Estoy seguro que muchos deben
conocer o conocieron a Guido Vassallo, un auténtico DINO del cual he perdido
todo rastro. Uno nunca sabe en estos casos, qué puede haber sido de él. Lo nombro en relación a esta
historia de dos lenguajes rivales. Bueno, Guido querido, donde quiera que
estés, te mando un abrazo y este recuerdo.
Yo trabajaba en IBM cuando fui profesor de Computación en Ingeniería de la UBA por algunos años, 1969 a 1972. Durante este último año se vivía un clima difícil en la UBA, las clases eran interrumpidas por jóvenes que decían discursos de “liberación o dependencia”. Nadie me había pedido que me fuera cuando anuncié que no podía continuar con la cátedra. En 1972 IBM me nombraba gerente del Centro de Sistemas, 29 años tenía entonces. Era una excelente razón para irme, al menos por un tiempo.
La materia que yo dictaba era de segundo año, básicamente Fortran para los futuros ingenieros. Por entonces mi bagaje de lenguajes era mi adorado Assembler; también Fortran, que se aprendía en un ratito; también RPG, lenguaje de poco status que usaban los clientes poco sofisticados; necesariamente Cobol, que no se aprendía en un ratito y estaba por todos lados; y un montón de otros lenguajes, incluyendo los orientados a problemas específicos, como el GPSS para simulación, que jamás pude dominar tan bien como lo hacía Hugo Castro.
Yo trabajaba en IBM cuando fui profesor de Computación en Ingeniería de la UBA por algunos años, 1969 a 1972. Durante este último año se vivía un clima difícil en la UBA, las clases eran interrumpidas por jóvenes que decían discursos de “liberación o dependencia”. Nadie me había pedido que me fuera cuando anuncié que no podía continuar con la cátedra. En 1972 IBM me nombraba gerente del Centro de Sistemas, 29 años tenía entonces. Era una excelente razón para irme, al menos por un tiempo.
La materia que yo dictaba era de segundo año, básicamente Fortran para los futuros ingenieros. Por entonces mi bagaje de lenguajes era mi adorado Assembler; también Fortran, que se aprendía en un ratito; también RPG, lenguaje de poco status que usaban los clientes poco sofisticados; necesariamente Cobol, que no se aprendía en un ratito y estaba por todos lados; y un montón de otros lenguajes, incluyendo los orientados a problemas específicos, como el GPSS para simulación, que jamás pude dominar tan bien como lo hacía Hugo Castro.
Y en
esta lista no puedo dejar de nombrar un lenguaje súper maravilla, el APL. Cada
vez que jugaba con este lenguaje y que recibía clases y aprendía, me
maravillaba más y más de la genialidad de su inventor. Es así que me sorprendo,
hoy que no me acuerdo de nada, de recordar que fue inventado por un tal
Iverson, y que ¡éste trabajaba en IBM!
Ahora
bien, nombro al APL como maravilla, no porque a mí personalmente ni a ninguno
de los clientes terrenales que yo atendía como Ingeniero de Sistemas les haya
servido para nada. Que no me insulten los fanáticos del APL, son un clan
parecido a los Pasangenicanos y podrían intentar crucificarme. Pero era un lenguaje "juguete", al menos para mí, que en la práctica tenía poco uso. No nombro a propósito
uno de los lenguajes que protagonizan esta historia, el PL/I.
Guido Vassallo, que me parece que era de la familia de Burroughs, alguien habrá que me lo confirme o rectifique, era desde siempre
para mí y por siempre que lo conocí, un miembro estable del Departamento de
Computación de la Facultad. Por tanto, siempre me lo encontraba en mis breves
escalas por allí, antes o después de mis clases. Y no sé si me lo dijo diez,
quince o veinte veces: “Para mí, Algol es muy superior a PL/I”. Lo decía con
esa sonrisa superior que lo acompañaba siempre, y yo me sentía mal. No
contestaba, simplemente pensaba: ‘¿Cómo puede ser que yo no conozca PL/I, si la
empresa en la que trabajo lo presenta como EL LENGUAJE, un reemplazo de Fortran
más Cobol, sin los defectos de ninguno de estos dos?’.
Así que puede decirse
que empecé a estudiar PL/I gracias a, o mejor sería decir, por culpa de Guido
Vassallo. Pero el hecho era que no había muchos clientes que lo usaran, mucho
menos que lo adoraran, y mis intentos de aprenderlo no progresaron demasiado. Me
parecía aburrido, nada maravilloso, y no encontraba ni por asomo qué razones
tendrían los usuarios técnicos y científicos de Fortran para adoptarlo, y todavía
menos los usuarios de Cobol para abjurar de su lenguaje amado. Para peor, la
frase que Guido no se olvidaba de repetirme, sonrisa incluida, “Para mí, Algol
es muy superior a PL/I”, requería, si quería contestarle, estudiar también
Algol. En resumidas cuentas, una misión demasiado ardua para mí, y muy poco prometedora. Por otra parte, mis incursiones de aprendizaje en el
PL/I me producían más y más admiración por APL/Iverson y la sospecha creciente
de que Algol debía de ser al menos no peor que PL/I.
Para completar esta historia
consulté Internet y encontré sesudos artículos, aparentemente escritos por
Guido Vassallo o sus clones del mundo, que señalan las virtudes del Algol 68
comparadas con las flaquezas del PL/I.
Pero también encontré en forma
repetida lo que está muy bien resumido en un paper mejicano:
1) Aunque Algol nunca se volvió
un lenguaje muy popular, su influencia fue enorme sobre los lenguajes
imperativos (o sea, estructurados) que le sucedieron.
2) El PL/I fue un intento fallido
de IBM por combinar Algol, Fortran y Cobol en un solo lenguaje de programación.
El resultado fue un auténtico desastre, porque este lenguaje tenía demasiadas interacciones
de funciones, además de ser enorme y difícil de controlar.
La próxima vez que me lo encuentre
a Guido Vassallo, donde sea, llevo memorizadas estas frases. O sea Guido, te doy la razón, Algol es superior a PL/I, pero tampoco tuvo demasiados clientes de quienes ufanarse.
Ahora sí, espero la prometida defensa del Cobol, no sé por quién atacado, por parte de Alfredo Pérez y Sergio Orce. Y seguramente aparecerán defensores del Algol, especialmente respetado por los Computadores Científicos.
Andres Pino dijo...
Yo recuerdo una aplicación de APL que usaba Ducilo para la optimizacion de los cortes de bobinas que se llamaba TRIM, y reducía dramáticamente el desperdicio resultante de los cortes de producción.
Yo recuerdo una aplicación de APL que usaba Ducilo para la optimizacion de los cortes de bobinas que se llamaba TRIM, y reducía dramáticamente el desperdicio resultante de los cortes de producción.
Había también una aplicación similar en Aceros Gurmendi.
Esto sin hablar de las innumerables aplicaciones de uso interno en IBM, gente como Ricardo Forno, Pancho Sapio, mi socio Sergio Porter, eran verdaderos monstruos del lenguaje, mas allá de que comparto tu impresión de que era un real juguete programar en APL.
cariños,
Andres
Esto sin hablar de las innumerables aplicaciones de uso interno en IBM, gente como Ricardo Forno, Pancho Sapio, mi socio Sergio Porter, eran verdaderos monstruos del lenguaje, mas allá de que comparto tu impresión de que era un real juguete programar en APL.
cariños,
Andres
Me doy cuenta de que me equivoqué cuando dije que Guido podía ser del planeta Burroughs. Luego de haber leído los comentarios de Ernesto del Puerto y de Pepe López de Lagar, pasé a ubicarlo en el planeta Bull.
ResponderEliminarFuimos compañeros con Guido en el Centro de Computación de la Facultad de Ingeniería. Excelente Profesional y Persona.
ResponderEliminarNunca me enteré que haya trabajado en Burroughs, tampoco en Bull aunque de esto último no estoy muy seguro.
Que Descanse en Paz.
Sólo como comentario de color: cuando ingresé luego del CBC en Facultad de Ingeniería UBA, allá lejos por 1988, tuve como docente al Ing. Forno en la materia Computación del plan'86...y con él vimos APL. De hecho conservo el libro que nos recomendó : "Guía sobre APL Lenguaje de Terminales" de Jacobo Gordon - La Plata-1971. Saludos !
ResponderEliminar