17/09/2019: Mercedes López Constanzó: Reflexionando y mirando lo que fue mi vida...

Reflexionando y mirando lo que fue mi vida,  es una constante la presencia de Hugo Castro en todo, no sólo en lo personal y familiar. Yo fui alumna de él en Exactas, en la materia Programación (los profesores eran Ricardo Forno y Horacio Terrizano) y luego en Sistemas de procesamiento de datos (el profesor era Gustavo Pollitzer). Hugo era el Jefe de Trabajos Prácticos. En programación estudiábamos Fortran y Assembler.

Cuando me recibí (marzo de 1970), Hugo dictaba optativas y yo iba a todas las clases, las rendí a pesar de que ya estaba recibida y no me hacían falta. Luego me sirvieron para la Licenciatura en Ciencias de la Computación que salió años después. Una de esas optativas era Programacion II donde daba COBOL.

Además, Hugo daba clases por cuenta propia, ad-honorem y sin que nadie se lo pidiera, los sábados por la mañana en la facultad, simplemente para compartir lo que sabía. Allí aprendí la primera base de datos jerárquica. Siguió siendo docente de alma toda su vida.

Con todos estos elementos yo empecé a trabajar antes de recibirme. Hugo me presentó a los primeros trabajos (al igual que a muchísimos otros alumnos). El primero fue como instructora de cursos  IBM en la Municipalidad de Buenos  Aires, luego entré como programadora a la Municipalidad y luego a la Armada (también me presentó Hugo) donde trabajé 6 años, hasta que nuestros hijos mellizos tuvieron 11 meses.

En los distintos trabajos usé Fortran,  Assembler, Cobol y lo que aprendí en las optativas y en las clases extra que daba.

Fui docente muchísimos años en la Universidad CAECE donde también usé lo que había aprendido en sus clases.

El también fue docente en CAECE, dio Inteligencia Artificial, Inteligencia de Negocios, Modelos y Simulación, Base de datos y otras materias. Yo allí también iba a sus clases, a veces como oyente, otras veces como JTP, otras veces daba como profesora otra alternativa de la misma materia.

Yo trabajé y tuve la gran bendición de que, gracias a Hugo y a su trabajo, pude elegir cuándo trabajar y cuándo no.

Cuando nos casamos (1971), yo trabajaba en la Armada en el nuevo centro de procesamiento que había comenzado un año antes. Tuvimos nuestros 4 chicos seguidos (Diego en 1972, Cecilia en 1973 y los mellizos Inés e Ignacio en 1975). 4 hijos en 2 años y 9 meses!!!!!.

6 meses después de volver de la licencia por maternidad de los mellizos era tal mi angustia que no podía trabajar ni concentrarme. Hugo no quería que dejara porque no quería que abandonara la profesión pero me apoyó en todo y dejé mi trabajo.

Un poquito  después de renunciar, un compañero de la Armada que tenía una consultora me contrató como programadora externa. Era un “home working” en papel (hojas de codificación). Me pagaban por programa. Estimaban el tiempo en horas y me decían cuando lo tenía que entregar.

Nunca dejé del todo, trabajé dando clase, en distintas  consultoras con horarios flexibles, programando en mi casa hasta la una de la mañana cuando los chicos se dormían. Cuando fueron más grandes mis hijos volví a trabajar en empresas (en Telecom, en el Indec en dos períodos).

Otras veces sentÍ la necesidad de dejar  por diversos motivos y siempre fue Hugo el puntal que permitió que yo pudiera elegir.

Yo agradezco a Dios toda la vida que viví con él y la familia que construimos juntos. El convivió con su enfermedad sin amargarse, siempre optimista, contento, trabajando hasta el último momento, estudiando cosas nuevas.

Tuvimos la inmensa bendición de que conociera a sus nietos (la enfermedad se le diagnosticó antes de que nacieran todos…).

Fuimos a EEUU a visitar a Cecillia todos los años desde el 2001 hasta el 2018. Era su gran ilusión. Fuimos a visitar a Inés a Mar del Plata muchísimas veces, fuimos a ver obras de teatro donde trabajó Diego, compartimos hermosos momentos con la familia de Ignacio.

El disfrutó muchísimo de las cosas sencillas, la familia, los nenes, el trabajo, dio charlas sobre tango y calles de Buenos Aires hasta noviembre de 2018 en el Colegio Buenos Aires donde se recibió.

La que llamamos la Última foto familiar es del 29/11/2018.

Cecilia trabaja como traductora e intérprete para el Departamento de Estado de Estados Unidos y había venido a trabajar en el G20 durante esa semana.

El día de la foto Inés viajó desde Mar del Plata, llegó a la mañana y se fue a la noche.

Hugo ya estaba muy delicado de salud, estaba caído. Ese día tuvimos la bendición de estar todos juntos con él disfrutando de sus hijos.

Dos meses después (el 22/1/2019) Hugo se fue para siempre.

Toda mi vida adulta fue junto a él: los últimos años de facultad, primero como alumna y después como novia, el inicio de mi vida profesional, el inicio de nuestro proyecto de vida juntos que ambos queríamos concretar formando una familia desde antes de encontrarnos, la familia que formamos basada en valores fundamentales, el trabajo, el estudio, el respeto, el compromiso, la responsabilidad.

Realmente si hay algo que puedo decir es :  Gracias!!!!

 

Casamiento  10/9/1971. Promesa matrimonial.

Casamiento  10/9/1971. Luego de la ceremonia.

Bautismo de Inés e Ignacio, 1975

Hijos julio 2018:

Arriba : Inés y su marido Ariel, 

Ignacio y su esposa Verónica.
Medio: Mercedes,Diego, Nélida, Hugo.
Abajo: Cecilia, Alejandra (sobrina).  

Nietos julio 2018:

Arriba : Iara, Melina, Ariana, Julieta

Medio: Cecilia, Gabriel, Nico, Matías

Abajo: Tomás, Julián

Última foto familiar, 29/11/2018, con Mercedes y los hijos: Ignacio, Diego, Inés y Cecilia. Ese día tuvimos la bendición de estar todos juntos con él disfrutando de sus hijos. Dos meses después (el 22/1/2019) Hugo se fue para siempre.