher von Braun, con quien
estableció una larga amistad. También le tocó atender a los astronautas
norteamericanos que visitaron Buenos Aires. La Astronáutica fue otra de sus
pasiones.”
–Nos mandaron
al St. Catherine que arrancaba en Buenos Aires por esa época. Para Tere y para mí una
suerte, nos sentíamos mas cómodas hablando en inglés. Nuestro vocabulario español era bastante más limitado, si bien con nuestros parientes argentinos nos comunicábamos en castellano. Hablábamos un correctísimo spanglish... Nos reafianzamos muy
bien. Alex nació en 1963, época de mucho
ajetreo.
Me cuenta que las hijas de Susana Oyuela y el Casco son en realidad cuatro
Marías, María Teresa –Tere–, María Cristina –Cris–, María Susana –Susy– y María
Alejandra –Alex.
–En casa
compartíamos las cuatro comidas con mis padres. La mesa era sagrada. Era el momento
en que nos veíamos todos y charlábamos de todo. Hasta al cine íbamos con mis
viejos.
Misil Orion II en su base de lanzamiento, Tartagal, Salta. |
Me sorprende cuando me dice:
–Papá viajaba mucho a Tartagal, a tirar misiles.
Y me cuenta de cuándo lo conoció a von Braun:
–A fines de 1963 lo conoció a Wernher von Braun, porque le tocó atenderlo cuando
vino en un viaje a Buenos Aires. La mujer, de nombre María, estaba muy
impresionada por el hecho de que mi padre tuviera hijas todas llamadas María.
Nos dedicó uno de sus libros, “a las cuatro Marías”.
La Nación, 3 de noviembre de 1963 |
“En 1964, se instaló en Córdoba para dirigir la
Fábrica Militar de Aviones.”
–Yo empezaba mi
secundario y me quería morir. ¡Otra vez!
University of Michigan |
“En 1965 decidió retirarse de la Fuerza Aérea como Comodoro y obtuvo una
beca de un año para realizar un Master en Computing Science en la Universidad
de Michigan.”
–El Master duraba dos años pero la beca que le dieron
era por sólo uno. Decidió hacer el Master en un año para poder llevar a toda su
familia. Lo logró, recibiéndose con honores. Ahí me contacté yo por primera vez
con la Informática porque me encantaba acompañarlo a procesar datos en el
Centro de Cómputos de la Universidad.
Y me aclara:
–Yo tenía pasión por mi viejo. La teníamos todas. Él
me introdujo al mundo de la Informática, mis primeros pasos, a los 15 años.
“Su tesis la hizo de la mano de su amigo Von Braun. No recuerdo cuál fue el tema pero su desarrollo fue
utilizado en la NASA.”
–Disfrutó mucho volver a verse con su amigo. En 1966
volvimos a Buenos Aires y entonces comenzó a dedicarse a la Informática.
–¿Cómo
fue que empezó?
-No estoy muy segura si fue entonces que empezó a
trabajar con de la Cuesta Ávila.
Según
creo fue un poco después pero es momento de recordar lo que me dijo mi amigo Pepe
de la Cuesta Ávila cuando conversé
con él (2015.11.19: Hernán Huergo: Conversando con José de la Cuesta Ávila (Parte 2 de 2):
José de la Cuesta Ávila |
–¿El Comodoro Vélez? Con él nos conocíamos mucho,
habíamos estado juntos en el Colegio Militar, él dos años mayor. Vélez estaba
en el Centro de Cómputos y era ingeniero militar. Yo me sentía muy solo en mi
función en Presidencia y lo invité a acompañarme. Un tipo de excepción, muy
gente, muy estudioso, muy capaz. Me aceptó como jefe, siendo yo no sólo menos
antiguo sino de grado inferior. ¡Un señor!
Volviendo a mi entrevistada de
pronto me sorprendo al escuchar:
–Y también armó la Universidad CAECE, en 1967.
Esto sí que no me lo esperaba.
Para mí CAECE fue en su momento un fenómeno especial, que pronto empezó a
producir profesionales aptos para las empresas, desesperadas en conseguir profesionales de Sistemas. Siempre tuve un gran respeto
por esta universidad, que contribuyó a llenar un vacío importante por aquellos años.
–La armó junto a Carlos Bosch (su amigo de muchos años y compañero de armas), Jorge Bosch, Horacio Bosch y Juan Chamero. Son los cinco fundadores de la Universidad.
–La armó junto a Carlos Bosch (su amigo de muchos años y compañero de armas), Jorge Bosch, Horacio Bosch y Juan Chamero. Son los cinco fundadores de la Universidad.
Continúa en Parte 2
Gracias, Hernán!
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