Queridos Dinas y Dinos,
Y llegó el día en que nos conocimos personalmente. Ahí estaba Lidia, con su sonrisa franca y su mirada atentísima. Quise recordar, pero no pude. ¿Desde cuándo nos conocíamos? Quizá de toda la vida.
Sus relatos, en la entrevista que le hizo Hernán Huergo para el Blog de
Dinos y Dinas de la Informática, me sacaron de tiempo y espacio. De buenas a
primeras ya no era Lidia Seratti, era la Alicia de Lewis Carroll.
Quizá fue la mención a la ferretería. Ese mundo a la vez familiar pero
también misterioso donde habría forjado la sensación de que, en principio, nada
le sería imposible, y que la clave de la vida está en animarse a vivir.
“—Bueno,
lo voy a comer —dijo Alicia—, y si me hace crecer voy a alcanzar la llave, y si
me hace todavía más chiquita podré arrastrarme por debajo de la puerta; de
cualquier modo voy a llegar al jardín ¡y no me importa lo que pase!.” (*)
O tal vez fue su afán por aprovechar el tiempo y que la llevó a dar
exámenes libres.
“Alicia
suspiró fastidiada. —Me parece que podría emplear mejor el tiempo —dijo—, en
vez de perderlo haciendo adivinanzas que no tienen respuesta.” (*)
Traté una vez más de recordar en qué momento nos conocimos. No puedo asegurar
si fue hace mucho o hace poco. Sólo estoy segura de que su fama la precedió. Una
tarde, al volver de su trabajo y “al toque” de saludarnos, Gustavo (Pollitzer)
me dijo con alegría: “Estuve con Lidia Seratti; es una mujer bárbara. ¡Con una
‘polenta’!”. “Y, además, resulta que teníamos cosas en común”, agregó. Y acá,
quién lo iba a decir, entra nuevamente la ferretería. Algunas veces Lidia
entraba al local para atender al público. Algunas veces Gustavo Pollitzer
entraba al local a comprar los insumos para los experimentos que organizaba con
sus amigos en la casa de la calle French.
Me divierte jugar y aliento a otros, y a la misma Lidia, a hacerlo. A imaginar posibles coincidencias, diálogos que podrían haber surgido entre ellos; a repasar la escena de la futura ingeniera trepada a la escalera de una ferretería, estirándose a lo largo de los estantes, animándose a llegar siempre un poco más allá..
(*) Las citas fueron extraídas de “Alicia en el país de las Maravillas”, de Lewis Carroll publicado en https://www.elejandria.com
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A lo largo de muchas décadas, no recuerdo exactamente desde cuando, disfruto de la cálida amistad de Lidia y su permanente sonrisa.
Se destaca su humildad.
Conocí a Lidia en el año 1982 en el Congreso Exposición TECO 82. Era una época de transición en que se empezaron a realizar los primeros congresos, tanto vinculados con las comunicaciones como con la Informática. Con ella tenemos una formación muy parecida. Primero en Ingeniería Electrónica, luego en particular en Comunicaciones y finalmente en Informática.
Y recuerdo que en mis principios, ya recién egresado como Ingeniero en Electrónica, no era muy común que hubiera mujeres que estudiaran esta especialidad, y debo confesar que en esa época de fines de la década de los 60, cuando realice un curso que en ese momento dictó Ing. Horacio Manifesto que era el CEO de la empresa Texas Instruments, que nombró Lidia es su entrevista, tuve varias chicas compañeras de curso muy interesadas en este tipo de tecnología, que me llamaron mucho la atención. Ese curso de muy buena calidad, sirvió para darme cuenta que el mundo había cambiado totalmente y que la mujer en esta disciplina tenía un futuro importantísimo para ocupar importantes cargos y realizar aportes tan significativos.
Por ello, cuando conocí a Lidia, ya no me llamó la menor atención su capacidad, su interés por la tecnología, su dominio de la tecnologías de transistores (que eran una tecnología de punta para la época) y sus conocimientos sobre centrales telefónicas que en ese momento estaban diseñadas con las nuevas tecnologías.
Así comenzó una fuerte amistad, que se ha mantenido y acrecentado en el tiempo como así también mi aprecio personal hacia ella, y porque no decirlo, por sus valores como profesional y por su calidad humana como persona.
Luego nos fuimos viendo mas seguido en nuevos congresos, como el que realizó por primera vez USUARIA en 1983 en el Hotel Sheraton, que tuvo una concurrencia record para la época de más de 1.500 inscriptos pagos, y que tuve el honor de presidir gracias a las generosas invitaciones que recibí de Jorge España, que estaba a cargo de Proceda y de la Comisión Directiva de esa Institución que Presidía Jorge Basso Dastugue. A partir de ese Congreso, Lidia siempre estuvo presente, no solo en los de informática, sino en los que continuaron de Telecomunicaciones en donde puso su impronta tan característica.
Quizás algo que ella no recordó en su reportaje, fue la colaboración “ad honorem” que a fines de la década de los 90, realizamos en la Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados de la Nación, donde asesorábamos a muchos de sus miembros que no eran especialistas técnicos en esta hermosa especialidad, mientras se redactaba la Ley de Telecomunicaciones.
Otros aspecto quizás no tocado demasiado en las charlas por ella ha sido su trabajo en el Foro de Ciencias y Tecnología para la Producción, una Asociación Civil que ya tiene cuarenta años y fue la que promovió la Ley de Promoción y Fomento de la Innovación Tecnológica - N° 23.877. Sin esa Ley no existirán hoy las tan útiles Unidades de Vinculación Tecnológica - UVT.
Y en ese Foro, realizábamos cenas mensuales a las que concurrían más de 200 comensales en cada convocatoria que se realizaban en el comedor de la misma Cámara de Diputados, a las que invitábamos a los funcionarios que en ese momento tenía a su cargo la responsabilidad de dirigir las áreas de Ciencia y Tecnología e Informática para que explicaran sus actividades. Lidia era una colaboradora muy importante.
De sus actividades docentes ya se ha explayado sus trabajos en la Universidad de Belgrano y en la Tecnológica Nacional donde fue Profesora por Concurso, lo mismo de los distintos cargos que ocupó en el ámbito de la Ciencia y la Tecnología.
Y así llegamos a hoy con un prestigio y reconocimiento de toda la comunidad que nos agrupa. Sus cargos y actividades en el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación y su reciente convocatoria hecha en una elección por sus colegas para que ocupara un cargo de singular importancia en la Comisión Directiva del Consejo Profesional de Ingeniería en Telecomunicaciones, Electrónica y Computación así la acreditan.
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Un placer conversar con vos y descubrirte, Lidia, en tantas cosas que ignoraba, que nunca hubiera imaginado y que mucho me asombraron. Valoro en tenerte como amiga Pi veces más que antes de estos Conversando.
Hemos estrenado la entrevista virtual, la pandemia obliga, pero ha sidoo una experiencia maravillosa.
Felicitaciones y seguiremos Conversando, apenas vimos la punta del iceberg en tu caso!!
Hernán
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