06/05/2024: Casa Cuba Sucre: un bálsamo, una suma de placeres que me llenaron el alma.

Muy queridos Dinos y Dinas,  

Estoy atravesando algunos dramas familiares severos que me han tenido alejado de muchas cosas que amo. Por supuesto, los Dinos están en primera fila de mis amores algo abandonados, bien extrañados. Si usted no quiere también enfermarse, me dijeron los médicos, encuentre espacios para todos y cada uno de sus amores. Los Dinos, el ajedrez, el tenis, los almuerzos de siempre con distintos grupos, el Taller Literario, etc., etc. Será el mejor comprimido para mantenerlo sano, dijo el neurólogo.  

 

Bueno, ya empecé. En todos los frentes, o casi todos. Confieso que mi incursión en el Taller Literario fue bien efímera, ya volveré sobre el tema.  

 

Pero este almuerzo de los Dinos en Casa Cuba Sucre fue un bálsamo, una suma de placeres que me llenaron el alma. Fuimos 33 esta vez, caras felices de reencontrarnos. Porque como dicen que dice Hernán “si hay algo que nos aúna como Dinos son estos almuerzos”. Que me perdonen los Dinos más lejanos.

 

Es cierto que muchos que hubieran querido venir esta vez les fue imposible. El pobre Cacho Drogué tuvo doble justificativo, tenía hora en el médico pero encima cayó engripado. Lidia Seratti también tenía médico. Liana Lew acompañaba a Jorge en el médico. Jorge Mendivelzúa y Luis Calderón presentaron sus razones lamentando no acompañarnos. Viviana Rubinstein cayó en cama el mismo día. Francis Fernie mandó sus saludos a la distancia. Bueno, algunos más, se lo perdieron. ¿Y Tito Passarello…? Bueno… no sabemos… que sepa que lo extrañamos.

 

Ricardo Piñeiro, debutante

Fue un placer encontrarme con el debutante, Ricardo Piñeiro, un amigo informático de muchos años. Lo conocí primero como Syswork, empresa exitosa de software multiapicaciones. Luego se llamó Result, ya como parte de Price Waterhouse. Y ahora su última empresa, también muy exitosa, la bautizó Worksys. Bienvenido, Ricardo!

La ausencia de Cacho Drogué se notó, las fotos son el aporte de algunos celulares, unas cuantas del mío y otras cuantas del de Carlos. Pero el súper video del artista no podía estar ausente. Gracias Cacho!

 

Carlos: palabras sentidas
por el querido Pipi

Aunque el orador previsto no necesitaba micrófono -tengo voz de docente, suele decir el Dinobedel- igualmente instalamos nuestro parlante. Carlos dedicó unas pocas palabras, bien justas y sentidas, en recuerdo del querido Pipi Iglesias. Todos nos levantamos en su honor al momento que las decía. Bravo, Pipi, fuiste un grande, no te olvidamos!

 

Mariana, clave del éxito

A todo esto, el trabajo extraordinario y continuo de Mariana Delbue, que como fruto tuvo el éxito de la reunión, continuaba sin pausa durante el almuerzo. Millón de gracias Mariana!!

Me tocó estar al lado de Antonio Martino. Creó que nos extasió a todos en el barrio, hablo de Ricardo Rivas y de José Luis Tesoro. Estábamos totalmente conquistados por sus anécdotas y experiencias, la pasamos muy pero muy bien.

 

Con Antonio, una celebridad

Aficionado al canto y en especial a la ópera, nos dijo que debió abandonar esa carrera para dedicarse a estudiar derecho. Pero sus cuentos sobre Carusso, Pavarotti, Plácido Domingo, Carreras fueron sin desperdicio. Carusso era superior a todos. Muy superior. Pavarotti extraordinario pero con menos técnica que Plácido. Carreras, en comparación, no vale nada. Cuando Carusso lo escuchó a Gardel, contó Antonio, le dijo: No pierdas el tiempo tenés que ir ya mismo a Nueva York, tu voz y el espectro de tu voz es fuera de serie. El Zorzal no llegó a hacerle caso. Fue a Nueva York pero no cambió la carrera. Los cuentos y anécdotas siguieron y siguieron. Bueno, me divertí a mares con estas conferencias en vivo del amigo Martino y el disparo de preguntas y respuestas de la vecindad. Muchas gracias para Antonio y la vecindad.

Sin duda Antonio ya es celebridad, cuando comenzó con sus Seminarios/Conferencias sobre Inteligencia Artificial parece que despertó al mundo. Hoy es un tema arrollador. Puede que terminemos todos arrollados. Bueno, a la celebridad le está costando estos días elegir cuál elegir de todas las invitaciones que recibe para dar conferencias. Hay que ver quién la pide y quiénes serían los asistentes. Tema bravo.

 

Ana: descubrí sus
dotes literarias

Cuando la vi entrar a Ana Piccin, ya estábamos llegando a los postres, me tenté de ir a compartir “Chismes” con ella del Taller Literario que compartimos por unos pocos días. Vale contar un poco la historia. Ana me sorprendió un día cuando me preguntó si podía recomendarle un taller literario. Le di los datos de una persona que seguía siendo asidua del último taller en el que yo había participado. Y allí fue Ana, hoy encantada de participar. Y cuando yo entré en ese mismo taller por unos días yo encantado de descubrir las dotes de Ana. 

Decidí abandonar por un rato a mis vecinos para hablar con ella sobre cómo le iba en el taller. Para nuestra sorpresa, Enrique Draier se prendió en el tema pronto, “Parece que somos varios los que compartimos una misma pasión”. Y contó el comienzo de una historia. Estaba con un amigo. A mí me gustaría aprender a escribir mejor mis informes, dijo el amigo. A mí que me gusta escribir ensayos, me gustaría aprender a escribirlos mejor, dijo Draier. Enrique detectó leyendo La Nación a una mujer, le pareció que ella podría ser una excelente profesora. Logró contactarla, ella aceptó con muy buena onda y en el primer contacto les dijo a los dos: “Yo les voy a dar una frase, a partir de la cual usted escriba un ensayo y usted escriba un informe”. Ambos candidatos se dieron a la tarea y entregaron sus resultados a la profesora en el plazo indicado. Y entonces vinieron las sorpresas. “Usted, Enrique, es un poeta”. Y le señaló en el ensayo recibido, porqué era un poeta. Al amigo le dijo: “Usted, francamente, debiera dedicarse a otra cosa”.

Marcelo, Alejandro y Enrique,
participando en la vecindad literaria

Desde entonces Enrique escribe poesías. El amigo, a pesar del consejo recibido, insiste en atender a talleres literarios. A todo esto nuestra conversación literaria se extendía en el barrio. Ahora opinaba Alejandro Oliveros, creo que más afecto a los bullets que a la prosa o a la poesía. Y de pronto entró en la vecindad literaria Marcelo Estayno, fanático de la poesía, al punto de afirmar que la poesía era el género superior de la literatura. Pasamos un rato de novela... o debo decir de cuento?... o debo decir de poesía? Un rato fascinante para todos. Gracias.

 

Me hizo muy bien asistir a este almuerzo de Dinos, nos hace bien a todos, un placer.

 

Gracias por aguantar mi prosa queridas Dinas, queridos Dinos.

 

Pero para vivir a pleno nuestro encuentro no se pierdan el súper video del artista, Adolfo Drogué!! Muchas gracias, Cacho!!

 Abrazos y besos.

 

Hernán